Boletín
UNAM-DGCS-304
Ciudad Universitaria
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de fotos al final del boletín
FILMOTECA DE LA
UNAM:
·
Para el curador, Francisco Gaytán, es
el receptáculo más importante donde se realiza el acopio, la clasificación y la
restauración del cine mexicano antiguo
Con un acervo
superior a los 41 mil títulos y más de 200 mil latas, y a casi medio siglo de
haber sido creada, la Filmoteca de la UNAM es, en la actualidad, la memoria
audiovisual más importante de México y de América Latina, reconocieron los
integrantes de ese espacio.
Quizá sea el
archivo fílmico de AL con mayor tradición y experiencia en materia de
conservación, así como también uno de los más reconocidos en el ámbito
internacional por su trayectoria, aseguró la titular de
Empero, aclaró la
especialista, el total no lo constituyen películas en términos estrictos, pues
en muchos casos se trata de pequeños fragmentos rescatados, como Porfirio Díaz
paseando por la Alameda o Minutos del tren viniendo por
Tan sólo el año
pasado se recibieron, entre donaciones y depósitos, 298 largometrajes y 240
cortos, para totalizar 538 filmes, con lo que en la actualidad el acervo
asciende a 41 mil 450 títulos. Con el interés y la confianza de productores,
realizadores, investigadores y coleccionistas, ingresaron los materiales de Cinematográfica
Filmex, Cecine Clasa Films, Patricia Gamboa, Cinemateca de Bolonia,
Producciones Rosas Priego, Felipe Cazals y Películas Nacionales, entre otros.
Creada en 1960 para
localizar, identificar, restaurar y preservar la memoria cinematográfica del
país, la Filmoteca de la UNAM ha podido participar en proyectos internacionales
conjuntos con sus similares de otras naciones, para rescatar materiales
considerados perdidos o que pueden ser de interés común.
No sólo cuenta con
rodajes, aclaró Ferrer, también tiene gran cantidad de trabajos fotográficos,
es decir, una iconoteca de primer nivel, en donde es posible encontrar
documentos y placas de casi toda la historia de la filmografía nacional, así
como carteles, entre otros.
Además, añadió,
posee un Centro de Documentación, con más de 15 mil 500 libros y enorme
cantidad de materiales gráficos, heliográficos, fotográficos, de video y DVD,
de importancia para estudiantes e investigadores del cine nacional y mundial.
También ha sido el
lugar ideal para la cesión de material, donaciones y depósitos de quienes
buscan que su película esté bajo resguardo de la UNAM, comentó, porque tiene la
certeza de que en esta casa de estudios se protegerá de la mejor manera.
Posee una bóveda
de resguardo, donde además se investiga, localiza y negocia. Al adquirir una
obra cultural, la revisa, la valora, la restaura, la cataloga, la protege y, si
es posible, la difunde.
En ese sentido, el
curador de la Filmoteca, Francisco Gaytán Fernández, señaló que es el
receptáculo más importante, por diversas circunstancias históricas, en el que
se realiza el acopio, la clasificación y la restauración de la mayor parte del
cine mexicano antiguo; es decir, aquel que se hizo desde que este arte llegó al
país con los hermanos Lumiere en 1896, hasta los 50 ó 60.
En la actualidad, la
memoria fílmica de México se encuentra en los niveles más altos en el mundo en
cuanto a conservación de los materiales cinematográficos. De hecho, apuntó, es
tan bueno que técnicos de otros países acuden a ella para especializarse o
envían materiales para que aquí sean reparados y pagan por ello.
Salvaguardar estos
documentos audiovisuales sirve porque, en buena medida, el cine formó a la
sociedad mexicana. Independientemente de la enseñanza recibida en la escuela y
el hogar, la gente de más de 50 ó 60 años fue educada por el cinematógrafo,
advirtió.
Tan detallado como la
filigrana
La restauración de las
películas es un trabajo delicado, al que se le da mucho esfuerzo y sobre todo
paciencia, “es un mundo dedicado, casi un trabajo de filigrana que requiere
mucha inversión de equipo humano y de conocimientos”, consideró Francisco
Gaytán.
