Boletín UNAM-DGCS-786
Ciudad
Universitaria
LOS MIGRANTES MEXICANOS
MUY LEJOS DE LOS SALARIOS DE BLANCOS NO-HISPANOS
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El tiempo de residencia en Estados Unidos
es un factor que determina sus condiciones laborales, aseguró la académica del
Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), Maritza Caicedo Riascos
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Sin embargo, no han logrado los beneficios
que tienen los trabajadores nativos blancos no-hispanos, aseguró
·
Éstos últimos, reciben 16.7 dólares por
hora, en comparación con un mexicano de reciente arribo, que percibe 8.7
dólares; mientras que uno de tercera generación gana 12.8 dólares
En Estados Unidos, existen diferencias radicales entre los mismos
paisanos, pues el tiempo de residencia en aquel país es un factor que determina
las condiciones laborales de los inmigrantes e influye para mantener o
desaparecer desventajas económicas.
Sin embargo, aunque con el tiempo logran superar algunas desigualdades
salariales, no han obtenido los beneficios que tienen los trabajadores nativos
blancos no-hispanos, aseguró la académica del Instituto de Investigaciones
Sociales (IIS) de la UNAM, Maritza Caicedo Riascos.
Muestra de ello es que un mexicano que ha vivido menos de 10 años en la
nación vecina –considerado de reciente arribo–, suele realizar los trabajos que
tienen menor valor social para esa población, es decir, el 52.8 por ciento de
ellos labora como obrero en la industria, en la construcción, o en
mantenimiento, dijo.
A diferencia de los mexicanos considerados de tercera generación, que
nacieron en EU, pero que se identifican de origen mexicano, ocupan el 25.9 por
ciento en esos sectores.
Mientras que de los nativos blancos, sólo el 20.6 por ciento es obrero.
La razón, explicó, es que el 38 por ciento suele obtener los empleos mejor
remunerados, pues son contratados como ejecutivos y sólo el 4.2 de mexicanos de
reciente llegada puede acceder a ellos, indicó.
Esta situación provoca que varíen los ingresos percibidos. Los blancos
no hispanos reciben 16.7 dólares por hora; en comparación con un mexicano
recién incorporado, que percibe 8.7; mientras que uno de tercera generación,
12.8.
Ante el panorama, es evidente que las condiciones laborales de los
migrantes dependen, en buena medida, del tiempo que lleven de radicar en ese país;
no obstante, la situación nunca llega a igualarse con respecto a la población
nativa blanca, señaló.
También, destacó que existen diferencias entre ellos mismos, pues las
mujeres reciben menores ingresos en comparación con los varones. El salario que
reciben las féminas nativas, con relación al que percibe el sexo opuesto, es de
14.4 dólares por hora; en cambio, para las mexicanas de reciente arribo el pago
es de 7.2 dólares, y 12.1 para las de la tercera generación.
Esta situación demuestra que existe discriminación en
El 55 por ciento de los hombres estadounidenses cuentan con estudios a
nivel de preparatoria, mientras que en las mujeres es del 56 por ciento,
abundó.
En el caso de los inmigrantes de reciente llegada, el porcentaje se
coloca en 10 y 14 para hombres y mujeres, respectivamente. Sin embargo, para la
tercera generación, el 36.7 de los hombres y 37.3 de las mujeres cuentan con
estudios superiores.
Desde el punto de vista económico, la teoría de las preferencias en
Esa diferencia genera una mayor oferta de mujeres en faenas
tradicionalmente femeninas, en consecuencia, a mayor oferta, los salarios son
inferiores. Además, señaló, la tasa de desempleo para las trabajadoras
inmigrantes recientes es de 8.3 y para los hombres de 3.8 por ciento.
De acuerdo al Censo de Población y Vivienda de los EU, en 1970 había
866 mil 38 inmigrantes mexicanos viviendo en aquel país. De
Además, según la Encuesta Continua de Población, los mexicanos que radican
en la nación vecina constituye más del 50 por ciento de los inmigrantes latinoamericanos
y caribeños, y han crecido significativamente, pues en 1970 la población era de
el 45.6 por ciento; en 1980, del 50.7 por ciento; en 1990, del 51, y en el
2000, alcanzó el 57.1.
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Foto 01.
Maritza Caicedo, del IIS de