En la Universidad Nacional se instaló el Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación (SUDIMER), que fomentará y coordinará los esfuerzos de investigación de la UNAM sobre esos temas, con la participación de equipos multidisciplinarios e interinstitucionales, dentro y fuera de esta casa de estudios.
Alberto Ken Oyama, secretario de Desarrollo Institucional, destacó que reunir esos tópicos en un seminario puede ser muy ambicioso, pues cubre muchos temas de gran envergadura. Además, incluye a 13 entidades universitarias e incorporará a más.
En la Sala del Consejo Técnico de la Coordinación de Humanidades, indicó que hay 24 seminarios en la UNAM, cada uno con actividad sobresaliente.
Al respecto, Alberto Vital, coordinador de Humanidades, resaltó la trascendencia de los trabajos que no inician con el Seminario, pero sí se coordinan de manera completa. Migración, exilio, desplazamiento interno y repatriación son temas fundamentales de nuestro tiempo, y esos conceptos deben articular una serie de reflexiones que los universitarios han hecho en sus respectivas entidades.
Luciana Gandini, coordinadora del SUDIMER, expuso que éste representa la formalización de un esfuerzo colectivo que recupera la experiencia previa de varias redes; no comienza de cero, cuenta con experiencia y enfrenta el desafío de aglutinar esfuerzos relativamente dispersos, que es importante conocer y reconocer en la UNAM.
El Seminario, acotó, incluye una diversidad de temas; reconoce la complejidad de las movilidades actuales, algunas poco estudiadas en México, como el desplazamiento interno. “Así, nos exige continuar con la investigación sobre temas tradicionales en la agenda migratoria, e incorporar otros más novedosos”.
Jorge Durand Arp Nisen, de la Universidad de Guadalajara, mencionó que la UNAM tiene una gama de perspectivas para ver el aspecto jurídico, económico, político, social, de salud y educación del fenómeno migratorio.
“Estamos en una nueva era: pasamos de la amnistía a la represión y sistemática persecución de los migrantes, no sólo en la frontera, sino al interior de la Unión Americana”.
Ariadna Estévez López, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, explicó que una agenda de migración forzada, enfocada en el asilo y el desplazamiento forzado, debería dirigirse a establecer líneas temáticas prioritarias y enfoques teórico-metodológicos críticos y novedosos.
Debemos preguntarnos si es cierto que sólo el narcotráfico o la violencia criminal provocan movilidad y voltear a ver otros fenómenos, como los megaproyectos económicos, la violencia sexual y la persecución política. “En los estudios que he hecho, he visto que hombres y mujeres no migran, se desplazan o exilian por las mismas razones; hay que considerar la trata, el tráfico sexual, el feminicidio y el incesto”, apuntó.
Fernando Lozano Ascencio, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), resaltó que se debe combatir la idea de que el desplazamiento, la movilidad, la migración y sus derivados, como las remesas, son palancas del desarrollo que sustituyen el papel del Estado.
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