Menopausia, etapa nueva de oportunidades
• Aline García señala que erróneamente se suele relacionar con el envejecimiento y pérdida de la funcionalidad; vivirla de la mejor manera tiene que ver con la prevención
• El día mundial sobre esta fase se conmemora el 18 de octubre
En México la menopausia es todavía un tema tabú y cuando la mayoría de las pacientes va a consulta en esta etapa, es porque presenta complicaciones y síntomas severos, alerta la académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Aline García Cortés.
Así ocurre porque en nuestra sociedad se suele relacionar la ausencia de menstruación con el envejecimiento, la pérdida de la funcionalidad, etcétera. Y cuando acuden al doctor es porque presentan problemas como dolor durante las relaciones sexuales, bochornos insoportables, labilidad emocional o incluso presencia de fracturas.
En realidad, aclara la experta, hay que reconocer a ese proceso como una etapa fisiológica, de cambios que pueden ser difíciles de afrontar, pero que, si se llevan de la mejor manera, las mujeres pueden tener una vida completamente satisfactoria, siempre acompañadas por un especialista.
En ese sentido, y con motivo del Día Mundial de la Menopausia -que se celebra el 18 de octubre- añade que la mejor manera de conmemorar esta fecha es acudir al ginecólogo para que le explique los cambios que tendrá su cuerpo, las pautas que debe seguir para estar saludable y tener bienestar.
Cabe mencionar que esta conmemoración, promovida por la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Internacional de la Menopausia, tiene el objetivo de ayudar a crear conciencia sobre la importancia de la evaluación y prevención en la salud de las mujeres durante este periodo.
¿En qué consiste?
La menopausia es un momento único en la vida reproductiva de una mujer. Se trata de la ausencia definitiva de la menstruación; para definirla debe pasar un año de que no presenta la regla. Sin embargo, la posmenopausia es un periodo más largo, en el cual pasaremos una tercera parte de nuestra vida y para el que debemos estar preparadas, explica Aline García.
Datos del Censo de Población y Vivienda 2020 indican que en México existen aproximadamente 14 millones 847 mil mujeres de 50 años o más; y la edad promedio en la que se presenta la menopausia va de los 45 a los 48 años de edad. En tanto, la esperanza de vida en nuestro país para ellas es de 78.1 años, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Estas cifras son indicativas del número de mujeres y cuánto tiempo vivirán en ese estado.
Los síntomas de la posmenopausia pueden ser diversos, el principal es la ausencia de menstruación, a lo cual se pueden sumar otros, como los vasomotores (sofocos); trastornos del sueño, como insomnio; y psicológicos (ansiedad, depresión), dolor de cabeza o malestar general.
Asimismo, ganancia de peso, y después de varios años en esta condición se llegan a presentar alteraciones del sistema urogenital, como infecciones vaginales y urinarias, además de resequedad vaginal. También disminuye la libido y eso afecta la vida sexual y repercute en la relación de pareja, entre los principales.
La prevalencia de depresión y ansiedad aumenta considerablemente en la perimenopausia (periodo desde el inicio de los eventos biopsicosociales que preceden a la menopausia, hasta un año después de esta); y en la posmenopausia (etapa a partir del último periodo menstrual) debido al agotamiento hormonal de estrógenos y a factores sociales. Sin tratamiento pueden durar años, y hasta décadas, advierte.
Además, en quienes ya no menstrúan hay una incidencia más alta de alteraciones metabólicas (síndrome metabólico y resistencia a la insulina) e hipotiroidismo, así que pueden agravar el cuadro.
Es decir, enfatiza García Cortés, en este periodo se pueden presentar padecimientos psiquiátricos; cardiovasculares, ya que aumenta el riesgo de un infarto agudo al miocardio; hipertensión arterial; hipotiroidismo; síndrome metabólico; resistencia a la insulina; diabetes; hipertensión; osteoporosis, y cáncer de mama y endometrio. “Sí puede ser algo serio”.
También se manifiestan casos de insuficiencia ovárica prematura debido, por ejemplo, a la extracción quirúrgica de ambos ovarios, entre otras causas, que conducen a una menopausia antes de los 40 años; ahí los síntomas son peligrosos si no son tratados, ya que desde jóvenes esas mujeres aumentan exponencialmente el riesgo cardiovascular, de osteoporosis y de fractura. Por ello, si una joven deja de reglar por largo tiempo y tiene síntomas asociados, debe consultar al ginecólogo para su valoración.
Asimismo, Aline García subraya que durante la perimenopausia aún puede quedar embarazada, incluso tener un embarazo gemelar, porque en ese periodo los cambios hormonales pueden inducir doble ovulación dentro de un mismo ciclo. “Hay que tener cuidado con los métodos anticonceptivos, si una mujer no quiere bebés”.
Soluciones
Aunque no hay medicamentos para retrasar la menopausia, hay tratamiento para sus síntomas, adecuado para cada paciente. A partir de la perimenopausia, cuando se comienzan a acortar y alargar los ciclos menstruales, se puede iniciar el procedimiento sustitutivo hormonal con estrógenos y progesterona si la mujer tiene sintomatología importante.
Cada caso debe individualizarse, porque el tratamiento podría incluir, además de hormonas, antidepresivos o medicamentos para osteoporosis; es decir, una atención específica para las necesidades de cada mujer.
La principal indicación para un hormonal, detalla, es cuando se presenta síndrome vasomotor; o sea, que la paciente refiera malestar moderado o severo a causa de los sofocos y bochornos.
Se recomienda si padece insomnio, un riesgo cardiovascular importante u osteopenia (pérdida de tejido óseo), ya que con el tratamiento hormonal se trata de revertir tales síntomas y retrasar la osteoporosis.
Aline García considera que enfrentar la menopausia de la mejor manera tiene que ver con la prevención. “Hay que educar a las mujeres acerca de todas las etapas reproductivas que van a vivir a lo largo de su vida, y estar preparadas desde años antes”.
Un elemento básico e importante es llevar una buena alimentación, tener el hábito del ejercicio y visitar al ginecólogo, por lo menos una vez al año, para que realice los estudios pertinentes: papanicolaou, ultrasonido, revisión de mamas o estudios séricos (glucosa, perfil de lípidos y endocrinológico, etcétera). Además, evitar el tabaquismo y otros factores que predispongan a enfermedades como hipertensión o diabetes.
La universitaria sugiere a las parejas de ellas interesarse más en su salud y acompañarlas en esta etapa de cambios, para ayudar a afrontarla de la mejor manera posible. A los hijos, a cuidar a sus mamás y, de igual modo, apoyarlas.
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