Boletín UNAM-DGCS-123
Ciudad Universitaria
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de foto al final del boletín
EN MÉXICO,
HOMBRES Y MUJERES ESTABLECEN RELACIONES DESTRUCTIVAS
·
En el país una de cada tres féminas es
sometida a abuso emocional severo, y en 10 por ciento de los casos la violencia
es considerada grave
·
El problema tiene sus raíces en factores
sociales, afirmó la profesora de
·
Históricamente, la concepción del amor se
transforma, pues está sujeta a cambios sociales, indicó el integrante del
Instituto de Investigaciones Filosóficas,
·
Los inmiscuidos en estas situaciones
piensan que debe haber emociones fuertes para sentirse enamorados, mencionó el
profesor de
En México muchas mujeres y, en menor proporción hombres, se encuentran
inmersos en relaciones víctimas de abuso y maltrato constante pero, aunque están
conscientes, se niegan a terminar con ese vínculo patológico.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el país más
de tres mil parejas se divorcian al año y en la mayoría de los casos la causa es
la violencia intrafamiliar.
Cifras oficiales estiman
que una de cada tres féminas es sometida a abuso emocional severo y, en 10 por
ciento de los casos, es considerado grave.
Esta situación se ha
analizado desde el punto de vista psicológico, pero se relaciona en mayor
medida con una cuestión social, pues la relación de pareja se establece de
manera inequitativa, desigual y jerárquica, destacó la profesora de
Una asociación donde se
vive la injusticia es el matrimonio, pues la forma en que está estructurada la
sociedad, indica que las mujeres son inferiores al hombre, y cuando se
establece una unión, automáticamente la calidad de ellas baja, pierden
autonomía y, en consecuencia, su proyecto de vida, refirió.
Por su parte, el integrante
del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIF),
El amor, agregó, es
producto del desarrollo evolutivo y, por tanto, tiene componentes que son parte
de la naturaleza de los seres humanos; sin embargo, los conceptos de esta
emoción están influenciados por aquello que se considera amable y bello. Generalmente,
la gente tiende a enamorarse de quienes siguen los modelos o patrones
establecidos por la colectividad.
A su vez, el profesor de
Por ello, desde el nacimiento se establecen vínculos que, en buena
medida, determinan la forma de relacionarse y se queda atrapado en la necesidad
de una reciprocidad. “Se significa, se reconoce a sí mismo y se da valor y
autoestima, dependiendo de los afectos que se establezcan con los demás”,
señaló.
La gente se queda en una relación que no le satisface del todo para
tener éxito, pues considera que la longevidad se lo proporcionará, independientemente
de lo que suceda en el interior.
Así, regularmente se
forman expectativas y, en las relaciones destructivas, muchas veces se vive con
la idea que debe haber emociones fuertes para saber que se está realmente
enamorado, apuntó.
En las uniones destructivas las mujeres son las más afectadas. Según
resultados de
Esto tiene un trasfondo
social, pues por lo general a ellas las educan desde niñas, para pertenecer a
otros: buena madre, ama de casa y esposa, lo que le significa ser la base de la
familia en un rol de dar sin recibir, manifestó Grajales Valdespino.
Con los años, apuntó,
estas estructuras sociales se convierten en mentales: si a alguien se le señala
constantemente una inferioridad, el individuo llegará a asumirla e internalizarla.
Por ello, la codependencia
se presenta con mayor frecuencia en las mujeres pues, por razones emocionales,
sociales o físicas, no pueden romper con ese vínculo, y ello deriva en
relaciones destructivas.
La sociedad estructura féminas
desvalorizadas, subordinadas, explotadas en el propio ámbito familiar, que
buscan ser amadas, apoyadas y no ser abandonadas.
En opinión de
Visto así, apuntó, se le puede considerar como una serie de estados
mentales que se tienen acerca de un objeto; existen contextos en los que puede
ser algo gozoso, que lleva a la superación personal y llena la vida.
Pero también hay situaciones en las que se establecen relaciones
destructivas, enfermizas, patológicas y dañinas. Entonces, el amor puede ser
positivo o negativo, dependiendo de los vínculos que se formen, recalcó el
especialista en filosofía de la mente.
Para Díaz Loving, la mayoría de las personas no saben con claridad qué
es una relación saludable, cómo se construye y cómo desarrollarse alrededor de
ella.
Si se tiene un bagaje mal construido y la necesidad de ser parte del
otro para lograr una identificación propia, entonces el pronóstico es complejo,
más aún si estando inmersos en la relación no se sabe cómo mantenerla, pues se
empieza a volver dañina, abundó.
Son destructivas, precisó, porque laceran a los involucrados, no hay
una posibilidad de desarrollo ni crecimiento. La persona se vuelve
esclavizante, obsesiva, celosa y si su pareja no le presta la atención suficiente
para mantener su ego y autoestima a buen nivel, la contraparte se torna violenta
y grosera.
Entonces se piensa que no hay amor sin sufrimiento y frecuentemente el
vínculo termina en tragedia; pero los implicados no superan la situación porque
no encuentran la forma de explicarle al resto del mundo que no tuvieron éxito
para lograr un lazo estable y duradero”, aseveró.
Con frecuencia los conflictos se presentan en el noviazgo, pero se piensa
que con el matrimonio o la unión libre cambiará la situación; no obstante, hoy
día se sabe que la mejor predicción de la conducta futura es actuar en el presente.
Es así como se inicia una relación destructiva: se crea un círculo vicioso de donde
no se puede escapar y se pretexta el tiempo invertido, acotó.
A su vez, Grajales Valdespino consideró que las conductas y actitudes
destructivas se dan en variadas relaciones, pero en las de pareja tienden a ser
fácilmente reproducidas.
Una mujer que ha sido
violentada, asume una actitud servil, está aislada y sufre codependencia,
presenta baja autoestima e inseguridad y, en consecuencia, sus descendientes
serán personas disfuncionales, alertó.
¿Problema sin salida?
Desde el punto de vista
del trabajo social, una forma de intervención es lograr que las féminas, de
manera indirecta, externen sus problemas de pareja.
Una vez que se haya
reconocido la relación destructiva, se puede tratar en sesiones grupales que brindan
la posibilidad de conversar con otras mujeres que han estado en una situación
similar y salieron adelante, detalló la especialista.
Cuando se asiste a un
grupo, se asume como persona importante y valiosa, que puede ejercer sus
derechos; ante esa nueva actitud, su pareja también reacciona de manera
positiva, aseguró.
Al respecto, Díaz Loving comentó que la forma más adecuada de enfrentar
la situación es a través de programas educativos, pues cuando se vive una
relación violenta es más difícil resarcir y resolver los eventos pasados.
Se debe instruir a los individuos para que haya comunicación, para que
aprendan a apoyar, a tener vínculos equitativos y constructivos antes de
establecer un lazo afectivo; así no se buscará resolver las necesidades, sino entablar
una relación donde se ofrezca una serie de beneficios y opciones a la pareja y
construir un entorno sano, subrayó.
Se debe tomar en cuenta que siempre habrá altibajos y momentos en los que
cada parte desee tener su propio espacio, colaborar en lugar de competir y
establecer mecanismos de negociación, concluyó.
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Foto 01.
Rolando Díaz
Loving, de
Foto 02
El amor es un
sentimiento que no viene en estado puro, lo acompañan otras emociones como el
miedo, el odio, el resentimiento, la tristeza y los celos, entre otros, señaló
Foto 03
Socialmente, las
mujeres son inferiores al hombre, y cuando se establece un vínculo matrimonial
pierden autonomía y su proyecto de vida, indicó