Boletín UNAM-DGCS-548
Ciudad
Universitaria
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INVESTIGADORES DE
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La temperatura del mar en algunas zonas permite
desalarla a bajo costo, explicó el especialista del Instituto de Ingeniería, Gerardo
Hiriart Le Bert
·
Proponen la instalación de una Planta
Multiefecto de Baja Energía, en la península de Baja California, para tratar
agua marina
Transformar el agua salada en dulce, aprovechando las altas
temperaturas del líquido marino que se presentan en algunos puntos de las
costas de la península de Baja California, es posible gracias al megaproyecto Desalación de agua de mar con energías renovables, desarrollado en
Este plan científico, uno de los cinco que integran el
Programa Investigación Multidisciplinaria: Proyectos Universitarios de
Liderazgo y Superación Académica (IMPULSA), está en periodo de análisis con la
participación de
En Guadalajara, Jalisco, los ingenieros de esta casa de estudios
examinan este novedoso esquema denominado Low Energy Med, para la posible
instalación de una Planta Multiefecto de Baja Energía en Baja California Sur.
Esta planta utilizaría la temperatura del mar para desalar volúmenes
oceánicos con mínimo consumo de combustible, lo que traería importantes
beneficios económicos.
El investigador del Instituto de Ingeniería (II), Isaías Hernández
Carrillo, se encargó de analizar los alcances del proyecto con la industria;
por ello, en la presentación que se hará el 28 de agosto a Swecomex, se
incluirá información concerniente al diseño preliminar, la evaluación económica
y propuesta de materiales, entre otros elementos que perfilen el costo total a
fin de establecer un acuerdo.
Por su parte, el coordinador del proyecto, también de la misma entidad,
Gerardo Hiriart Le Bert, explicó que al desalar con una pequeña instalación
geotérmica de ciclo binario y 120 toneladas por hora del agua caliente marina,
se podría generar un megawatt de electricidad; con esa energía, una desaladora
de ósmosis inversa es capaz de producir hasta cinco mil metros cúbicos de líquido
dulce al día. La ventaja es que su funcionamiento sería continuo, pues es
independiente de las condiciones climáticas y la hora.
El proceso sería posible, aseguró, porque al ser un recurso natural es
prácticamente gratuito, a diferencia de los métodos tradicionales donde se
utiliza el vapor de la caldera, como es el caso de la planta de Manzanillo,
Colima, que aunque busca el mismo objetivo, consume más combustible y, en
consecuencia, el costo es mayor.
A su vez, la académica del Instituto de Geología, Ruth
“Se busca que sea un sistema de alta temperatura, y aunque
no son tan elevadas, se han hecho cálculos y se ha obtenido hasta cinco
megawatts de potencia, suficientes para la operación”, comentó.
Empresas como Swecomex, al tener experiencia en equipos de
proceso, plataformas marinas e intercambiadores de calor (tubería para
conducción), se han interesado en operar en
La ventaja económica, concluyó Hiriart, no es el único
factor que beneficia a este proyecto, también se requiere potabilizar el
líquido marino, pues los estados del norte ya no cuentan con agua dulce, y la
demanda continúa por la actividad turística, entre otros factores.
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FOTO 01
El investigador del II de
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La integrante del IG de
FOTO 03.
Ingenieros de
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El investigador del II de