La expansión de sus espacios, el regreso presencial de actividades, fortalecer nuevas líneas de investigación, así como consolidar la transformación de la Estación Noroeste de Hermosillo en un nuevo centro de investigación, son algunos de los proyectos que impulsará Ricardo Barragán Manzo, en su segundo periodo al frente del Instituto de Geología (IGL) de la UNAM.

El especialista en paleontología definió en entrevista algunos de los principales trabajos que llevará a cabo durante el periodo 2022-2026:

“El actual reto al que me enfrentaré es regresar a la presencialidad, porque es complejo reabrir los espacios, readecuarlos para la docencia, investigación, divulgación. Parece sencillo pero no lo es, es algo complejo que hay que cuidar para garantizar la seguridad sanitaria del personal y que quienes interactúan con el Instituto de Geología encuentren una condición de no riesgo o poco riesgo; además de impulsar y mantener todos los programas del Instituto”.

Entre los planes destaca que la Estación Regional del Noroeste (ERNO), ubicada en Hermosillo, Sonora, funcione como Centro Interdisciplinario de Investigaciones porque ese sitio tiene 48 años y por lo tanto consideró “justo pensar en su transformación, pues es una comunidad madura, pensada originalmente para estudiar la geología de ese polo del país, principalmente en minería, pero a través de los años se ha diversificado y paulatinamente se ha enriquecido con temas de geología ambiental, paleontología, la industria extractiva de los suelos y agua, además del cumplimiento de las normas y energías renovables”.

El proyecto, detalló el también investigador, es que el Centro tenga una capacidad de internacionalización porque existe la posibilidad de crear laboratorios binacionales con la Universidad de Arizona, además de que la estación alberga parte de la estructura del Laboratorio Nacional de Geoquímica y Mineralogía.

Entre sus planes está además abrir un nuevo espacio hacia el sur, con una unidad del Instituto, probablemente en Oaxaca, que de manera inicial podría estudiar riesgos geológicos, atender la investigación en yacimientos minerales, suelos, cambio climático, agua y otros temas relacionados con sustentabilidad.

“Es algo que deseamos mucho, la voluntad está, hay que explorar la posibilidad en el contexto actual de la economía nacional, con la situación política, económica, social del país y veremos si es posible insertarlo sobre todo con los gobiernos estatales y municipales”, consideró el doctor por la Universidad Internacional de Florida.

Recordó que recientemente se creó la Unidad de Educación Continua y a Distancia del IGL, con el propósito de facilitar la transferencia de conocimiento y ha funcionado muy bien. Se inauguró durante la pandemia y facilitó la impartición de talleres, diplomados, actividades docentes; ahora se requiere contar con esquemas híbridos de docencia y enseñanza, y la tecnología tiene que estar ahí presente.

Otros de los proyectos en este nuevo periodo son crear en el IGL una Secretaría Técnica de Cómputo y Telecomunicaciones, a fin de contar con una estructura renovada en la materia; además, avanzar en la actualización de los criterios de evaluación de los investigadores, crear nuevos para el técnico académico, necesitamos documentos relacionados con la inducción; es decir, que guíen a todos los que se incorporen a la entidad, señaló Barragán Manzo.

El también presidente de la Sociedad Geológica Mexicana, A.C. agregó que continuará el proceso de renovación de la planta académica para fortalecer las líneas de investigación, principalmente de ecosistemas, estudios de suelos, aguas y zonas críticas.

“Tenemos un grupo emergente que estudia yacimientos minerales y queremos impulsar la investigación en metalogenia, que no se ha fortalecido en los últimos años, además de atender la gestión de riesgo geológico, especialmente la geología urbana, los aspectos que afectan las grandes ciudades como la CDMX donde se viven sismos, ordenamiento territorial, agua y suelo. Hay un grupo importante que ve esto y me gustaría impulsar el desarrollo de tecnosuelos, que son suelos artificiales que pueden adaptarse al crecimiento urbano y útiles para la producción de alimentos”, explicó.

El especialista adelantó que prevé fortalecer la relación transversal del IGL con instituciones que abordan temas similares, como los institutos de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático; Geofísica y de Geografía; así como el Centro de Geociencias en Juriquilla y la división de Ciencias de la Tierra en Ingeniería; continuar con la certificación de los Laboratorios Nacionales del Instituto.

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