Boletín UNAM-DGCS-052
Pie
de foto al final del boletín
INGRESA
INVESTIGADORA DE
●
Ascensión Hernández Triviño ocupa
●
Los académicos reconocieron los méritos catedráticos y literarios de la
profesora universitaria
●
En su discurso, la escritora reconstruyó el nacimiento de la tradición
gramatical mesoamericana y explicó el porqué de su importancia en la historia
de la filología
Española de nacimiento y
mexicana por voluntad, la catedrática
y escritora Ascensión Hernández Triviño ingresó a
En sesión pública solemne, que tuvo como invitado de honor al rector José Narro Robles, se le entregó el diploma correspondiente y se le dio la bienvenida por sus “conocimientos lingüísticos y méritos literarios”.
Su abundante producción ha merecido varios reconocimientos y los ejes de su trabajo son la diáspora española, la presencia hispana en el mundo contemporáneo y la cultura náhuatl.
En el auditorio de
La segunda, por integrarse a
En
"Es un honor que me asignen la silla que ocupó
Salvador Elizondo” y antes que él
Ahí, reflexionó sobre la teoría gramatical generada en el Nuevo Mundo, cuando un grupo de misioneros trató de evangelizar en lenguas americanas.
El reto era grande, pues éstas eran diferentes de las indoeuropeas y las semíticas, y las categorías grecolatinas no resultaban suficientes para explicarlas.
Pero la respuesta fue notable y los misioneros se
convirtieron en lingüistas espontáneos y crearon nuevos paradigmas que dieron
germen a la tradición mesoamericana que enriqueció la doctrina gramatical que,
hoy, tiene personalidad propia en
Hernández Triviño relató que los primeros años de España en América no
fueron propicios para entablar diálogo con los indígenas; pero después de la
caída de Tenochtitlán, tres franciscanos abrieron escuelas en Texcoco y México: los frailes Pedro de Gante, Juan de Aora y Juan de Tecto, quienes aprendieron
de los niños diversos idiomas; de esta manera, anotando por letras sonido tras
sonido y palabra tras palabra, redactaron incipientes glosarios y reglas rudimentarias.
“El regalo divino de las lenguas se hizo palabra, y con ella se acercaron dos culturas radicalmente diferentes. Así, la enseñanza en la escuela fue una senda para dar los primeros pasos y adentrarse en la morada de las nuevas hablas.”
Pero el don requerido para predicar y escribir con soltura cualquier lenguaje va más lejos, pues implica conocer el perfil morfológico de cada voz y su forma de ensamblarse con las demás, y aun más, requiere transformarlo en signos escritos.
En definitiva, se necesitaba elaborar gramáticas para comprender, enseñar y escribir textos que perpetuaran la forma de comunicarse de los nativos. Así, el franciscano Andrés de Olmos creó un nuevo modelo para redactar su Arte de la lengua mexicana, en 1547.
Además de las fuentes latinas, en la obra se advierte la presencia de una reflexión gramatical mesoamericana: se anuncia el nuevo paradigma, una ruptura para introducir los rasgos propios del náhuatl.
Pero sería Fray Maturino Gilberti, quien concluiría esta misión en su Arte de la lengua de Michuacan, texto publicado en 1558. Se trata de la primera gramática del Nuevo Mundo, editada en lo que hoy es América.
“Un grupo de misioneros trazó nuevos senderos y conformó una tradición gramatical mesoamericana que en los siglos siguientes creció hasta formar un capítulo en la historia de la lingüística”, finalizó la experta.
En su oportunidad, Diego Valadés,
censor estatutario de
“Los integrantes reiteramos, ahora en público, nuestra
efusiva acogida a quien ha llegado para sumar su inteligente y diligente
actividad a las tareas de
En el acto, estuvieron presentes distinguidos miembros de
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Foto 01.
Los miembros de