
|
16:00 hrs. 21 de Mayo de 2008
|
Boletín UNAM-DGCS-324
Ciudad Universitaria

José
Narro Robles
|

|
Pie de fotos al
final del boletín
NOMBRAN AL NUEVO TITULAR DE LA COORDINACIÓN DE
INNOVACIÓN Y DESARROLLO DE LA UNAM
- El rector José Narro Robles le dio posesión a
Jaime Martuscelli Quintana
- Se requiere que el conocimiento,
trabajo y capacidades de la institución sirvan más y mejor a la población
y contribuyan al análisis y solución de los problemas del país, afirmó
Narro Robles
- El nuevo organismo tiene el objetivo
fundamental de vincular el trabajo de los universitarios con el sector productivo,
público, privado y social, señaló
- Apenas se estableció la Coordinación,
ya cuenta con un listado preliminar de cerca de 25 desarrollos que podrían
ser transferidos a empresas, resaltó Martuscelli
El rector de la UNAM,
José Narro Robles, dio posesión a Jaime Martuscelli Quintana como titular de la Coordinación
de Innovación y Desarrollo (CID), nuevo organismo que tiene el objetivo
fundamental de vincular el trabajo de los universitarios con el sector
productivo, público, privado y social.
La CID es prioritaria para la Universidad Nacional,
subrayó Narro, porque se requiere que el conocimiento, trabajo y capacidades de
la institución sirvan más y mejor a la población y contribuyan al análisis y
solución de los problemas del país.
Al darle la bienvenida a Martuscelli Quintana, pidió a los funcionarios
universitarios que contribuyan con él para cumplir con los objetivos
establecidos de la
Coordinación.
El nuevo titular de la recién creada CID, comentó José Narro, es un
universitario reconocido y probado. Resaltó sus relevantes aportaciones a la
investigación científica y el impulso que ha dado a las actividades
académico–administrativas, tanto en la
UNAM como en el gobierno federal.
Por su parte, Jaime Martuscelli señaló que de inmediato se llevarán a
cabo las primeras acciones encomendadas a esta Coordinación. Se trata, agregó,
de un trabajo conjunto con las diferentes entidades y dependencias de la UNAM, en el que participarán
facultades, escuelas, centros e institutos.
Al agradecer la confianza para dirigir esta Coordinación, resaltó que
esta casa de estudios es la más importante del país, con un poderoso aparato de
producción. Dejó en claro que no sólo se trata de la transferencia de
tecnología al sector productivo público, privado y social, sino también de las
Ciencias Sociales y Humanidades.
ENTREVISTA
CON JAIME MARTUSCELLI
Mediante un acuerdo del rector, la Universidad Nacional
creó la
Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID) para apoyar y
fomentar la transferencia de tecnología, conocimientos, servicios y productos
desarrollados en la institución a organismos y empresas de los sectores
privado, público y social.
Los investigadores de la
UNAM serán apoyados para patentar y comercializar sus
productos o servicios en el ámbito nacional e internacional y, al mismo tiempo,
se buscará que se les otorgue el crédito académico por parte de los órganos
colegiados correspondientes.
En entrevista, el nuevo coordinador de la CID, Jaime Martuscelli
Quintana, informó que apenas se estableció la Coordinación y
ya cuenta con un listado preliminar de cerca de 25 desarrollos universitarios que
tienen posibilidad de ser transferidos al sector empresarial.
La CID será un enlace entre la comunidad
universitaria y el sector productivo. Se encargará de identificar al interior
de la Universidad
productos o servicios desarrollados, pero el académico también podrá promoverlos
ante ella y buscar asesoría. Aclaró que no realizará investigación ni efectuará
estudios experimentales, sino se dedicará a detectar en la UNAM cuáles de sus frutos
pueden ser transferidos y a apoyar a los investigadores en el complejo proceso
de vinculación.
Entre las funciones de la Coordinación destacan: el mantenimiento de una
relación permanente con las entidades académicas y dependencias administrativas
universitarias, que realizan funciones vinculadas con su propia actividad; la
promoción entre la comunidad interna de las experiencias más avanzadas
desarrolladas en la UNAM,
y su enlace con los sectores de la sociedad que requieran de esa entrega e
innovación tecnológicas, y la difusión y el ofrecimiento de estas tecnologías a
organismos públicos y empresas de los sectores social y privado.
El proceso de patentamiento y comercialización, apuntó, será
una responsabilidad de la Coordinación, conjuntamente con otras instancias,
como la oficina del Abogado General y el Patronato Universitario.
Se mantendrá un estrecho contacto con aquellas entidades de la UNAM que han tenido
experiencias exitosas en la materia.
La Coordinación estará integrada por un coordinador, en este caso Jaime Martuscelli.
Pero, además, se contempla en el acuerdo una estructura denominada Consejo
Asesor Externo, que se desempeñará como órgano consultor.