La filmoteca comenzó su
historia con la recepción de las copias de dos filmes, Torero y Raíces, donadas
por Manuel Barbachano Ponce. Sin embargo, no requirieron tratamiento. Fueron El
aniversario del fallecimiento de la suegra de Enhart (1912) y varios materiales
de
Fue una labor que
requirió tiempo, rememoró Gaytán. El aniversario del fallecimiento... requirió
más de un mes a pesar de que dura escasos ocho minutos. El problema fue que la
cinta estaba encogida y costó mucho trabajo hacer el copiado.
Al principio, en la
restauración se utilizaban laboratorios comerciales y en ese momento había
muchos en el país, algunos poco equipados pero con enorme conocimiento de
De hecho, hay cintas
difíciles de reparar, como Tepeyac (1917), porque la copia original tiene
desfases, es decir, explicó, el fotograma está desplazado respecto de las
perforaciones. La condición fue superada hasta que se obtuvo una máquina capaz
de refotografiar cada escena y dejarla correctamente impresa en los orificios.
Para ello debieron pasar años.
Además, la Filmoteca ha
impulsado la realización de diversas colecciones en DVD, como
Otra está dedicada
al cine independiente mexicano, pues desde mediados de los 60 y 70 la
Universidad jugó un papel destacado en esas propuestas. Se han editado Los
confines (Mitl Valdez) y El cambio (Alfredo Joskowicz).
También se han
impulsado los clásicos del cine mexicano. Por ejemplo, se ha editado, en
colaboración con socios estadounidenses, la trilogía sobre
En la actualidad,
comentó Ferrer, la Filmoteca es miembro de
Incluso, abundó la
directora, se han encontrado materiales y películas gracias a esa membresía. De
pronto avisan que encontraron una película mexicana de tal año, la institución
se aboca a obtener una copia. Asimismo, ha permitido establecer normas de
catalogación homogénea entre todas las filmotecas del mundo, porque si un
acervo no cuenta con un buen sistema y no conforma una buena base de datos,
entre más grande sea, más inútil será.
“No es fácil
catalogar una película, pues no sólo se trata de hacer una ficha. Muchas veces
se rescata un material que ni siquiera tiene título, no se sabe a qué
corresponde, y se debe efectuar una investigación para ubicar
Lo importante es que no
se pierda, y el formato cinematográfico es buena garantía. “Si se cuida bien,
los soportes de cine pueden garantizar una vida más o menos larga de las
películas de por lo menos 200 ó 300 años”, comentó Gaytán.
Una de las formas
para preservarlas es guardarlas en datos y después subirlas a distintos
formatos, aunque es caro, recalcó Ferrer. Pero cuando se tiene un material
deteriorado, que quizá no va a soportar más tiempo, se pasa a datos y se
mantiene ahí. Es un proceso lento, pero se debe identificar qué es relevante
digitalizar porque pudiera estar en riesgo de perderse.
Hoy la Filmoteca
continúa la búsqueda y restauración. Quizá algún día, entre los miles de rollos
que le toque analizar, encuentre Las 10 películas mexicanas perdidas más
buscadas: La luz, tríptico de la vida moderna (1917), En defensa propia (1917),
Juan Soldado (1919), La parcela (1921), El coloso de Mármol (1928), Más fuerte
que el deber (1930), El anónimo (1932); El espectador impertinente (1932), Michoacán
(1937) y La china poblana (1943), primer filme a color de María Félix.
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FOTO 1
El curador de la
Filmoteca de la UNAM, Francisco Gaytán, señaló que además de la enseñanza
recibida en la escuela y el hogar, la gente de más de 50 ó 60 años fue educada
por el cinematógrafo.
FOTO 2
La Filmoteca de
la UNAM es la memoria audiovisual más importante de México y de AL, con un
acervo superior a los 41 mil títulos y más de 200 mil latas, donde se restaura
el material dañado.
FOTO 3.
La Filmoteca de la UNAM ha podido
participar en proyectos internacionales conjuntos con sus similares de otras
naciones, informó su directora, Guadalupe Ferrer.