Boletín UNAM-DGCS-372
Ciudad Universitaria
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INDAGAN
La taurina es considerada un aminoácido singular porque no es
constituyente de ninguna proteína; es fundamental en la regulación del volumen
de las neuronas, y se afecta cuando ocurre un edema o hinchazón del cerebro, afirmó
Herminia Pasantes Ordóñez, investigadora emérita del Instituto de Fisiología
Celular (IFC) de
La bióloga y especialista en neurociencias ofreció
“Conocí a la taurina hace muchos años, cuando realicé mi doctorado en
el Centro de Neuroquímica de Estrasburgo, en Francia. Me llamó la atención
porque era una sustancia que parecía no tener una función importante, pero la
encontré en grandes concentraciones en zonas acuosas dentro de la célula y eso
provocó que me hiciera preguntas”, comentó.
La taurina es abundante en todos los tejidos de los mamíferos, y tiene
mayor concentración en el hígado, el corazón, las fibras musculares, el cerebro
y la retina.
Su nombre se deriva del latín taurus, que significa toro, porque fue aislada por primera
vez en 1827 de la bilis de ese animal por los científicos alemanes Friedrich Tiedemann y Leopold Gmelin.
Luego de años de trabajo en laboratorio para encontrar respuestas sobre
esta sustancia, que no participa en ninguna reacción metabólica ni se
metaboliza, descubrió que regula el volumen de las neuronas, mismas que
aumentan su tamaño cuando ocurre un golpe fuerte (traumatismo cráneo-encefálico),
o ciertas enfermedades cardiacas y renales.
Entre las aportaciones de Pasantes al estudio del edema está el
entendimiento de cómo se recupera el volumen de las neuronas. Con 46 años de
investigadora en esta casa de estudios, indaga la relación entre la taurina y
la trombina, una proteína de la sangre que participa en la formación de
coágulos en las heridas.
La trombina causa que las neuronas liberen taurina para recuperar su
volumen si el cerebro padece la ruptura de vasos sanguíneos como consecuencia
de un golpe fuerte.
Osmolitos: arrastre de agua
En su ponencia, la investigadora explicó que las células cerebrales
mantienen un equilibrio en el que participa cierto número de partículas
osmóticas disueltas en agua, en la misma cantidad de las que están en el
espacio extracelular.
“Cuando ocurren algunas enfermedades, como la insuficiencia cardiaca o
renal, este equilibrio se altera y, para restablecerlo, el organismo facilita
la entrada de líquido a las neuronas, aunque en una cantidad mayor, lo que provoca
que se hinchen”, explicó.
Pasantes, precursora mundial en el estudio de la taurina, descubrió que
la función de ese aminoácido se relaciona con el volumen celular.
“Uno de los momentos más importantes de mi carrera fue cuando supe que
era un compuesto relacionado con un osmolito, es
decir, con sustancias que arrastran agua. Cuando estudié esta posibilidad
resultó claro por qué encontraba, en zonas acuosas de las células grandes,
concentraciones de taurina”, recordó la investigadora.
Actualmente, se sabe que ese aminoácido es el osmolito
clave en la deshinchazón, que llevó a la investigadora emérita del IFC a
estudiar el edema cerebral.
Edema: entre el cerebro y el cráneo
El edema cerebral es la hinchazón de ese órgano, causada por la
acumulación de líquido en los espacios intra o
extracelulares del mismo.
“Uno de los problemas es que con el cambio en el contenido de agua en
la célula, al afectar la concentración de moléculas señal, se envían mensajes
equívocos que perturban la fisiología celular y la comunicación cerebral”,
detalló.
Otra afectación es que cuando ese órgano aumenta su volumen y toca al
cráneo, busca una salida y provoca dolor y riesgo para el paciente, concluyó.
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