Boletín UNAM-DGCS-397
Ciudad
Universitaria
Julieta Ramos-Elorduy |
Los insectos son un recurso tradicional de la medicina mexicana y por
siglos han sido utilizados por las comunidades indígenas para curar diversas
enfermedades como cáncer, tos, quemaduras, infecciones, reumatismos e incluso
impotencia sexual.
Aunque en las urbes suelen ser exterminados, sus cualidades curativas
son más valoradas cada día, porque se ha comprobado que en su organismo
almacenan principios activos que obtienen de las plantas y flores con las que
se alimentan.
El hecho de ser usados
como remedio es sorprendente, porque la gente suele referirse a ellos de manera
despectiva o se busca su extinción; sin embargo, muchos de ellos contienen
sustancias que alivian ciertos malestares, aseguró la investigadora del
Instituto de Biología (IB) de
Al alimentarse los insectos almacenan o
"secuestran" propiedades de la flora, lo que los transforma en
"concentradores" de principios activos vegetales o compuestos
biodinámicos.
Una especie despreciada
Aunque constituyen el grupo dominante sobre la tierra (4/5 partes del
reino animal), los estudios en etnozoología son escasos. “No nos hemos
adentrado al mundo insectil y, por el contrario, lo hemos combatido”, aseguró.
A la fecha, se han reportado diversas especies de insectos medicinales:
210 en México, 149 en China, 48 en Brasil, seis en Cuba, y en
La mayoría pertenece al medio ambiente terrestre; de ellos, el 95.2 por
ciento es recurrente para aliviar padecimientos internos.
Se han aplicado en 352 afecciones respiratorias, renales, hepáticas,
estomacales, intestinales, parasitarias, pulmonares, bronquiales, del bazo, pancreáticas,
del aparato reproductor, renales, dermatológicas, endocrinas, inmunológicas y
del oído.
Los remedios indígenas tienen principios semejantes a los homeopáticos
y naturistas. “Se debe considerar que antes no se contaba con medicina social o
doctores, y los individuos se alimentaban y curaban con los recursos del lugar.
A base de error y prueba fueron conociendo sabores y efectos que ocasionaban”,
indicó.
Solos o mezclados
Ya sean enteros, molidos, en emplastos, infusiones o tostados son
indispensables en la medicina indígena o tradicional. Generalmente solos, pero
también se pueden mezclar con hierbas e incluso con lodo.
En el área rural, la miel de abeja se aplica en quemaduras o heridas
para evitar infecciones, porque contiene sustancias de tipo antibiótico e
inhibinas que evitan la proliferación de bacterias y hongos.
La miel que genera
“Las personas están acostumbradas a ir cada mes por un piquete de
abeja, sobre todo en épocas de frío y humedad, cuando se reactivan los síntomas
del reumatismos y los dolores de prótesis”. El pinchazo de avispa, acotó, se
aplica para histeria, menopausia y síntomas neurológicos.
También son empleados los gusanos de la tierra llamados Tlalomitl para la impotencia sexual, y
algunas personas ingieren a las abejas vivas con la misma finalidad.
Algunas larvas de moscas comen microorganismos y secretan antibióticos
o sustancias cicatrizantes; algunos insectos brindan frescura a la piel,
mientras que la miel contrarresta la resequedad, dijo.
Los grillos, cucarachas y abejorros son aprovechados para el dolor o
inflamación de la garganta; es probable que algunos posean sustancias
broncodilatadoras, así como antibióticos y vitaminas que ayudan al aparato
respiratorio.
Para los cálculos en la vejiga, se aplica la “teoría de la semejanza”,
en la que los femorales de la pata trasera de los tetigónidos (chapulines,
esperanzas, grillos) tienen la forma de una vejiga; probablemente posean
sustancias que provocan diuresis. Bajo la misma hipótesis, el gusano blanco
sirve contra la impotencia sexual.
Las cucarachas son utilizadas contra el cáncer, malestares estomacales,
tos y regeneración física. Los jumiles y las chinches sagradas de Taxco
combaten el bocio porque contienen abundante yodo, además de sustancias
analgésicas y anestésicas. Mientras, las chinches del género Thasus actúan contra la tosferina.
El piquete de hormiga se aplica cuando está deprimido el sistema
inmunológico, en caso de artritis o enfermedades en los huesos. Las mandíbulas
de
Algunos escarabajos en estado de larva contienen bacterias que ayudan a
la flora intestinal. Los pinacates o escarabajos tenebriónidos se hierven y
curan la tos de los niños.
En África, hay épocas en que la población sólo se alimenta de
chapulines porque consideran que, por su alto contenido vitamínico, contrarrestan
las hambrunas.
La grasa de las mariposas generalmente se aplica en las cuarteaduras de
los pies y labios, y el excremento de
Con la entrada de la
medicina social a las áreas rurales, este hábito ha empezado a disminuir porque
los jóvenes prefieren los nuevos fármacos; no obstante, en zonas conurbadas la
gente recurre cada día más a este tipo de remedios naturales, concluyó.
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Foto 01
Sean enteros,
molidos, en emplastos, infusiones o tostados, los insectos son indispensables
en la medicina indígena o tradicional. Generalmente, solos pero también se
pueden mezclar con hierbas e incluso con lodo.
Foto 02.
Aunque los
insectos constituyen el grupo dominante sobre la tierra, los estudios en
etnozoología son escasos, aseguró la investigadora del Instituto de Biología de