Boletín UNAM-DGCS-682
Ciudad Universitaria
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de foto al final del boletín
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La crisis económica y financiera por la que atraviesa Estados Unidos,
podría propiciar el regreso de más de un millón de paisanos que abandonaron México,
en busca de un mejor nivel de vida, aseguró la académica del Instituto de
Investigaciones Económicas (IIEc) de
En consecuencia, el
monto anual de las remesas que los connacionales mandan al país, se reducirá hasta
un 20 por ciento, con respecto a 2007. Tan sólo en agosto, el flujo de esos envíos disminuyó 12 por ciento, en
relación al mismo mes del año pasado.
Según el Banco de
México, detalló, en los primeros ocho meses de este año, la nación había
percibido 15 mil 533 millones de dólares (mdd) por ese concepto, mientras que en
2007 el monto total fue de 23 mil 970 mdd.
El año pasado, las remesas registraron un avance del dos por ciento, cuando
tradicionalmente su tasa de crecimiento había sido cercana al 20 por ciento, comentó.
De de acuerdo con el Spanish
Center, desde 2005, cuando se estimaba que 800 mil mexicanos abandonaban el
territorio cada año para irse al país vecino del norte, comenzó a bajar el
flujo de indocumentados, y hoy sólo se van unos 500 mil.
Genoveva Roldán
subrayó que tanto la caída de las remesas, como el regreso de los coterráneos,
tendrán incidencia en la economía mexicana, lo que se reflejaría en la
agudización de conflictos sociales y económicos de un sector importante de la
población, que verá agravada su pobreza.
“La nación no está
preparada para dar cobijo a los miles de migrantes que podrían regresar, pues si
no tiene la capacidad para solucionar los problemas de desempleo de la población
económicamente activa no migrante, menos la tendrá para los que retornen”,
reconoció.
No sólo se trata de ocuparlos,
sino que estén bien remunerados, pero ese es otro problema de la economía
mexicana, que además no ha sido capaz de generar contratos seguros, estabilidad
y prestaciones, acotó.
Las tendencias
actuales de movilidad humana revelan que las entidades que tradicionalmente han
sido expulsoras, como Guanajuato, Michoacán, Zacatecas y Jalisco, se verán
afectadas, ya sea por el regreso de los connacionales, o por la disminución de
las remesas.
Sin embargo, aclaró, el
monto de los envíos no puede compararse con los ingresos petroleros, que pueden
servir para inversión productiva, infraestructura y para promover el
crecimiento del país.
Esos fondos, cuyo
total apenas representa el tres por ciento del Producto Interno Bruto –en El Salvador
constituyen cerca del 20 por ciento–, llegan al seis por ciento de las familias
mexicanas. Además, 30 por ciento de ese capital va a 500 municipios de alta
marginalidad –80 por ciento se destina al consumo directo: vivienda,
transporte, salud y educación–, y al disminuirlo, se reducirá el consumo en esos
núcleos.
Sin embargo, en el
ámbito local, los dólares recibidos en estados como Michoacán, Guerrero,
Jalisco o Guanajuato, llegan a representar el 10 por ciento de su PIB, o más, concluyó.
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FOTO 01.
La académica del
Instituto de Investigaciones Económicas de