Estará conformado por nueve personalidades: el presidente del Consejo
Directivo de la
Fundación UNAM, único miembro ex oficio, y ocho representantes del sector productivo, tanto
público como social y privado, así como académicos distinguidos.
Martuscelli Quintana resaltó que se incluirán empresarios exitosos, de
preferencia egresados de la UNAM,
que han demostrado interés en los asuntos de vinculación de la institución. También
participarán industriales que aún cuando no necesariamente se graduaron en la Universidad, están siempre
atentos de sus avances tecnológicos. Serán invitados por el rector y su intervención
será a título honorífico.
ACEPTACIÓN
Y PATENTE
Una de las tareas de la Coordinación de Innovación y Desarrollo
consistirá en identificar al investigador que haya desarrollado algún producto
o servicio en alguna facultad, escuela, centro o instituto de la UNAM. Se asignará a un
gerente entrenado, quien será responsable del proyecto ante el investigador.
Después, se realizará un estudio integral del producto desde los puntos
de vista económico y social, de viabilidad técnica, tasas de rentabilidad y
comercial y de propiedad intelectual, o sea, que no haya sido patentado con
anterioridad.
Si el producto es técnicamente novedoso, no está registrado y hay un
posible mercado nacional o mundial, de inmediato se protegerá, abundó. En caso
de ser aceptado, la
Coordinación solicitará la patente. La respuesta
de autorización puede tardar varios meses.
En sentido inverso, una industria puede llegar a la UNAM en busca de una consulta
concreta o de un determinado producto o servicio. Se podrá dirigir a esta
instancia y de ahí será canalizado con el investigador o entidad específica que
pueda resolver su problema.
La patente, refirió, es costosa. En el caso de México se otorga por 20
años para explotación monopólica. De ser aceptada, la Universidad Nacional
deberá cubrir los pagos anuales durante esas dos décadas, porque el desarrollo
científico está bajo su auspicio. La institución es la dueña de la patente,
mientras queda estipulado que el investigador es el inventor.
Al respecto, se requiere proteger el producto ante el Instituto
Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) o el Instituto Mexicano de Derechos de
Autor (IMDA), según sea el caso.
Para ello, sostuvo, se promoverá una cultura que nos lleve a un sistema
universitario de patentamiento. Se buscará convencer al investigador de la
necesidad de proteger intelectualmente sus desarrollos sin demérito de la
eventual publicación de sus resultados.
Jaime Martuscelli resaltó que, de ser conveniente, se buscará proteger los desarrollos en las naciones más
importantes del orbe como Estados Unidos y la Unión Europea,
dado el tamaño de sus mercados, así como en algunas naciones de América Latina.
Posteriormente, dijo, se hace el contacto con los empresarios interesados
para que conozcan el producto y negociar el contrato respectivo. De
concretarse, se deberán precisar los beneficios para la Universidad y el
porcentaje de las regalías sobre las ventas con el licenciamiento.
Además, mencionó, se requiere difundir en los órganos colegiados,
encargados de la evaluación del personal académico, que al investigador
universitario que haya obtenido exitosamente una patente, se le otorgue el
crédito correspondiente.
Otro compromiso, indicó, es con las pequeñas y medianas empresas, que
no tienen la capacidad financiera para realizar investigación y desarrollar
tecnologías; se trata de las principales empleadoras en el país. Las grandes
industrias generan un porcentaje pequeño de fuentes laborales y frecuentemente
cuentan con sus propios centros de investigación.
Otra vertiente de la CID,
indicó, se refiere al desarrollo de parques científicos y tecnológicos. Se
tienen ya los acercamientos iniciales con gobiernos locales, en particular del
Distrito Federal, del Estado de México y de Morelos, para que se instalen con
personal de la UNAM
y se llegue a la generación de empresas de base tecnológica.
Investigadores y estudiantes interesados, comentó, serán estimulados a
crear su propia empresa. Como emprendedor, tendrán todo el apoyo, asesoría y las
facilidades físicas de laboratorios y otra infraestructura, así como el soporte
por parte de la UNAM,
para la obtención de subsidios y créditos blandos, ante instancias como el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la Secretaría de
Economía y Nacional Financiera, que tienen programas específicos para apoyar
estos proyectos.
Debido a que el sector industrial tiene una cultura tecnológica
limitada y funciona principalmente a través de la importación de tecnologías,
advirtió, una tarea concreta del personal de la Coordinación
será despertar en el empresario la necesidad de contar con una estructura en
esta materia.
La UNAM, informó, cuenta “con una comunidad
científica muy poderosa”. Más de tres mil de sus investigadores de todas las
áreas del conocimiento pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores.
El acuerdo, publicado el 19 de mayo, atiende a este compromiso del
rector José Narro con la comunidad universitaria.
-oOo-
FOTO 01.
Jaime Martuscelli
Quintana es el titular de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM, que tiene el objetivo
de vincular el trabajo de los universitarios con el sector productivo, público,
privado y social.