Boletín UNAM-DGCS-110
Ciudad
Universitaria
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DESCONOCIDAS Y
DESAPROVECHADAS, LAS ALGAS DEL PAÍS
·
Aún se ignora cuál es la diversidad presente en más de tres
cuartas partes de los litorales y en 95 por ciento de las aguas continentales
de México
·
Son importantes por su valor evolutivo,
ecológico, alimenticio y comercial, dijeron
·
Compuestos producidos por estos organismos
están presentes
en condimentos, bebidas, quesos, dulces, pinturas, cementos, adhesivos,
barniz de uñas, suplementos alimenticios, cápsulas y suspensiones antibióticas
Aún se desconoce cuál
es la variedad de algas presente en más de tres cuartas partes de los
litorales y 95 por ciento de las aguas continentales mexicanas. No sólo se
ignora cuántas especies hay, sino que existen pocos centros dedicados a
investigar su uso; se trata de un importante recurso subaprovechado,
consideraron investigadores de
A esos organismos, se debe 60 por ciento del oxígeno respirable y son
base de la cadena alimenticia y, para sorpresa de muchos, sus compuestos se
encuentran en múltiples productos alimenticios, industriales y farmacéuticos
que se consumen a diario.
La trascendencia de las algas, uno de los organismos más antiguos del
planeta, y utilizadas en la época prehispánica, no sólo radica en las funciones
ecológicas que realizan, sino en su importancia alimenticia y comercial,
señalaron
¿Plantas, bacterias o…?
Bajo el término “algas” se agrupa a una gran cantidad de organismos. Se
estima que en el mundo existen alrededor de 40 mil especies, aunque algunos
autores opinan que podrían ser hasta 250 mil e incluso más, dijo el científico.
Las variaciones en estos cálculos son explicables porque aún falta
mucho por conocer de su diversidad en los ambientes acuáticos y/o por las
limitaciones metodológicas. En México, la cifra de especies de macroalgas
marinas descritas, se calcula en aproximadamente dos mil, abundó la experta.
Todas ellas, como apuntó en
Son un conjunto extremadamente variable de organismos fotosintéticos.
Las algas no evolucionaron a partir de una descendencia común y, por ello, no
hay un conjunto de caracteres unificadores, es decir, no hay solo un patrón
estructural básico. A partir de ancestros diferentes, hubo respuestas similares
a presiones de selección semejantes, que dieron como resultado caminos
evolutivos paralelos, aclaró el autor.
Los registros más remotos que hay de estos seres datan del Arqueozoico-Proterozoico;
el fósil más antiguo es precisamente el de un alga, una cianobacteria de
aproximadamente tres mil 500 millones de años, que junto con las
arqueobacterias fueron las primeras formas de vida en el planeta. Se trata de
un organismo sin núcleo, cuyo material genético está disperso en la célula y,
por ello, es llamado procarionte, explicó Godínez Ortega.
Las algas tienen una importancia evolutiva fundamental, añadió Hilda
León. Por ser los primeros organismos fotosintéticos liberadores de oxígeno,
incluidas las cianobacterias y algas eucariontes (con núcleo celular que
contiene el material genético), fueron responsables de transformar la atmósfera
original de
Todas las variedades requieren luz solar.
Por ello, en el mar, la mayoría se encuentra en la zona fótica o capa superficial,
hasta 50 ó
Pero las algas no sólo habitan en el
océano, sino en sistemas continentales como lagos, presas o ríos e, incluso,
terrestres, en ambientes generalmente húmedos, sobre los troncos de los
árboles, piedras o construcciones, en el suelo o asociadas con plantas y
animales, refirieron los investigadores.
Por su variedad, estos organismos no forman parte de un solo reino,
sino de varios: de las bacterias, en el caso de los procariontes, y el de los Protista,
Plantae y Chromista, en el de los eucariontes, apuntó Godínez
Ortega.
Sus ciclos de vida y formas de reproducción (sexual y asexual) son
variados, lo mismo que sus colores; por ejemplo, pueden ser verde-azules, rojas, verdes,
doradas, verde-amarillentas o pardas. Son, como señala el especialista, un
“grupo de grupos” que forman una unidad ecológica.
Además de producir oxígeno son alimento de muchos peces, sobre todo el
fitoplancton, base de la cadena alimenticia y sustento de herbívoros
vertebrados e invertebrados. También son refugio de muchos organismos, como
peces y crustáceos, y sitio de colocación de huevos y larvas de diferentes
invertebrados y otros animales, precisó León.
Las algas coralinas arrecifales o calcáreas son capaces de captar
dióxido de carbono (CO2), que convierten en carbonato de calcio, de
particular relevancia si es considerado en el contexto del cambio climático
actual y el efecto invernadero, añadió el integrante del IB.
Recursos aprovechables
En Oriente, las algas son parte de la dieta tradicional, y en México
son utilizadas desde la época prehispánica. El tecuitlatl, el amomoxtli
y el cocolin de los aztecas estaban
compuestos, principalmente, por cianobacterias que crecían en el Lago de
Texcoco y otros cuerpos lacustres de
Se trata de
Los antiguos mexicanos la colectaban, secaban y almacenaban para
elaborar tamales, refirió el científico; también se espolvoreaba en tortillas y
otros alimentos, como condimento. No obstante, esta tradición que continuó
hasta no hace mucho, se ha perdido por problemas como la reducción del volumen
de agua de los cuerpos lacustres y la contaminación.
