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06:00
hrs. 3 de abril de 2009
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Boletín UNAM-DGCS-194
Ciudad
Universitaria
Pie
de foto al final del boletín
AL AÑO, MUEREN EN
EL MUNDO DOS MILLONES DE PERSONAS POR EFECTOS CONTAMINANTES
- Según la OMS, concentraciones relativamente bajas de
ozono, partículas y contaminantes conexos pueden tener efectos importantes
en las vías respiratorias y cardiacas
- Por los combustibles fósiles, la composición
atmosférica no es la misma que hace 100 años, explicó Víctor Magaña
Rueda, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) calcula que cada año perecen, de manera prematura, dos millones de
personas en el mundo por la polución. Incluso concentraciones relativamente
bajas de ozono, partículas y contaminantes conexos pueden tener efectos
importantes en las vías respiratorias y cardiacas, particularmente en los
países en desarrollo, señaló la investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA)
de la UNAM,
Carolina Neri Vidaurri.
Las mediciones de la calidad del aire son una buena estrategia para
emitir alertas tempranas y controlar el peligro ocasionado por los poluentes atmosféricos, señaló la especialista en geografía.
Además, recalcó que a medida que las ciudades se expanden, la
degradación del aire afecta a más personas. Aproximadamente la mitad de la
población del orbe vive en grandes metrópolis que carecen de sistemas que vigilen
adecuadamente el enrarecimiento ambiental.
en ese sentido, el investigador del CCA, Víctor Magaña Rueda,
indicó que la composición de la atmósfera no es la misma de hace 100 años,
porque las emisiones por la quema de combustibles fósiles han alterado el
ambiente.
El entorno respirable ha sido ensuciado de tal forma que cada
inhalación introduce partículas dañinas al organismo, como revelan enfermedades
que recientemente se han agravado.
Al participar en el encuentro titulado Día Meteorológico Mundial.
El tiempo, el clima y el aire que respiramos, el académico resaltó que todas las actividades humanas tienen el
suficiente potencial como para perturbar la composición química del ambiente, fenómeno
que deriva en problemas de salud y climáticos.
“Uno de los responsables de la pérdida de la calidad del aire, además
de la mancha urbana, es el transporte, que no ha modificado sus tecnologías de
quema de combustible”, explicó.
En el salón de actos Adolfo Sánchez Vázquez
de la Facultad
de Filosofía y Letras (FFyL), el catedrático expuso
que uno de los fenómenos que despejan de manera notable el aire del Valle de
México es el denominado “norte”, que consta de circulaciones de escala
sinóptica que producen fuertes vientos.
A su vez, el académico del CCA, Agustín García,
apuntó que los contaminantes atmosféricos se clasifican en dos categorías: los “de
criterio”, que sirven para conocer la calidad del aire en determinada región (uno
de ellos es el plomo) y los “tóxicos atmosféricos”, sustancias cancerígenas
como benceno, formaldehído, asbesto,
carnio y cromo.
En compañía de los investigadores del Colegio de Geografía de la FFyL,
Francisco
Hernández y Leticia Gómez, García mencionó que este tipo de
sustancias tienen efectos negativos en la salud. El ozono por ejemplo, provoca disminución
en la capacidad pulmonar; el plomo daña el sistema neuronal, y otras partículas
afectan el sistema cardiaco y vascular.
Según el estudio más reciente del Proyecto Milagro, en la zona central
del país hay más de tres mil industrias y son cuatro millones los automóviles que
circulan en la Zona Metropolitana,
que al consumir alrededor de 20 millones de litros de gasolina y diésel ocasionan
que el ozono sobrepase la norma permitida aproximadamente 220 días al año.
Finalmente, destacó que el sector transporte contribuye con 98 por
ciento del monóxido de carbono, 40 por ciento de hidrocarburos y 80 por ciento
de óxido de nitrógeno.
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FOTO 01.
Francisco
Hernández, Agustín García, Víctor Magaña Rueda y Leticia Gómez advirtieron
sobre el riesgo que implica la polución para la salud humana.
FOTO 02
Carolina Neri Vidaurri explicó que medir la calidad del aire sirve para
emitir alertas en situaciones de enrarecimiento ambiental y evitar que las
personas se expongan innecesariamente a los contaminantes.