13:30  hrs. 18 de Agosto de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-528

Ciudad Universitaria

 

 

 


Clara López

 

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LAS UNIVERSIDADES, CRUCIALES EN MATERIA DE PROPIEDAD INTELECTUAL

 

·        Actualmente, los contenidos digitales tienen un autor, incluso los sitios colaborativos con una estructura coloquial, como los blogs, destacó Clara López Guzmán

·        Hoy, se tiene más contacto con los creadores de textos publicados en Internet, pero la tecnología, por sus propias características, también permite la ocultación o cambio de identidad

 

En muchos países las universidades son las principales generadoras de conocimiento e inventos y juegan un papel crucial en la cuestión de la propiedad intelectual, afirmó la investigadora de la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia (CUAED) de la UNAM, Clara López Guzmán.

 

“No obstante, para generar cognición también se debe utilizar la de otros y desde el punto de vista de los derechos de autor, los académicos son productores y consumidores de la misma”, precisó al dictar la conferencia El marco legal y editorial de los contenidos digitales

 

Por tanto, señaló, los usuarios deben respetar la propiedad intelectual, así como definir una postura respecto al uso que van a permitir de su obra.

 

Los contenidos digitales tienen un creador, incluso los sitios colaborativos con una estructura coloquial, como el caso de los blogs, hechos por personas que muchas veces no tienen el hábito de escribir, donde no se requiere un trabajo de edición y corrección de estilo, indicó en el auditorio de la CUAED.

 

Actualmente, se puede tener más contacto con los autores de textos publicados en Internet, aunque esta tecnología, por sus propias características, también permite la ocultación o cambio de identidad, mencionó.

 

Sin embargo, acotó, una ventaja de este medio es la inmediatez, pues ya no se tiene que pasar por un proceso de edición complejo y esperar dos o tres años para que se publique un libro.

 

Desde hace tiempo, se ha afirmado la crisis de la autoría, e incluso hay quienes han hablado de la muerte del creador porque, argumentan, un texto no es contenido ni obra, hasta que no tiene un lector, comentó. En ese sentido, la búsqueda de información por Internet lleva al desconocimiento del artista, porque los usuarios se interesan más por los temas, sin importar quién los escribe.

 

En 1709, con el Estatuto de la Reina Ana, se inició la protección de los derechos de autor y fue el primero promulgado por el Parlamento Británico; se promovía la competencia entre editores, evitando monopolios; también se dio al titular los derechos de la obra para autorizar la publicación de copias.

 

Al documento se le considera el antecedente del copyright, empleado en Inglaterra y Estados Unidos, pero “hay quienes dicen que en la época medieval empezaron los primeros esfuerzos en esta dirección, con el fin de sancionar a quienes hacían cierto tipo de escritos”, argumentó.

 

El primer esfuerzo internacional, añadió, fue el Tratado de Berna en 1886, y en México, se tuvo la primera Ley General de Derechos de Autor en 1947, justo después del invento de la fotocopiadora. Sin embargo, fue hasta el 2002 cuando se firmaron los tratados de Internet para la protección de los contenidos digitales.

 

Si se toma en cuenta que la web surgió en los años 70, se puede decir que durante 30 años se utilizaron aquéllos sin estar considerados en las leyes. En ese sentido, recalcó, existe un retraso impresionante entre la legislación y los avances tecnológicos surgidos en las últimas décadas.

 

La académica explicó que la propiedad intelectual protege todo lo que crea el hombre, y lo concerniente a contenidos digitales se considera en el rubro de desarrollos y diseños. En estas obras, explicó, los derechos conexos toman más valor que los del propio creador, porque para producirlas requiere de otras personas como un programador, un diseñador gráfico, un musicalizador, ilustrador y desarrollador.

 

Respecto de las bibliotecas digitales, agregó, la UNAM ha contratado con grandes proveedores el suministro de fuentes electrónicas, como el caso de revistas o libros, para ponerlos en línea.

 

Finalmente, López Guzmán comentó que la UNAM cuenta con una oficina de Propiedad Intelectual, dentro de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, donde se resuelven las controversias de los derechos de autor y asesoran a los académicos sobre qué contenidos pueden utilizar.

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FOTO 01.

 

La investigadora de la CUAED de la UNAM, Clara López Guzmán, afirmó que las universidades son las principales generadoras de conocimiento e inventos.

 

 

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La búsqueda de información por Internet lleva al desconocimiento del artista, pues los usuarios se interesan más por los temas, sin importar quién escribe, señaló la experta de la UNAM, Clara López Guzmán.