Boletín
UNAM-DGCS-251
Ciudad Universitaria
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TIENEN LOS ÁCAROS
GRAN IMPORTANCIA ECONÓMICA
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Es el grupo de animales de mayor diversidad
del planeta y son los únicos que ocupan todos los hábitats, dijo Tila
·
En México, existen aproximadamente tres mil
especies conocidas; en Veracruz, Chiapas y el Estado de México se conoce el
mayor número, añadió la académica de la FC,
Si bien la mayoría de sus especies no ha sido formalmente descrita, los
ácaros constituyen el grupo de animales de mayor diversidad del planeta, junto
con los insectos; poseen gran importancia médica, veterinaria, agrícola y, por
lo tanto, económica, al estar asociados con el resto de los seres vivos,
afirmaron especialistas de la UNAM.
Esos pequeños animales son los únicos que ocupan todos los hábitats
y nichos ecológicos del planeta, desde las altas montañas hasta profundidades
de cinco mil metros en los mares, y desde las heladas nieves hasta las
chimeneas hidrotermales en los fondos oceánicos, aseguró la directora del
Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Tila
La mayoría son microscópicos, miden de uno a dos milímetros de
longitud, mientras otros, como las garrapatas, alcanzan poco más de un
centímetro y hasta tres cuando están repletas de sangre, añadió.
En el mundo, se han descrito y nombrado alrededor de 50 mil especies y
en México cerca de tres mil, ubicadas en Veracruz, Chiapas, Estado de México,
Morelos, DF, Guerrero y Puebla, las entidades donde se conoce el mayor número,
señaló la académica del Laboratorio de Acarología de la Facultad de Ciencias
(FC),
Sin embargo, la mayoría no están referidos aún. Cálculos conservadores,
estiman que deben existir alrededor de un millón de variedades de estos
artrópodos, aunque “deben ser más, porque no sólo están asociados a todos los
seres vivos, sino que los hay de vida libre”, expuso la directora.
Por ejemplo, un perico mexicano puede “hospedar” hasta 30 especies de ácaros:
en las plumas primarias, secundarias y cobertoras del ala y de la cola, y
dentro de una misma pluma puede haber diferentes. Esta es sólo una muestra de
su enorme diversidad, dijo.
¡Ácaros en todas partes!
Los ácaros (del griego akarés,
"diminuto", "que no se corta") son de los organismos más
primitivos del planeta, pues lo habitan desde hace más de 500 millones de años,
“antes que los dinosaurios y que las plantas con flores”, recordó Tila María
Pérez.
Cuando aparecieron los
mamíferos, incluidos los humanos, se “subieron a ellos”. Lo mismo hicieron con
el resto de los animales y plantas, donde encontraron nuevos nichos y hábitats susceptibles de ser
colonizados.
Algunos fueron conocidos por los antiguos griegos, romanos y chinos.
Aristóteles pensaba que se formaban de la piel, pero nunca los relacionó con la
sarna, padecida por el humano desde la antigüedad, como se consigna en Animales desconocidos. Relatos acarológicos,
de Anita Hoffmann, precursora en el estudio de esos animales en el país y profesora
emérita de la UNAM, desaparecida recientemente.
En el territorio, diferentes especies de ácaros han recibido nombres
peculiares, algunos ya usados entre los antiguos mexicanos. Así, a las
garrapatas se les designa en diversas entidades como “tlalajes” “tostoneras”,
“conchudas”, “tullidoras” o, como Juan Rulfo en Pedro Páramo, “turicatas”.
Otros, que producen dermatitis o inflamaciones de la piel, son llamados
“tlazahuates” o “coloradillas”, hay también “corucos” en las gallinas, las
“arañas rojas” de las plantas y muchos más.
El ciclo de vida de
estos artrópodos, expresó
Los hábitos alimenticios
son variables. No sólo hay depredadores, sino fitófagos, que se alimentan de la
savia de las plantas; hematófagos, de la sangre de los huéspedes que parasitan;
saprófagos, de materia en descomposición, o micófagos, de hongos.
La relación con el resto
de los seres vivos es diversa. Pueden ser desde comensales, o sea, tener una asociación
con el huésped donde obtienen su alimento pero no le ocasionan ningún daño,
hasta ser francamente parásitos y dañinos.
