Describen nueva especie de pez diminuto que vive en el lodo

• Es el primer paso; está pendiente conocer su ciclo de vida, cómo se reproduce o respira, dijo Jairo Arroyave

En el suelo húmedo y fangoso del bosque tropical de una reserva natural en Costa Rica habita una criatura nunca antes registrada por la ciencia: Ophisternon berlini, una especie de pez que, por sus características, parece una lombriz; es la tercera conocida a escala mundial que vive permanentemente en el lodo, y no en el agua.

Jairo Arroyave, investigador de la Colección Nacional de Peces del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, explicó que se trata de una nueva especie de anguila falsa (familia Synbranchidae) descrita por un equipo internacional de investigación que encabeza.

El hallazgo del ejemplar que vive bajo tierra, en oscuridad absoluta, caracterizado por sus adaptaciones especiales para ese entorno como enanismo, falta de pigmentación en la piel y ojos extremadamente pequeños, se realizó en la reserva natural Las Brisas, en los remanentes de selva de la vertiente Caribe de Costa Rica.

El descubrimiento de Ophisternon berlini –cuyo color es blanquecino en preservación, pero rosado en vida– se dio a conocer en la revista Ichthyology & Herpetology, informó el científico.

Arroyave, especialista en el estudio de la diversidad y evolución de peces dulceacuícolas, y desde su llegada a la UNAM con énfasis en las especies de América Media, desde hace algunos años tiene una línea de investigación sobre la ictiofauna (especies de peces) del acuífero de la Península de Yucatán.

“Un lugar bastante interesante porque no hay ríos y hay pocas formas de escurrimiento superficial”, pero existe un gran depósito de agua en el subsuelo que se comunica con el exterior por medio de ventanas cársticas comúnmente conocidas como cenotes. Desde que conocí el sistema “me han interesado las especies de peces que habitan ahí y en las cuevas sumergidas de la región”, indicó.

Ahí viven dos endémicas: una es conocida como dama blanca ciega, y la otra es un pez denominado anguila falsa ciega, Ophisternon infernale, que también parece una lombriz. Cuando a uno de mis colegas en Costa Rica le hicieron llegar unos especímenes que estaban enterrados en el lodo, provenientes de una reserva, y que no eran nada parecidos a las de aquel país, se le asemejaron a los que habitan en las cuevas sumergidas de la Península de Yucatán. Estaba familiarizado con mi trabajo y me contactó. De inmediato le dije que se veía como algo no descrito.

A primera vista era similar a la anguila falsa ciega del acuífero yucateco. En Costa Rica colectamos la nueva especie en la reserva natural Las Brisas, la cual pertenece a un particular: Erick Berlin. Es un lugar que protege una sección de bosque tropical, rodeado por zonas que están altamente antropizadas, de abundante agricultura.

Arroyave recordó que en una ocasión los trabajadores excavaban en un pantano de la finca cuando encontraron estos ejemplares que parecían lombrices, “bichos” inusuales, que Berlin tuvo la perspicacia de enviar dos a la Universidad de Costa Rica.

La nueva especie de anguila falsa, que a diferencia de otras que viven en el agua o en pantanos temporales adyacentes a cuerpos de agua, se encuentra, al parecer, restringida a la vida en lodo y eso hace interesante a Ophisternon berlini, nombrada así en honor del señor Berlin.

“Hay mucho por conocer, por ejemplo su ciclo de vida o cómo respira”. El experto tiene la hipótesis de que, contrario a la mayoría de los peces que usan las branquias para oxigenar su sangre, en este caso podría ser por epitelio cutáneo, o sea, a través de la piel.

Jairo Arroyave y sus colaboradores han determinado que algunas características de los huesos la hacen única y diferente de las ya descritas en el género y para la región: “encontramos que la nueva especie presenta un mayor número de vértebras precaudales (100 contra 70, aproximadamente), así como dientes más grandes, robustos, y en menor número”.

Debido a su tamaño tan pequeño (el más grande encontrado mide 17 centímetros de largo) y a que son sumamente delgados, se empleó la técnica de microtomografía computarizada que permite generar imágenes tridimensionales, con base en rayos X en varias direcciones y planos. “Podemos ver toda su anatomía, sobre todo ósea, sin afectar su integridad”. Ello fue posible gracias a la colaboración con el Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York, durante una estancia académica del investigador del IB en ese espacio científico.

De igual modo, se secuenció su genoma mitocondrial completo. Los resultados mostraron que es “altamente divergente” de lo que se conocía. “La evidencia anatómica, morfológica, ecológica, de distribución, molecular y genética es abrumadora” para señalar que se trata de una nueva especie para la ciencia.

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