|  | Boletín UNAM-DGCS-546 |  Paz Consuelo Márquez Padilla | 
| TIROTEO EN EL PASO, TEXAS, RESULTADO DEL RACISMO Y XENOFOBIA CONTRA MEXICANOS
    
     •	Es el inicio de una tendencia en EU: académicas de la UNAM En Estados Unidos se  presenta un fenómeno de racismo y xenofobia creciente, porque el presidente Donald  Trump “les ha dado alas”; en el tiroteo de El Paso, Texas, a los mexicanos les  ha tocado ser el grupo más estigmatizado. En este caso se trató  de un ataque directo y no va a ser el primero ni el único; es el comienzo de  una tendencia, por lo que se requiere un diálogo entre ambas naciones, exigir  seguridad en los consulados y la prevención de más actos de este tipo,  afirmaron académicas de la UNAM.  En la conferencia de medios  ¿Racismo, terrorismo o ambas?, Silvia Núñez García, integrante y exdirectora del Centro de  Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), afirmó que el  presidente Trump ha dado lugar a que esta circunstancia de extremo racismo y  resentimiento salga a la luz pública. Pero “hay mucho más qué estudiar de este  fenómeno, pues quienes trabajan activamente para contrarrestar a los grupos  supremacistas lo hacen mediante la violencia”. En tanto, Paz Consuelo  Márquez Padilla, también investigadora y exdirectora del CISAN, destacó que el  racismo está presente en todos los países, y en EU la polarización ya existía  antes de la llegada de su actual presidente a la Casa Blanca. No obstante, los  líderes políticos deberían evitarla, pues “una vez que se alimenta, ya no se  puede controlar”. Hoy, el uso de las redes sociales amplifica los mensajes de  odio y discriminación, por lo que “los mexicanos debemos estar preparados”. Núñez García refirió  que el autor de la masacre del sábado pasado estudió cómo llevar a cabo ese  evento, e incluyó un componente que se da en los grupos de Medio Oriente: ser  terrorista suicida, porque muchos mueren ahí mismo, acribillados por la  policía. “Saben que van al sacrificio y están dispuestos a morir para  ‘defender’ a su nación, que ha cambiado de color de piel, y que hoy es la de  mayor diversidad étnica, racial, sexual y religiosa del mundo”. Lo registrado el fin de  semana, consideró, forma parte de una tragedia en la Unión Americana, donde las  masacres se registran con mayor frecuencia. Ésta es la tercera vez que sucede  en Texas y la primera en El Paso. Hoy, el problema severo en aquel país es  definir a nivel federal cuál es el calibre de las armas que se podrán vender a  los ciudadanos, porque nunca se llegará a la eliminación de la Segunda Enmienda,  que protege el derecho del pueblo estadounidense de poseer y portar armas, así  como la integración de sus ciudadanos. En México y EU “debemos  ser cuidadosos de no construir y exacerbar los nacionalismos, que son la  primera puerta para generar diferencias; por el contrario, hay que ser  empáticos y defender a los que sufren, los inocentes y los vulnerables”. Pero  el camino en el vecino país del norte no es sólo el de las políticas públicas  para controlar las armas, sino que tiene que pasar por el sistema educativo  para sensibilizar a la sociedad americana de que los “diferentes” a ellos en  realidad no lo son. Ambos países, continuó  Núñez, tienen algo en común: están permeados por la violencia, aunque con  características distintas, pero con una cantidad de muertos que pesan  enormidades en ambos lados de la frontera. “No nos podemos sustraer de eso, de  las similitudes, y evitar en México que se generen discursos que dividen a la  sociedad, porque los problemas no se resolverán si profundizamos las brechas  entre unos y otros”. Por el contrario, remarcó,  se requiere un diálogo entre ambas naciones para encontrar las causas profundas  de la violencia y estudiar las buenas prácticas para atenuar las tensiones  entre grupos distintos. Márquez Padilla expuso  que el conservador republicano que tiene un arma afirma de ese modo la defensa de  su libertad. Por ello, no se habla de prohibición, sino de la regulación más  estricta en la venta de armas, lo cual ya ha ocurrido en el pasado. La especialista recordó  que 42 por ciento de las armas del mundo se encuentran en territorio de la  Unión Americana. Ahí se registra el mayor número de masacres masivas, “y no se  trata sólo de un problema de salud mental de los atacantes, sino de una  ideología pro-blancos, que quieren cambiar la cara de Estados Unidos”, como les  prometió el presidente Trump. En la nación vecina, 42  por ciento de la población vive en una casa con un arma y 44 por ciento conoce  a alguien balaceado accidental o intencionalmente; además, 74 por ciento de  quien posee un arma lo considera un derecho fundamental, así como el 35 por  ciento de quien no la tiene.  Asimismo, dos de cada  tres personas piensan que tener un arma es para tener protección, y por ello el  magnate estadounidense ha propuesto que se armen los profesores en las  escuelas. En contraste, sólo 33 por ciento de la población piensa que si hay  más armas, hay más crímenes, y 47 por ciento considera que si es más difícil  obtener armas legalmente, disminuirán las matanzas. No obstante, hasta ahora no  existe una organización masiva de la población para que el Congreso y el  presidente lleven a cabo regulaciones al respecto. Márquez Padilla  consideró que el ataque de El Paso es un caso de terrorismo contra mexicanos,  aunque del otro lado de la frontera no se quiera definir de esa manera, lo cual  implica que en este y otros casos los culpables reciban como castigo unos años  de cárcel. “No hay legislación que defina este terrorismo que tienen en la  actualidad, a pesar de que van en aumento los grupos supremacistas”. —oOo— Conoce más de la Universidad Nacional, visita:  o sigue en Twitter a: @SalaPrensaUNAM y @Gaceta_UNAM | |||