En general, las algas verde-azules frescas, tienen 14 por ciento de
proteína, cantidad similar a la de la soya, 28 veces más calcio que las
espinacas y 30 veces más fósforo que cualquier vegetal.
En tanto, en el Golfo de California, los seris tenían una tradición de consumo de algas marinas, las usaban para elaborar diversos objetos de uso cotidiano, entre ellos juguetes, relató Hilda León.
Mientras naciones como Japón, Francia, China, Chile, Perú o Filipinas
ven a las algas marinas como una posibilidad para producir alimentos como
sopas, botanas, ensaladas o condimentos. En México, se desperdician cada año
más de 250 mil toneladas, pues se les considera, en algunos casos, una plaga
que ensucia las costas.
Peor aún, de
Aunque no lo notemos,
los productos de las algas están presentes en la vida cotidiana más allá de lo
imaginable. León Tejera mencionó que de las rojas se extraen
carragenanos, y de las pardas o cafés alginatos, ambos productos utilizados en
las industrias farmacéutica y alimenticia; por ejemplo, de las rodofitas
(rojas) se obtiene el agar, en el que se cultivan bacterias en laboratorios y
hospitales.
Asimismo, de los bosques gigantes marinos del denominado “sargazo
gigante”, Macrosystis pyrifera,
ubicados en Baja California, se cosecha una variedad de la que se extrae un
coloide que se utiliza para producir el ácido algínico o alginato de sodio.
La algina, también usada en la industria farmacéutica, es un polvo con
cualidades de “espesante” o emulsionante y da textura suave y agradable a alimentos
como helados o la crema chantilly de los pasteles.
“Esas algas se cosechan por toneladas mediante una poda superficial,
aunque se van directo a Estados Unidos, para extraerles el ácido algínico”,
relató José Luis Godínez.
Otros productos donde están presentes los alginatos son diferentes
condimentos, bebidas de frutas, cerveza, quesos y dulces; pero también en
pinturas con base de agua, cementos para construcción, adhesivos y hasta en
barnices para uñas, lo mismo que en tabletas y suspensiones antibióticas,
pastas de dientes, ungüentos y mascarillas faciales.
De manera más reciente, expuso Hilda León, se ha propuesto la
utilización de las algas como bioindicadores de distintas condiciones
ecológicas o para la obtención de biocombustibles, destacando como ventajas su gran eficiencia
(100-1000 veces mayor a la obtenida con soya y otras plantas) y un alto consumo
de CO2, aspecto importante considerando el cambio climático global.
Los géneros Scenedesmus,
Chlorella, Botryococcus (Chlorophyta), Chlorococcum
(Chlorophyta), Spirulina o Arthrospira
y Phormidium (Cyanobacteria) son
destinados para la nutrición animal o humana, para la acuacultura, los biofertilizantes,
los biocombustibles, las lagunas de oxidación y la remoción de metales pesados,
añadió José Luis Godínez.
Para aprovechar la riqueza del país en este ámbito, pero de un modo
sustentable, el curador de
En diversas instituciones de educación superior y de investigación
mexicanas ya se trabaja para determinar cuál es la factibilidad de estos organismos
para ser explotados. En los próximos años, se espera cultivarlas en medios
naturales y masivos, como en Japón, China y Filipinas con especies usadas en la
gastronomía, especialmente para platillos como el sushi.
Desde el punto de vista de la biotecnología sobre todo en Europa, Estados Unidos y el lejano Oriente, se realizan estudios para la detección y la obtención de productos para frenar la división en células cancerosas y combatir otras enfermedades mediante la extracción de compuestos de distintos tipos de organismos, entre ellos cianobacterias y otras algas, aunque, aclaró Hilda León, ese aspecto no es tan conocido ni está desarrollado en México.
La universitaria explicó que en algunos casos ciertas algas pueden ser
dañinas, cuando se producen las llamadas “mareas rojas”, es decir, cuando se
presentan grandes crecimientos de poblaciones que resultan tóxicas, no sólo
para otros organismos marinos, sino terrestres, como el ganado y los humanos.
Está conformada por alrededor de cuatro mil ejemplares, que van desde
los unicelulares hasta los gigantes, y actualmente, se trabaja en la
catalogación digital de los ejemplares, concluyó
En el caso de
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Foto 01
Las algas fueron
parte de la dieta diaria de los pueblos prehispánicos, pero hoy la costumbre se
ha perdido, pues la merma de volumen en lagos y la contaminación dificultan la
obtención de Arthrospira (Spirulina) platensis, señaló el curador
Foto 02
Hilda León Tejera
aseguró que, además de diversas aplicaciones en la industria, las algas tienen
gran potencial como bioindicadores o para la elaboración de biocombustibles.
Foto 03.
Se investigan las
propiedades de explotación de estas especies y su factibilidad en el cultivo, y
se espera que en un futuro México desarrolle esta actividad en forma masiva, como
Japón o China.