Nadie sabrá nunca si la erudición y  oratoria de Juan Villoro en temas como el futbol hubieran podido trasladarse a  la cancha. El escritor y periodista también hizo sus ensayos sobre el césped:  “jugué en Pumas, me probé en la reserva, pero no duré… y sólo me quedó la  literatura”.
            En estos tiempos virtuales, de redes  sociales, de distractores y de nuevas formas de conducta, el futbol no es el  principal modo de escapismo, sino un regreso a la realidad, dijo en la UNAM el  autor de por lo menos 33 libros de ensayo, crónica, novela, cuento y literatura  infantil.
            “Lo es por el simple hecho de que  enfrenta a personas reales; ir al estadio será siempre una lección de la  realidad, que contrasta, por ejemplo, con un Ronaldinho que juega su propio  personaje en videojuego, o con la televisión que ahora sólo cuenta en dónde  está la pelota, pero sin desmarques o piques”.
            En la conferencia “Futbol e identidad  social”, en el auditorio Ricardo Flores  Magón de la Facultad  de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS),  el autor de “Los once de la tribu” expuso que este deporte nos da una noción de  pertenencia, como ningún otro, porque no lo vemos únicamente como tal, sino  como algo que nos representa, “es un sistema de representación de la realidad”. 
            Literatura
            Ante Sergio Varela, profesor del  Centro de Estudios Sociológicos de la FCPyS, Villoro dijo que el futbol es ya  una narrativa con un final sorpresa. “Llega a nosotros narrado, tiene sus  propias mitologías, por lo que agregarle otras no es tan necesario; no  obstante, existe para ser contado, se presta más a la crónica y a las tertulias  de los aficionados”. 
            El ganador del Premio Iberoamericano  de Letras “José Donoso” 2012 consideró que en el caso del futbol femenil en  México no se habla de paridad; ahí se manifiesta un espejo acrecentado de una  sociedad patrimonial. En todos los medios no hay una sola dueña o propietaria;  la hegemonía es masculina. Además, “hay una disociación entre los que  gestionan, ven y practican este deporte”, lamentó.
            VAR (Videoarbitraje)
            Sobre la implementación del denominado  VAR (árbitro asistente de video) en la liga mexicana, subrayó que ante 22  personas que tratan durante 90 minutos de ser valoradas como semidioses, sólo  hay uno que procura ser hombre y hace lo que puede: el árbitro. 
            “Pocas cosas son tan interesantes como  que un árbitro se equivoque. El error humano nos constituye, y el VAR  interrumpe la emoción, pues tienes que esperar minuto y medio para poder  gritar. Sin embargo, solucionará algunos conflictos, si se usa de manera  moderada para corregir abusos, quizá tres veces por juego, aunque su principal  intención es recuperar la credibilidad de la FIFA”.
            El también autor de “Dios es redondo”  apuntó que al no existir un sindicato de futbolistas en México, se vuelven  inseguros y esclavos del lujo y de la especulación, porque son traspasados a  otros equipos contra su voluntad.
            “El verdadero negocio es el traspaso  de jugadores, que es fomentado porque en nuestro futbol siguen los torneos  cortos y no hay continuidad, incluso con los actuales uniformes, que vuelven a  los futbolistas ‘hombres sándwich’, es decir, anuncios ambulantes”.
             
            Estados Unidos 1994 y 2026
            En este “corrupto campo del deporte  organizado”, el colaborador de la Revista de la Universidad de México expuso  que nuestro país ha sido comparsa de Estados Unidos: es una complicidad para  dejarle 25 sedes del mundial de 2026, con sólo cuatro para Canadá y tres para  sí mismo. 
            No es la primera vez que sucede algo  así. En 1990, en el escándalo de los “cachirules”, rumbo al Mundial de Italia,  nuestra selección debió haber sido sancionada a nivel juvenil, y el castigo fue  consensuado a todos los niveles con las autoridades mexicanas para que Estados  Unidos pudiera asistir a Italia y preparar el mundial en donde sería anfitrión  cuatro años después. “Nos perdimos del mejor Hugo Sánchez de la historia”,  concluyó. 
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