Boletín UNAM-DGCS-673
Ciudad Universitaria
Pie
de fotos al final del boletín
PARA EL 2020,
·
Cerca de 121 millones de personas la padecen, aseguró la investigadora
del CEIICH, Teresa Ordorika Sacristán
·
Las mujeres son las más afectadas, con una prevalencia de dos o tres por
un varón, dijo
·
Las situaciones de opresión y condiciones de vida inequitativas que
padece el sexo femenino, explican la mayor incidencia, añadió
Actualmente, la
depresión se ha convertido en una preocupación social y se estima que cerca de 121
millones de personas la padecen en el orbe, y unas 450 millones sufren
trastornos mentales. Así, para el año 2020, esa enfermedad será la segunda
causa de discapacidad mundial, sólo superada por enfermedades cardiovasculares,
aseguró la académica del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de
Las mujeres tienen
mayor incidencia, pues por cada dos o tres féminas deprimidas, hay sólo un hombre;
en cuanto a los trastornos mentales, la cifra es equilibrada, señaló.
Al dictar la ponencia ¿Están más locas las mujeres?
Así, aquellas integrantes
de matrimonios violentos, presentan una depresión profunda que no les permite
vislumbrar posibilidades, organizar estrategias, o tomar decisiones, señaló en
el auditorio del CEIICH.
Las situaciones de
opresión y condiciones de vida inequitativas que padece el sexo femenino, se
traducen en mayor incidencia; por tanto no es una vulnerabilidad física, ni
psíquica, sino sistémica, pues ellas poseen menos recursos materiales y
simbólicos para afrontar angustias y complicaciones de tipo psicológico, añadió.
La aportación más
importante, derivada del estudio de estos males, es el reconocimiento de que
las condiciones particulares de grupos específicos, están estrechamente
vinculadas a los problemas de salud mental. “Cuando se busca respuesta en los
genes, o en la vida particular de las personas, no queda claro; pero si se
toman en cuenta los contextos brutales en que viven algunas personas por su
raza, sexo o etnia, aparecen otros panoramas”, puntualizó.
Uno de los defectos
que han tenido los abordajes de las ciencias sociales en estos temas, es que
siempre se ha concebido a los enfermos mentales como una población homogénea, pero
se ha demostrado que se debe clasificar a cada grupo para reconocer la
complejidad y diversidad de los trastornos, abundó.
Así, algunos trabajos
feministas se enfocan sólo al estudio de las mujeres, pero lo idóneo es
realizar disertaciones comparativas entre ambos sexos, encaminadas a obtener
datos sobre la relación entre las construcciones de la locura femenina y la
racionalidad masculina y, a su vez, destejer lo que hay entre las manías de
ambos, agregó.
Asimismo, dijo, es
positivo reconocer los aspectos y categorías de diagnósticos de la práctica
siquiátrica, pues por una parte, se canaliza al paciente a un sitio adecuado de
atención, y no de reclusión, y por otra, no responsabiliza a la persona de
algunas actitudes.
Al hablar de la
trascendencia que ha tenido la clasificación de los trastornos en ciertos
segmentos de la población, explicó que ha surgido la tendencia de ver a
una mujer loca en cada luchadora social o subversiva.
Esto sucede, pero en muchos casos se está frente a quienes defienden sus
derechos, así que se debe aprender a diferenciar entre unas y otras, para
ayudarlas a continuar su lucha, concluyó.
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Foto 01.
Teresa Ordorika,
investigadora del CEIICH, en la ponencia ¿Están más locas las mujeres?
Foto 02
Ha surgido la
tendencia de ver a una mujer loca en cada luchadora social o subversiva, señaló
la investigadora del CEIICH de