Boletín UNAM-DGCS-634
Ciudad Universitaria
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final del boletín
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Pinturas que datan de mil años, se han perdido
por el saqueo y los graffitis, alertó
Fernando Berrojalbiz, del Instituto de
Investigaciones Estéticas de
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Juegan un papel trascendente para completar la
visión de la historia nacional, pero aún así, su estudio se ha dejado de lado,
dijo
En México, testimonios
de arte rupestre que se habían conservado por más de mil años, han sufrido deterioro
en las últimas décadas por actos vandálicos, afirmó el investigador del
Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de
La gente picotea las
pinturas, las saca en bloques y las grafitea, a tal grado que en algunos casos ya no se pueden
recuperar. Por ello, es necesario que se conozca su trascendencia, pues dice
mucho del pasado de México, sostuvo el académico.
El arte rupestre, dijo,
permite conocer detalles de culturas prehispánicas, coloniales y recientes. “Juega
un papel fundamental para completar la visión que se tiene de la historia
nacional, pero a pesar de su valor, su estudio se ha dejado de lado; es necesario
que autoridades, instituciones e investigadores le den la importancia que
merece”.
Graffiti ¿arte
rupestre?
El arte rupestre, explicó Berrojalbiz Cenigaonaindia, está integrado por las expresiones realizadas en paredes de
roca naturales, sin preparación, ya sean escarpes, acantilados e incluso en
piedras sobre una superficie horizontal. Puede ubicarse en el interior de
cuevas, en paredes abiertas o en bloques al aire libre.
Es una de las primeras
expresiones del hombre y, quizá, el inicio del arte. Al parecer, ese comienzo
se asienta en África, hace 70 mil u 80 mil años, cuando aparecieron las
primeras expresiones simbólicas hasta ahora conocidas.
Incluso, agregó el
experto, se sigue haciendo hasta la actualidad; sería pertinente “preguntar
hasta qué punto un graffiti puede
considerarse arte rupestre”.
Para mucha gente,
expuso, las pinturas milenarias se asocian con cazadores y recolectores, un
modo de vida primitivo, pero no es así, pues casi todas las sociedades las
utilizaron; por ejemplo, en Mesoamérica, las
civilizaciones que se consideran con más altos conocimientos, como los mayas, se
expresaron con glifos y escritura plasmados en
cuevas.
Las técnicas utilizadas
son principalmente dos: la pintura y el grabado. La primera, se realizaba con
pigmentos minerales o de origen orgánico, que tenían como aglutinantes a las
savias de cactáceas como el nopal, o raíces de plantas.
El grabado, en tanto, es
el resultado de una incisión con un objeto punzante sobre la roca, o del picoteado para formar el motivo, refirió
el investigador, doctorado en el IIE.
Los dos componentes en
el arte rupestre son expresiones abstractas o geométricas, naturalistas o
figurativas; se trata de la representación de figuras humanas, animales, o
elementos del cielo, como
En México, uno de los
elementos más recurrentes son las serpientes, y cuadrúpedos, como venados,
además de plantas como el maíz. Sin embargo, reconoció, se requiere de un
estudio detallado y estadístico para conocerlo a fondo.
Arte común en
La conservación de estas
expresiones artísticas, abundó Fernando Berrojalbiz,
depende de muchas variables, como las condiciones naturales. “Un sitio sellado,
sin filtraciones ni registro de temblores, es idóneo; pero seguramente muchas
obras han desaparecido por causas naturales, por agua, hielo, o el intemperismo”.
En México, se desconoce
con exactitud el número de lugares que cuentan con tal riqueza, pero se cuentan
por miles, y muchos están por descubrirse. En Baja California se le ha dado mayor
importancia, aunque en todas las entidades de
Como parte del proyecto Hervideros, encabezado por Marie Areti Hers, también investigadora
del IIE, se intentó el entendimiento integral de las culturas que se desarrollaron
en Durango y la chalchihuiteña, de tradición
mesoamericana, fue la más importante.
Ahí, en el Valle del
Alto Río Ramos, al norte de la región, el universitario descubrió que la
concepción del espacio era diferente a la actual; ahí, el arte rupestre fue
trascendental en la construcción del paisaje cultural y social.
También se hallaron evidencias
de los tepehuanes, indígenas que encontraron los españoles
a su llegada al estado; antes de los hallazgos, el conocimiento de ese grupo
era sólo mediante fuentes documentales.
A
El académico estudiará
el arte rupestre de Oaxaca, donde se refleja la visión de las comunidades en el
proceso de conquista y evangelización. Se piensa que tuvieron un papel pasivo,
pero esas paredes cuentan lo contrario, pues fueron protagónicos en el
desarrollo cultural y en la asimilación de los sucesos, dijo.
Así, especialistas del
IIE y del Instituto de Matemáticas trabajarán en Ixtaltepec
para analizar la escritura, nombres calendáricos y
numerales; con ello, se espera determinar el conocimiento que tenían los
habitantes del Istmo de Tehuantepec en esas áreas.
El contacto con grupos indígenas actuales, posibles descendientes de
aquellas tribus, ayudará en la interpretación y técnica de las pinturas,
concluyó Fernando Berrojalbiz.
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Foto 01
El arte rupestre
es una de las primeras expresiones del arte y, quizá, el inicio de éste, señaló
Fernando Berrojalbiz, investigador del Instituto de
Investigaciones Estéticas de
Foto 02.
Arte rupestre zapoteco de estilo códice, en el sitio Ba
Cuana, en la región del Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca.