Boletín
UNAM-DGCS-625
Ciudad
Universitaria
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de fotos al final del boletín
EL MOVIMIENTO DEL
68, ACABÓ CON LAS ORGANIZACIONES DE JÓVENES
·
El movimiento no estaba tan cohesionado,
tenía fisuras serias, sostuvo el académico del IIS, Sergio Zermeño
García-Granados
·
El
68 y sus secuelas han puesto a revisión la historia de México, consideró el
profesor de
El Movimiento Estudiantil del
68 acabó completamente con las organizaciones de jóvenes, preexistentes en los
centros de enseñanza donde tuvo lugar; esa fue una de sus consecuencias
negativas. Existen tantas visiones e intereses en torno a ese suceso,
que “se puede decir que a los jóvenes se les alejó de su memoria”.
Así lo dijo la integrante del
IIB de
Nada quedó de esas sociedades
y federaciones que, hasta julio de 1968, habían agrupado a los alumnos; en
adelante, las expresiones gremiales y políticas se darían en asambleas,
efectivas para la agitación y movilización, pero negativas para la organización
y desarrollo político de ellos, sostuvo.
El 68, destacó, es más que el
mal recuerdo de una noche terrible; fue una década en la que los estudiantes fueron
Por ello, consideró, este
acontecimiento debe ser objeto de investigación, pero no de orden policiaco, sino
una que escudriñe los orígenes del movimiento, el contexto político y cultural,
la circunstancia nacional e internacional, y los múltiples y polifacéticos
efectos en diferentes ámbitos.
“Debe entrar en la reflexión
de disciplinas como la sociología y la historia, para quitar telarañas
alrededor del suceso”, enfatizó en el auditorio
En su oportunidad, el académico del Instituto de Investigaciones
Sociales (IIS), Sergio Zermeño García-Granados, aseveró que el movimiento del
68 no estaba tan cohesionado como se presume. “Había corrientes, y si se hace
un análisis cuidadoso de los actores del acontecimiento, se pueden ver fisuras
serias”.
No fue diferente a la usanza
tradicional en México: un Estado poderoso, y levantamientos sociales de todo
tipo, donde los protagonistas saben que la única salida es llegar a acuerdos y
retirarse, o seguir adelante, con la misma fuerza con la que iniciaron. Entonces
surgen alianzas y la acumulación de fuerzas, como único medio para derrocar el
poder establecido, indicó.
Así no es posible afirmar que
hoy, gracias al movimiento del 68, se ha mejorado en el plano social, en términos
de participación y capacidad para resolver, por nosotros mismos, los problemas,
subrayó.
Para el profesor de
Así pues, 1968 y sus secuelas
han puesto a revisión los sucesos de México, con o sin metáforas, y por primera
vez, se propicia la discusión de lo contemporáneo. Los escritores de esa época
crearon una nueva historia, que tenía como límites el progreso desigual y
Tlatelolco, con sus estudiantes encarcelados o masacrados, concluyó.
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Foto 01.
Sergio Zermeño,
Luís G. Morales, Alberto del Castillo y