|  | Boletín UNAM-DGCS-817 |  Carlos Arámburo de la Hoz |  William Lee Alardín | 
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| INAUGURA LA UNAM ESTACIÓN DE LISÍMETROS PARA ANALIZAR SUELOS REGADOS CON AGUAS RESIDUALES
    
     •	La instalación, primera en su tipo en México y segunda en el continente, está a cargo del Instituto de Geología La UNAM inauguró su estación de lisímetros,  primera en su tipo en México y segunda en el continente. A cargo del Instituto  de Geología (IGL), analizará y comparará la calidad de suelos regados con aguas  residuales, tratadas o crudas (sin tratar).  Un lisímetro es un monolito o bloque de suelo  de uno a dos metros cúbicos de volumen y dos a tres toneladas de peso, extraído  en campo al introducir un cilindro de acero  inoxidable. Es útil para investigación y docencia, pues se pueden medir  y obtener desde la superficie datos referentes al subsuelo.  Durante la apertura de la estación, situada  junto a la Planta de Composta, en Ciudad Universitaria, William Lee Alardín,  coordinador de la Investigación Científica, indicó que el suelo es frágil y  cuando se destruye tarda mucho tiempo en volver a recomponerse. Subrayó la importancia de estos estudios en la  Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible,  a la que la UNAM se sumó con la creación de un nodo para estrategias de  sostenibilidad en México. “Mucha de la actividad que ya se hace en la  Universidad tiene que ver con estos temas; la idea es articular los esfuerzos  con los que podemos contribuir, y la formación de recursos humanos”. Christina Siebe Grabach, responsable del  proyecto, explicó que “tenemos suelos cargados de materia orgánica, nutrientes  y contaminantes que recibieron durante 100 años de riego, y ahora tendrán agua  de distinta calidad. El objetivo es entender qué procesos ocurrirán y adecuar  el sistema de manejo a la nueva calidad del agua”. Acompañada por Carlos Arámburo de la Hoz,  titular de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA);  Ricardo Barragán Manzo, director del IGL; y Telma Castro Romero, directora del  Centro de Ciencias de la Atmósfera, la también investigadora del IGL expuso que  se pretende entender cómo cambia un sistema con agua residual sin tratar y  tratada, y qué ocurre en el suelo.  Siebe Grabach indicó que analizan las  interacciones de contaminantes en una zona crítica del Valle del Mezquital,  donde hay una gran planta de tratamiento de agua. Estación de  lisímetros La instalación, a manera de sótano, cuenta con  grandes tanques dotados de monolitos que hacen sus funciones de captación y  modificación de nutrientes provenientes del agua residual. En el techo abierto de la instalación están sembradas  parcelas con cultivos que son regadas, en un área, con aguas residuales  tratadas, y en otra, con aguas crudas (sin tratar). En ambos casos el líquido  cae en los tanques con los monolitos. Por medio de sensores y en tres estratos de  estos bloques de suelo, los científicos obtienen datos geoquímicos con los que hacen  estudios comparativos de su calidad. Barragán Manzo se congratuló de ver concluido  este esfuerzo impulsado desde la DGAPA, a través de un proyecto PAPIIT. En tanto, Arámburo de la Hoz subrayó que la  estación de lisímetros debe ser un elemento de potenciación para las  posibilidades que tiene este proyecto. Finalmente, Telma Castro Romero felicitó a los  involucrados y destacó que el CCA colabora con la detección de patógenos en  cuerpos de agua y en la atmósfera. —oOo— Conoce más de la Universidad Nacional, visita:  o sigue en Twitter a: @SalaPrensaUNAM y @Gaceta_UNAM | |||