Boletín
UNAM-DGCS-279
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
Mediante la
instrumentación, medición periódica y aplicación de modelos numéricos de
predicción, un grupo de investigación del Centro de Geociencias, campus
Juriquilla de la UNAM, encabezado por el doctor Marcos Adrián
“Gracias a estos
trabajos de investigación que empezaron a finales de los años 80 y que fueron
desarrollados en colaboración con los canadienses John A. Cherry y David L.
Rudolph, de la Universidad de Waterloo, Ontario, y recientemente con la tesis
doctoral de Dalia Ortiz Zamora, se realiza, por primera vez, en la cuenca de
México una serie de mediciones de las propiedades mecánicas e hidráulicas que
permitieron calibrar, con base en los datos de campo, los hundimientos en esa
zona y hacer predicciones”, señaló Ortega Guerrero.
En 1986, cuando se iniciaron las mediciones en el centro de la planicie del Valle de Chalco, los hundimientos eran de cuatro metros y en 1992 de casi ocho. A partir de éste y otros datos se propusieron diferentes escenarios de la evolución de ese proceso. El primero planteó la hipótesis de que las condiciones de extracción de agua del acuífero no cambiarían.
“Si este escenario se cumplía –dijo el investigador–,
habría entonces, en el año 2000, hundimientos de unos
Los trabajos
reportaron posteriormente que hasta la fecha hay hundimientos de casi
Niveles de agua
de pozos
A principios de los 80, para poder aplicar estos modelos, se pusieron en marcha diferentes investigaciones en la zona de Tláhuac, justamente en el límite sur-oriente de la cuenca de México, en una de las planicies lacustres donde se desarrolló el antiguo lago de Chalco. Ahí, se analizó con detalle el comportamiento de las arcillas ante la instalación de 14 pozos denominados Sistema Mixquic-Santa Catarina y el posterior bombeo de agua.
“Se encontró que, a diferencia de lo que sucedía en otras
partes de la cuenca de México, en esa área, en particular, a un lado del volcán
Xico, prácticamente sobre la línea donde se localizan los pozos perforados, el
espesor de las arcillas era de hasta
Además, dijo, se
realizó un análisis para verificar cómo evolucionó la extracción de agua en la
zona de Mixquic-Santa Catarina-Chalco-Iztapaluca, desde principios de los años
50 (cuando era de casi dos metros cúbicos por segundo), hasta finales del siglo
XX (cuando era de ocho metros por segundo).
“Ahora, en toda esa
porción de la subcuenca de Chalco, tanto en la parte confinada como en la no
confinada del acuífero, la extracción de agua debe ser de entre nueve o diez
metros cúbicos por segundo”, puntualizó.
Se estudió, asimismo, la evolución de los niveles hídricos de
los pozos, a partir de una posición original de
“Esos niveles han bajado considerablemente debido a la
descontrolada extracción de agua que se lleva a cabo en
Entre 1984 y 1989, se formaron pequeñas lagunas en el centro de la planicie del Valle de Chalco, que luego, en 1991, se convirtieron en un lago (conocido como nuevo lago de Chalco) de casi cuatro kilómetros cuadrados de superficie. Según la Comisión de Aguas del Valle de México, la zona se había sumido dos metros en cinco años. Este dato fue importante porque, desde finales del siglo XIX hasta 1995, los hundimientos de la capital habían sido de unos ocho metros.
“Los
hundimientos en el
centro de la planicie del Valle de Chalco –expresó el
investigador–, son ahora de hasta
“Esto ha creado
la necesidad del bombeo escalonado a lo largo del Canal General, para drenar el
agua hacia la planicie de Texcoco. Los ríos de La Compañía y de Amecameca,
entre otros, han tenido que ser elevados al mismo ritmo de los hundimientos y
constantemente se refuerzan para evitar su ruptura o inundaciones locales, como
la que ocurrió en el canal de La Compañía en junio de
Datos recientes
obtenidos por Ortiz Zamora, muestran la evolución histórica del nuevo lago de
Chalco, ubicado entre dos importantes asentamientos humanos: Tláhuac, Distrito Federal,
y el Valle de Chalco, Estado de México. En concordancia con las tendencias
observadas, se calcula que en 2015 tendrá un hundimiento de hasta
Medidas preventivas
La concentración
de aguas residuales de origen urbano e industrial en este nuevo lago ha causado
problemas de calidad química y biológica, que pueden afectar a la población,
en caso de inundación, y a otros seres vivos que se desarrollan en su
interior.
De acuerdo con
los controles y la magnitud de la subsidencia (movimiento de una
superficie hacia abajo respecto al nivel del mar)
regional observada, es necesario evitar un crecimiento urbano mayor entre
Tláhuac y el Valle de Chalco.
“Si se quiere
reducir el riesgo de inundaciones, habría que analizar la conveniencia de
incrementar en el futuro la cantidad y eficiencia de la infraestructura
hidráulica; reubicar varias colonias de Tláhuac y el Valle de Chalco en un
radio de
Otras propuestas, estriban en crear un Consejo Metropolitano
que defina las estrategias dinámicas e integrales para la prevención de
desastres en el centro de la planicie del Valle de Chalco-Tláhuac, y brindar
más educación e información a la población.
Además, incrementar la
capacidad de las autoridades para diagnosticar e intervenir en la reubicación
de familias asentadas en zonas de alto riesgo, y establecer un equilibrio entre
la planeación de las áreas de conservación y el mejoramiento ambiental, y la
reducción o mitigación del riesgo para la población.
El crecimiento controlado del nuevo lago de
Chalco permitiría el retorno masivo de aves migratorias y de especies acuáticas
nativas de la región, y abriría la posibilidad de practicar la agricultura en
sistemas de chinampas, que mejoraría, sin duda, las condiciones sociales y
económicas de los lugareños, y el desarrollo del ecoturismo.
Consecuencias
Como resultado
de la extracción de agua subterránea en la periferia y en el interior de la
antigua planicie lacustre de Chalco, se generó la migración del agua de las
arcillas (acuitardo). Los hundimientos registrados en la superficie del terreno
son consecuencia de la aportación de agua subterránea del acuitardo hacia el
acuífero subyacente.
A finales de
los 70, el promedio en la subsidencia del terreno fue de entre 0.10 y
Con los modelos
matemáticos se pudo precisar también la cantidad de agua que ingresará de las
arcillas al acuífero en 2010:
FOTO 01.
El crecimiento
controlado del nuevo lago de Chalco permitiría el retorno masivo de aves
migratorias y de especies acuáticas nativas de la región, revelaron
especialistas de la UNAM.
FOTO 02
Un grupo de
investigación del Centro de Geociencias de la UNAM, estableció, luego de
realizar mediciones, que el centro de la planicie del Valle de Chalco es la
zona del país que más rápido se hunde.