Boletín UNAM-DGCS-284
Ciudad Universitaria
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A causa de la epidemia de influenza A H1N1, el Producto Interno Bruto
(PIB) del país podría caer entre 0.5 y uno por ciento en el presente año. Con ello,
México estaría ante una crisis de magnitudes similares a la de 1995, aseguró el
integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc)
de
Los efectos de la contingencia se producen cuando la economía mexicana
se encontraba ya en medio de la peor recesión desde hace 14 años, y la segunda
más grave desde
El integrante del Departamento de Análisis Macroeconómicos Prospectivos
y de Coyuntura del IIEc, recordó que a principios del
mes pasado, se anunció una caída del 4.8 por ciento del PIB para el presente
año, lo que implicaría la pérdida de 950 mil empleos.
Estas cifras, dijo, tendrán que actualizarse por los efectos de la
influenza, es decir, la caída del PIB ajustada por esta epidemia oscilaría
entre 5.3 y 5.8 por ciento a finales de año, y se perderían más de un millón de
empleos en este 2009, añadió.
Con ello, dijo Calva Téllez, estaremos ante una crisis de similares
proporciones a la de 1995, cuando el PIB cayó 6.2 por ciento.
El investigador detalló que hasta ahora las estimaciones oficiales de
la caída a consecuencia de la influenza han oscilado entre 0.3 y 0.5 por ciento
del PIB. Son valoraciones provisionales y es necesario considerar que la experiencia
histórica mexicana internacional suele tener una segunda y hasta tercera olas,
que no están siendo consideradas.
Además, se podría registrar un efecto más prolongado en la caída de
actividades sensibles al miedo y al contagio, en especial las turísticas. Si
bien los ingresos por este sector ya se habían mermado por la recesión
internacional, ahora han caído en forma dramática, y es probable que esos
miedos provoquen una reducción considerable de visitantes, anticipó.
Ello se suma a las pérdidas que pueden registrarse en otros sectores
específicos de la actividad económica, como la porcícola, que evidentemente verá
afectadas sus exportaciones, sostuvo el economista universitario.
José Luis Calva subrayó que el tiempo que tarde nuestro país en recuperarse
de esta situación, dependerá de las políticas fiscales y monetarias que se
apliquen.
Cuando se presentaron los pronósticos de una disminución de 4.8 en el
PIB para 2009, se sugirió una política fiscal expansiva, que si comenzara a
aplicarse desde el presente año, reduciría la caída a 2.4 y permitiría un
crecimiento superior al dos por ciento para el 2010.
Incluso, refirió, los organismos financieros mundiales, en especial el
Fondo Monetario Internacional, han recomendando una política fiscal expansiva, de
gasto público adicional y una inversión del dos por ciento del PIB, que podría
ampliarse en caso que la caída del Producto sea mayor, como en el caso de
México.
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