Boletín
UNAM-DGCS-012
Ciudad Universitaria
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final del boletín
EN INVIERNO
AUMENTA
Contaminantes como el ozono y las partículas atmosféricas son los
principales causantes de una mayor incidencia de enfermedades en vías
respiratorias en el invierno, aseguró Mireya Moya, investigadora del Centro de
Ciencias de
En esta época, informó, hay un estancamiento de estos elementos debido
a las condiciones naturales por lo que deben implementarse medidas preventivas,
más que correctivas, para el cuidado de la salud.
La académica dijo en entrevista, que en esta temporada los niveles de
ozono y partículas atmosféricas se vuelven especialmente peligrosos, pues no
existen fenómenos naturales que los diluyan o logren removerlos y, por el
contrario, la recurrencia de inversiones térmicas en estas fechas hace que se
“concentren” en el entorno, en especial a primeras horas de la mañana.
Así, recordó que el tiempo de frío es el más crítico en cuanto al
ascenso de los niveles de concentración de sustancias tóxicas, aún cuando sus
fuentes de origen provean los mismos niveles de emisión que en otros meses del
año sin que registre variación alguna en su actividad.
Los elementos referidos, se generan principalmente derivados de los
procesos de combustión de los automóviles y del sector industrial. Mencionó
además que estos contaminantes se ubican en una capa adyacente a la superficie
terrestre.
De ocho a diez de la mañana, explicó, los niveles de polución son
altos. Al existir un rompimiento de la inversión térmica, que ocurre
normalmente entre 10 y 11:30 horas, los daños a la población expuesta en esa
hora y media son más severos.
También, recomendó como principales medidas preventivas no realizar
actividades al aire libre cuando se decrete pre contingencia o contingencia.
Además
sugirió que ante el aumento de visitas hospitalarias por problemas en vías
respiratorias (entre 15 y 40 por ciento según el año y la fuente) relacionadas
con altos niveles de polución en esta época, se deben ejercer acciones
específicas en los meses de enero y febrero, para generar una disminución de gastos
y efectos favorables en la salud de la población.
El ozono, advirtió, debe observarse durante el invierno pese a que es
durante el verano –por la mayor incidencia de la radiación solar–, cuando los
niveles de éste son más altos y más aún las partículas finas menores a un
micrómetro, que aquejan de manera considerable al bienestar colectivo.
Por ello, planteó, es necesario disminuir la emisión de contaminantes
con menos procesos de combustión. Si se reduce el uso del automóvil, sin
esperar a que comiencen las contingencias o precontingencias, o se adoptan
medidas específicas durante enero y febrero, la inversión térmica que
“concentra” una capa de contaminantes a primeras horas de la mañana afectaría
en menor proporción, indicó Mireya Moya.
La especialista concluyó que es importante crear conciencia para restringir el uso de vehículos y aumentar el
de medios de transporte menos dañinos como el Metrobús y el Metro.
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FOTO 1
Mireya Moya, del
CCA de
FOTO 2
El tiempo de frío
es el más crítico en cuanto al ascenso de los niveles de concentración de
sustancias tóxicas, afirman especialistas de