Boletín UNAM-DGCS-541
Ciudad Universitaria
PROTEGEN
DE HURACANES
Un grupo de geógrafos,
hidrólogos y biólogos de varias instituciones educativas, coordinados por
Francisco Bautista Zúñiga, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental
(CIGA) campus Morelia, de
Tan sólo en el 2002, el huracán Isidoro causó en esa región daños por
más de 70 mil millones de pesos; además, derribó más de dos millones de árboles,
También, en 2005 Emily y Wilma arrasaron campos agrícolas e inundaron una
extensa superficie de áreas urbanas.
Por ello, las proyecciones serán útiles para tomar las medidas
pertinentes y prevenir esas catástrofes, toda vez que la región sur del estado
está amenazada por hundimientos, deslizamientos de terreno e inundaciones,
informaron los expertos, pertenecientes a las universidades de Quintana Roo,
Autónoma de Baja California Sur, además Bauhaus de Weimar, y de Jena, Alemania.
“En ese territorio no hay grandes montañas, sólo unas elevaciones de
terreno que alcanzan apenas
La península de Yucatán se conforma de tres ambientes geomorfológicos, el
litoral, de planicies costeras, con influencia marina, riesgo de intrusión
salina y contaminación del agua del acuífero; el karst, con rocas de carbonato de calcio, con extensas planicies y
lomeríos aislados, propensos a colapsos e incendios, y el tecto-karst, con
influencia del karst y de las
fracturas generadas por efecto de las plataformas.
“El tecto-karst genera formas negativas del relieve, como las lagunas,
los cenotes y las hondonadas propensas a las inundaciones; también da origen a
la aparición de formas positivas del relieve, como la sierrita de Ticul, que en
realidad es un lomerío alineado”, explicó Francisco Bautista Zúñiga.
Los especialistas consideran que las zonas de Yucatán son amenazadas permanentemente
por geodesastres de diferentes magnitudes y particularidades, que dependen del
potencial de riesgo marcado por la topografía, las condiciones ambientales del
lugar y la actividad humana.
Tras varios meses de trabajo, concluyeron que la región sur del estado
está seriamente amenazada por hundimientos y deslizamientos de terreno, pero
sobre todo por inundaciones.
Por efecto de estas últimas, las localidades de alto riesgo son San
Salvador Piste Akal, Tigre Grande, Blanca Flor,
“La alerta crece en la temporada de huracanes, cuya peligrosidad se ha
incrementado con el calentamiento global. Cada año, se presenta mayor
intensidad de lluvias y podría no estar lejano el día en que empiece a elevarse
el nivel del mar”, advirtió Bautista Zúñiga.
Los investigadores describieron con detalle y precisión los tipos de
relieve, entre ellos los de mayor riesgo de inundación, los valles interiores,
que corresponden a zonas cerradas dentro de un área de lomeríos altos.
Estos sitios se asemejan a microcuencas escalonadas con diferentes niveles de altitud (cuando uno se llena de agua, pasa el caudal al siguiente); los suelos son del tipo gleysol, stagnosol y vertisol. Son de drenaje deficiente y se conjuntan para provocar inundaciones.
Mientras, “el leptosol o suelo poco profundo
y de buen drenaje, es el que mayor superficie ocupa; debajo hay roca caliza,
semejante a una laja, extremadamente resistente a la erosión y, bajo ésta, otro
tipo de roca caliza, denominada de transición, no consolidada o litificada,
sino más bien arenosa (los antiguos mayas la llamaban sascab)”, explicó
Yameli Aguilar, también del CIGA.
Bautista Zúñiga acotó que los suelos del sur de Yucatán, por su alto
contenido arcilloso, se vuelven impermeables en eventos de lluvia extrema como
huracanes, y por largo tiempo llegan a permanecer inundados.
A su vez, Óscar Frausto y Thomas Ihl, de
Con ello, sería posible determinar la gravedad de otro de los problemas
ambientales en la región, la vulnerabilidad a la contaminación del acuífero. “Esto
es de gran importancia porque en la península se encuentra la mayor reserva de
agua del país”, apuntaron.
La investigación geohidrológica, realizada por Jobst Wurl, de
“El mayor peligro es la inundación progresiva de las cuencas
superiores, que desencadena un efecto de creciente torrencial de alta amenaza,
identificado en los huracanes de
De acuerdo a los expertos, las zonas de la entidad con mayor riesgo de
sufrir una inundación ocupan sólo el uno por ciento de la superficie total, y
corresponden a los municipios de Peto, Tekax y Tzucacab, ubicados en la
sierrita de Ticul, donde habitan más de 600 familias en situación de pobreza
extrema.
Además del
riesgo de inundaciones, existen otros como los incendios, igual de impactantes
para la población y las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, y los
colapsos de suelo, que afectan el tránsito por carretera y la vida urbana.
Bautista Zúñiga informó que “los periodos de sequía que se presentan
después de la temporada de huracanes hacen que extensas zonas selváticas y
costeras de la península de Yucatán queden a merced de los incendios. Uno de
los más grandes ocurrió en la zona limítrofe entre esta entidad y Quintana Roo,
en la primavera de 2006, luego de los huracanes de 2005. Consumió poco mas de
59 mil hectáreas de bosque tropical”.
Los mapas geomorfológicos permiten conocer la ubicación y
características de las zonas susceptibles a inundaciones; con ello, se pueden prevenir
o minimizar los riesgos a partir de una adecuada evaluación, toma de decisiones
y planificación de inversión en infraestructura adecuada.
“Estos cartas harán posible potenciar la previsión, no sólo en la
península de Yucatán, sino en otras zonas con características físicas,
económicas y sociales parecidas”, concluyó el universitario.
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