Boletín UNAM-DGCS-573
Ciudad Universitaria
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final del boletín
LIMITA
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Los moluscos extraídos presentan altos niveles
microbiológicos, aseguró el investigador del ICMyL de
·
La situación obliga a los productores a orientarse
al mercado nacional, que pueden llegar a ocasionar enfermedades a los
consumidores, añadió
·
El funcionario de
La contaminación marina
limita y pone en riesgo la exportación de ostión en México por los altos
índices de organismos microbiológicos, que les impide cumplir con las normas de
calidad internacional, señaló el investigador del Instituto de Ciencias del Mar
y Limnología (ICMyL) de
En entrevista, el
especialista dijo que esta situación obliga a los productores a orientar sus
capturas al mercado nacional, que pueden ocasionar enfermedades a los
consumidores.
Por su parte,
A pesar de los esfuerzos
realizados en esos estados por purificar a los ejemplares atrapados, el volumen
de exportación no es representativo en comparación con la producción nacional,
reconoció Villaseñor.
Asimismo, apuntó,
existen particulares dedicados al cultivo controlado del ostión, ubicados en
Sinaloa y Sonora, quienes sí comercian internacionalmente con países asiáticos,
vía Estados Unidos, sin precisar el número.
El director adjunto de
En este sentido, Vázquez
Botello puntualizó que la recolección de ostiones es una de las principales
actividades pesqueras ribereñas en el mundo, y en el caso de México, ofrece
grandes oportunidades de explotación con alcance global, lo que hace necesario
implementar acciones para hacerla más eficiente.
Sobre todo, agregó,
porque el total de la captura llega al mercado nacional y provoca problemas
gastrointestinales severos, que no se tienen registrados. Este hecho refleja la
grave situación de los mares nacionales a causa de la contaminación marina, que
tiene múltiples causales como las descargas de aguas negras o los desechos
industriales, principalmente.
Hace 15 ó 20 años se
pensaba que los océanos tenían una capacidad infinita de dilución y se podía
verter en ellos cualquier sustancia sin repercusión, pero esta idea ha cambiado
por los problemas ambientales, apuntó.
El deterioro del entorno
marino se propicia con la presencia de los elementos radioactivos, derivados de
detonaciones de pruebas nucleares. Posteriormente, se fijó la atención de los
especialistas en los derrames petroleros y las consecuencias del abuso de este
recurso, expresó.
El petróleo principal contaminante
A la fecha, sostuvo, el
petróleo sigue siendo el principal contaminante marítimo. En el proceso de
extracción, refinación y, sobre todo, en la transportación, se vierten grandes
cantidades al mar. En el Golfo de México, circulan grandes toneladas de crudo
al día, que implican una enorme presión ecológica sobre las costas de los países
de la región.
En 1981, estas
actividades provocaron el derrame del Pozo Ixtoc I, que en nueve meses volcó
al mar cerca de 500 mil toneladas del hidrocarburo, la dispersión más grande
hasta entonces, rememoró.
No obstante, indicó, este
no es el único contaminante que abordan los investigadores del ICMyL, como
parte de Programa Ambiental del Caribe (PAC), perteneciente al Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dedicado a
No existe una base de
datos actualizada de estudios ambientales. Por ello, la evidencia de la
degradación se presenta de forma individual en algunos países o subregiones. De
esta manera, los problemas no sólo le competen a una nación, pues son
transfronterizos al estar en aguas comunes o regionales, apuntó.
Otros contaminantes
importantes son los metales tóxicos como el arsénico, cadmio o mercurio,
utilizados en diversas industrias y actividades humanas, que se vierten a los
ríos y son transportados por vía atmosférica hacia zonas costeras y de ahí a
los océanos, detalló.
Los reservorios
principales de los tóxicos son los sedimentos y después llegan a los
organismos, donde se bioacumulan, precisó; la población se enferma al consumir alimentos
marinos contaminados.
También los plaguicidas
derivados de las actividades agrícolas y agroindustriales, llegan
inmediatamente a los litorales adyacentes, comentó.
Aguas no tratadas
En primer lugar,
argumentó, no existen suficientes plantas de tratamiento de aguas, lo que
explica los serios accidentes de contaminación biológica en diferentes
ciudades, con graves repercusiones en la salud como dermatitis, enfermedades de
los ojos u oídos, y gastrointestinales, entre otras.
Con estos elementos, se
deben extremar precauciones, máxime cuando el 65 por ciento de la población
mundial habita en las costas.
La legislación ambiental
en el país es excelente, pero no se sabe aplicar pues, pese a las múltiples
prohibiciones, los problemas, en lugar de desaparecer, van en aumento, concluyó.
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FOTO 01
La contaminación marina limita la
exportación de ostión en México, al presentar altos índices microbiológicos,
señaló el investigador del ICMyL de
FOTO 02.
Hay poderosos contaminantes de los
mares como el arsénico, cadmio o mercurio, utilizados en diversas industrias,
señaló el experto de