Boletín UNAM-DGCS-637
Ciudad Universitaria
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del boletín
RESGUARDA LA
UNAM, 300 MIL FÓSILES DE 400 MILLONES DE AÑOS DE ANTIGÜEDAD
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Es la más importante y antigua colección del país
·
Son moluscos, crustáceos, cefalópodos, amonites,
caballos, mamíferos diversos y plantas, que representan a diferentes períodos
históricos
·
Por su trascendencia, forman parte de
Ejemplares de invertebrados, vertebrados, microfósiles y vegetales se
integran a las sub-colecciones de tipos, de materiales geográfico de referencia, extranjero
para su comparación, y reciente,
con edades que van desde los 400 millones de años, explicó María del Carmen
Perilliat Montoya, coordinadora de
En
Así, se suman a la colección, contribuciones recientes de
investigadores universitarios, como el descubrimiento de mamíferos que vinieron de Sudamérica a México, un millón de años antes
de lo que se pensaba, lo que cambia la idea de que la conexión terrestre entre el norte y el sur del continente se inició
hace tres millones de años.
Al respecto, Carranza
Castañeda relató que “hace siete millones de años Sudamérica era una isla
separada de Norteamérica, y las aguas del Caribe y del Pacífico se juntaban; la
gran pregunta era cuándo se formó
En Arizona y Texas,
Estados Unidos, se encontraron animales como perezosos, en sedimentos de 2.5
millones de años de antigüedad. "En Guanajuato, se han hallado de entre
3.6 y 3.9 millones; resulta lógico, pues si esas especies iban de sur a norte,
tuvieron que pasar por territorio nacional”, agregó.
Con los hallazgos, se
ha podido explicar cuándo se formó esa franja de tierra que permitió el
intercambio de fauna entre ambos puntos cardinales.
Lo
que se extrae de la tierra
Una definición de los
fósiles precisa que se trata de vestigios de seres vivos con una antigüedad
mayor a los 10 mil años, pero es una definición “convencional y no se debe
tomar estrictamente, pues existen mamuts que vivieron hace ocho mil años”,
expuso el egresado de
Esos restos –que toman su nombre del latín fodere, excavar, a través del sustantivo fossile, aquello que es excavado–,
son señales de la actividad de organismos pretéritos, conservadas en rocas
sedimentarias.
El término era empleado por Plinio, en el siglo primero, y su uso fue recuperado en
el siglo XVI, aludiendo a su carácter de
cuerpo enterrado (como derivado de fossa),
e incluía tanto los restos de organismos como los
cuerpos minerales integrados en los materiales de la corteza terrestre, relató el investigador
del Centro de Geociencias.
En el vocablo se incluyen las manifestaciones de la actividad de
organismos como excrementos (coprolitos) y restos
de construcciones orgánicas, huellas de pisadas, impresiones de partes del
cuerpo (icnofósiles), esqueletos o troncos.
Hasta
ahora, especificó, se registran unas 300 mil especies petrificadas, es decir,
20 por ciento del los géneros vivientes conocidos y menos del seis por ciento
de los probables. El censo fósil abarca desde hace tres mil 500 millones de
años, pero el 99 por ciento de sus representantes se encuentran de 545 millones
a la fecha.
El especialista
refirió que las formaciones fósiles dependen de factores geológicos como el
tipo y tamaño del grano del sedimento donde muere el organismo, y de la
estabilidad del terreno, así como de agentes biológicos, pues se preserva mejor
cuando tiene partes duras o químicamente estables, que no tan fácilmente se
destruyen con la intemperie o la erosión.
Los más conocidos son los restos de esqueletos, conchas y caparazones de
animales; las impresiones carbonosas de plantas, además los moldes,
bioconstrucciones o huellas de la actividad que han dejado en diferentes
sustratos sedimentarios u orgánicos, explicó.
Existen regiones del
planeta ricas en fósiles, como Wyoming y Montana, en
En México, hay un
amplio registro de invertebrados, como conchas, pues en varios periodos el
territorio estuvo sumergido en el mar; así lo demuestran las piezas encontrados
en Baja California, Puebla y Michoacán, dijo Carranza Castañeda.
Colección
histórica
Con
el transcurrir de los años, hubo interrupciones en la colecta y estudio, por la
situación política del país, y no fue sino hasta la década de los años 50,
cuando
Algunos ejemplares formaron parte de la recopilación, otros tantos
quedaron en el recinto histórico para exhibición pública, pero fue hasta 1975,
cuando el lote quedó instituido en el edificio del IGL en CU, donde sólo puede
ser consultado por académicos y estudiantes adscritos a proyectos de investigación,
relató Perilliat Montoya.
La colección más importante es la de tipos, que ha sido descrita y estudiada por los especialistas y
publicada en revistas nacionales y extranjeras; son cerca de nueve mil
ejemplares únicos, que no pueden salir de las instalaciones universitarias.
En tanto, dijo, la colección geográfica
de referencia se integra de especímenes que representan a tres mil 200
localidades fosilíferas de
De igual modo, la colección de material
extranjero para comparación se conforma de ocho mil especies de otros
países o regiones, como EU, Canadá y Europa, y es necesaria, junto con la de material reciente, para cotejar con los
fósiles que se investigan.
Su importancia le ha merecido ser integrante de
Actualmente, anunció María del Carmen Perilliat, se construye una base
con datos y fotografías de los fósiles; su avance es del 50 por ciento y una
vez concluida podrá ser consultada por el público en general.
Estudio
de caso
En
Por esa razón, en
1974, Óscar Carranza inició trabajos enfocados a llenar el hueco de información
relativa a los mamíferos del Terciario Tardío (hace 23 millones de años y hasta
hace 1.8); el sitio elegido fue el estado de Guanajuato, pues desde
1870 ahí se habían descrito algunos ejemplares.
Hoy, el área de San
Miguel de Allende es la más importante de México en lo referente a ese periodo,
por tener una característica estratigráfica única en toda América del norte:
existen depósitos de fósiles continuos de cuatro millones de años.
"Son
aproximadamente 16 mil fósiles. Esa información ha permitido continuar la
investigación en otras entidades como Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Zacatecas y
Nayarit, donde existen piezas de siete a un millón de años de antigüedad",
puntualizó el investigador.
Allí, destaca la presencia de pequeños caballos, de entre 1.10 y
Finalmente, reconoció que aún faltan cuencas por explorar, especies por
descubrir, riqueza por recuperar, resguardar e investigar; el trabajo de los
especialistas de
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Foto 01
María del Carmen Perilliat, coordinadora de
Foto 02
Los fósiles más conocidos son los restos de esqueletos,
conchas y caparazones de animales, impresiones carbonosas de plantas y moldes o
huellas en sustratos sedimentarios u orgánicos.
Foto 03.
En México, existe un registro amplio de invertebrados,
como conchas, pues en varios periodos prehistóricos el territorio estuvo
sumergido en el mar.