Boletín UNAM-DGCS-560
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
DISEÑAN EN
El Laboratorio Móvil de
Rastreo de Contaminantes en el Subsuelo, desarrollado en
La unidad, indicó, permite
conocer cómo se encuentran distribuidos ambos compuestos, para instrumentar
metodologías de limpieza del subsuelo y del agua subterránea. Además, detecta contaminantes
orgánicos, tanto en la zona que se denomina parcialmente
saturada, como en mantos ocultos a pequeñas profundidades.
Los elementos ligeros que se pueden medir son la
gasolina y el diesel; y los pesados son
los solventes clorados, que dañan, principalmente, a los acuíferos. Ambos son
cancerígenos. “El equipo ayuda a ubicarlos para crear un mapa tridimensional de
la distribución, dirección y velocidad a la que se trasladan”, argumentó.
“Algunos sustancias de
las gasolinas llegan al agua profunda mediante fugas en tanques de
almacenamiento, o por derrames accidentales, como pipas volcadas; se filtran al
subsuelo hasta llegar al nivel freático, y debido a que son más ligeros que el
vital líquido, flotan”, precisó el también asesor del posgrado de
Los solventes
clorados, por el contrario, se van al fondo, y son más peligrosos, pues dado
que penetran con mayor velocidad, contaminan en menor tiempo. Por eso, se
desarrolló el Laboratorio Móvil, señaló el investigador, para proteger a la
sociedad de enfermedades asociadas a los contaminantes y saber cómo están distribuidos
para instrumentar métodos de limpieza.
El académico de
El benceno por
inhalación, ingestión o penetración cutánea, puede producir cáncer o aumentar
su incidencia; además, tiene propiedades mutagénicas, como alteraciones en el material genético de las
células.
Los solventes clorados,
por su parte, son nocivos por sus aplicaciones en el desgrase de metales, y en
tintorerías. “Ambas mezclas tienen cierto grado de toxicidad y, por ello, se
debe tener cuidado con la ingestión o el contacto, pues pueden provocar
problemas hepáticos, estomacales, intestinales, renales, e inclusive de tipo
reproductivo”, acotó.
También son capaces de
disolver las grasas del cuerpo, es decir, dejan sin protección la zona afectada,
“forman una mancha blanca que arde como una quemadura y pueden provocar dermatitis.
Los más afectados son los niños, subrayó.
El equipo ya fue
probado en
Para rastrear los compuestos
de las gasolinas, continuó, se siguen tres fases: la residual, el vapor y la disuelta;
la última es la más conflictiva, pues a través de ella se filtran los
contaminantes al agua y al subsuelo. “Es similar al proceso de disolución del
azúcar en el líquido; con el tiempo, se diluye completamente y quedan combinados”.
El también catedrático del curso Geohidrología de Contaminantes, anunció que en la actualidad se
trabaja, junto con
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Foto 01.
Marcos Adrián
Ortega, investigador del Centro de Geociencias de
Foto 02
El Laboratorio
Móvil de Rastreo de Contaminantes en el Subsuelo detecta elementos orgánicos dañinos,
para instrumentar metodologías de limpieza en el subsuelo y en mantos
acuíferos.
Foto 03
Los niños son los
más afectados por la nocividad de las gasolinas y los solventes clorados,
aseguró