Boletín UNAM-DGCS-548 |
María Dolores Maravilla Meza |
Juan Carlos Cruz Ocampo |
Joel Humberto Castro Chacón |
MONITOREO DEL ESPACIO, SUSTANCIAL PARA ACTUAR ANTE EL IMPACTO DE OBJETOS EXTRATERRESTRES
• Se han detectado aproximadamente 17 mil asteroides, destaca María Dolores Maravilla Meza Al igual que es necesario estudiar las capas tectónicas de la Tierra para conocerlas y tener información, a fin de estar preparados ante la ocurrencia de sismos, el estudio de los asteroides permite aprender sobre el origen del Sistema Solar y contar con datos para enfrentar situaciones como su paso cerca del planeta o probable impacto, coinciden expertos de la UNAM. Fue un fenómeno el cual provocó que el cielo ardiera y se derribaran más de 80 millones de árboles; recientemente se propuso que el bólido no cayó, sino que entró y salió de la atmósfera terrestre. “Hay un riesgo de colisión, pero no es inmediato; en escala astronómica es de cientos o miles de años, pero respecto a una vida humana o civilizaciones son pocas las probabilidades de que tengamos un impacto con afectaciones a nivel global”, destaca el miembro del proyecto Censo Automatizado de Ocultaciones por Objetos Transneptunianos (TAOS II, por sus siglas en inglés). El astrónomo precisa que, aunque TAOS II buscará objetos más allá de Neptuno, también observará los provenientes del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, sobre todo ahora que se cuenta con el software para procesar la información en el Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir, en Baja California. “La manera en que uno descubre objetos móviles cercanos a la Tierra es esa: observar el cielo, ver si algo se mueve diferente a las estrellas y después verificar que no esté catalogado”, precisa el investigador. El Telescopio para Transitorios Ópticos de una Decena de Grados (DDOTI, Deca-Degree Optical Transient Imager), ubicado en el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir, es una herramienta instalada en México que permite buscarlos, pero en el mundo existen otros mediante los cuales se caracteriza la órbita que siguen para identificar cuándo se acercarían más a la Tierra. El hallazgo de algún objeto de este tipo se reporta en el Minor Planet Center y en la página electrónica de la NASA. Sin embargo, el estudio de su tamaño, órbita, velocidad de desplazamiento, a qué familia pertenece, entre otras propiedades, permite calcular el daño potencial que causaría. Juan Carlos Cruz Ocampo, coordinador de Vinculación del Instituto de Geología, agrega que nuestro planeta tiene evidencias de la caída de estos objetos celestes, de los cuales el más reciente es el bólido en Cheliábinsk, cuya onda expansiva causó graves daños materiales por cristales rotos y heridas en casi mil 500 personas. Otro caso sobresaliente, añade el experto, es el de Chicxulub que cayó en el Golfo de México, el cual definió un periodo de eras geológicas que provocó la extinción de numerosas especies y la evolución de otras. Los asteroides son objetos que pueden tener “semillas” del origen del Sistema Solar, llamados condros; otros son materiales pétreos que contienen algunos metales; y los más peligrosos son los completamente metálicos. Para conocer cómo son, es posible ver fragmentos resguardados por el Museo de Geología en su colección de meteoritas, varias “fueron halladas, pero no se vio cuando cayeron. Eso quiere decir que cuando impactaron la Tierra fue hace mucho tiempo”. Para concluir, los tres expertos comentaron que se calcula que diariamente caen a la Tierra hasta 40 toneladas de objetos, desde polvo cósmico hasta pequeñas rocas. #UNAMosAccionesContralaCovid19 —oOo— Conoce más de la Universidad Nacional, visita: o sigue en Twitter a: @SalaPrensaUNAM y @Gaceta_UNAM Tweet
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