En México, se ha
registrado la mayor parte de las especies en los mamíferos como huéspedes,
principalmente roedores y murciélagos. Las aves y los insectos se disputan
Los ácaros están en
todos lados, ¡hasta en las narices! De manera natural,
Se pueden encontrar en
la nariz, los pómulos, la barba, la frente o los párpados de 20 por ciento de
los adolescentes y en todas las personas adultas cuyo cutis grasoso de poros
abiertos y puntos negros es característico. Dado que estos microorganismos
estimulan la actividad de dichas glándulas, se favorece la constitución grasa
de la piel de las personas mayores y retarda la formación de arrugas, subraya
Hoffmann en su libro.
También son benéficos
para el suelo; su salud y fertilidad se relaciona con la existencia de esa
fauna. Ahí, 80 por ciento de los organismos presentes son ácaros que
contribuyen de forma sustancial a la degradación de la materia orgánica, abundó
Tila María Pérez.
No obstante, hay otros
que son dañinos, como los llamados del polvo, aclaró. Viven en las casas, en
los colchones, las almohadas y las alfombras, y se alimentan de desechos, como
las escamas de la piel que se desprenden del cuerpo.
Las proteínas de los
ácaros actúan como alergenos en los humanos y pueden producir asma, rinitis o
prurito en
La mencionada sarna
afecta no sólo a los humanos, sino a los animales domésticos o al ganado,
sostuvo Tila María Pérez. Generan problemas
económicos en las explotaciones pecuarias con presencia de garrapatas,
transmisoras de graves enfermedades en los bovinos como la babesiosis.
Otra gama se alimenta de la savia de las plantas, muchas de ellas de
importancia agrícola. Pueden provocar que los frutos no crezcan de manera
adecuada, o incluso, la muerte del vegetal, con grandes pérdidas económicas.
Tal es el caso del aguacate, mango o coco, indicó la acaróloga.
Por ejemplo, en México se cultivan más de 45 mil hectáreas
de duraznero con una producción anual de 185 mil toneladas. Una plaga que
afecta al cultivo es la de las “arañas rojas”, especie polífaga agresiva con
sus huéspedes, cuyas poblaciones llegan a ser elevadas. Puede localizarse en
las yemas florales, dañándolas por completo, y en el follaje redundan en un enchinamiento.
La defoliación reduce significativamente el peso de la fruta (50 por
ciento, en promedio).
También los hay
endoparásitos de las abejas, que invaden su aparato respiratorio, o externos,
que ocasionan pérdidas a
El futuro
Cuando se extingue una especie de flora o fauna también desaparece la
biodiversidad acompañante. Por eso, no sólo debe hablarse de extinciones, sino
de coextinciones. Uno de los grupos más afectados por esas pérdidas es el de
ácaros.
Ni siquiera se sabe cuáles son las especies que desaparecen, explicó la
directora del IB, aunque para ciertos grupos de huéspedes, como los mamíferos, se
calcula que el 50 por ciento de sus especies está en algún grado de riesgo.
De ahí, el valor de
Como el resto de las colecciones nacionales del IB, la referida está
siendo digitalizada. Los datos de cada ejemplar son capturados en una base con
las localidades georreferenciadas. Se integra, a su vez, a
“A partir de esa información se pueden hacer modelos de distribución y
predecir su localización geográfica en diferentes escenarios, incluidos los de
cambio climático global o de deforestación, por ejemplo”, refirió.
No obstante, agregó
Además, en estados como Tlaxcala, Hidalgo, Zacatecas, Querétaro, Colima
y Aguascalientes, las colectas han sido esporádicas y el conocimiento de la
fauna acarológica es todavía deficiente, salvo en grupos como el de las
garrapatas, resaltó.
De los ácaros resulta sorprendente la diversidad y la manera en que
todo lo ocupan. Hay otros mundos y submundos tan complejos como el humano. La
vida palpita a diversas escalas, finalizó Tila María Pérez.
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FOTO 01
La directora del
IB de la UNAM, Tila
FOTO 02
En el mundo, se
han descrito y nombrado alrededor de 50 mil especies y en México cerca de tres
mil, señaló la académica del Laboratorio de Acarología de la FC de la UNAM,
Guadalupe López.
FOTO 03.
Los ácaros son microscópicos, miden de uno a dos
milímetros de longitud, mientras otros, alcanzan poco más de un centímetro,
detallaron especialistas de la UNAM.