• Es la encargada de formar a los jóvenes para incorporarse
plenamente a la sociedad, con las condiciones profesionales para integrarse
a la vida laboral y productiva
• En el simposio “La universidad pública a futuro”,
participaron 36 especialistas provenientes de 16 instituciones nacionales
y tres extranjeras
En México es crucial fortalecer la universidad
pública, pues se trata del campo institucional en el que se expresa,
en toda su magnitud, el esfuerzo acumulado del sistema educativo nacional,
concluyeron los participantes del Simposio “La universidad pública
a futuro”, convocado por el Seminario de Educación Superior
y por el Grupo de Trabajo sobre Políticas Públicas en
Educación Superior de la UNAM.
La universidad pública, aseguraron,
forma a los jóvenes para incorporarse de manera plena a la sociedad,
con las condiciones profesionales para integrarse a la vida laboral
y productiva; promueve y desarrolla la creación del conocimiento
científico y humanístico; impulsa y difunde la cultura
y ofrece una alta certidumbre para la trascendencia de los individuos
y de los grupos sociales.
El encuentro, realizado en días pasados,
puso de manifiesto su importancia como un asunto primordial para la
sociedad de nuestro tiempo y, sobre todo, para la construcción
del México del futuro.
Participaron 36 especialistas, provenientes
de 16 instituciones nacionales y tres extranjeras, acompañados
por aproximadamente 90 asistentes por sesión, lo que refrendó
la capacidad de convocatoria de la UNAM para discutir y analizar los
grandes temas de la educación nacional.
Se abordaron ángulos complejos como:
la construcción de las políticas y la relación
universidad-Estado, lo político de la universidad, la evaluación,
los académicos, los jóvenes, la producción de conocimiento,
la educación a distancia y la tecnología, la internacionalización
y el financiamiento.
Los panelistas coincidieron en que algunos
de los retos de la universidad pública son: agotamiento en los
esquemas de construcción de políticas en el campo de la
educación superior y la dificultad para transitar de un modelo
de políticas gubernamentales a uno de públicas.
De igual manera, la presencia creciente de
formas y mecanismos propios del mercado, las demandas del sector productivo
y laboral, así como el peso de la administración sobre
la academia y los académicos, la progresiva demanda social por
una mayor cobertura universitaria, la insuficiencia y distorsiones que
producen los modelos actuales de evaluación y las crecientes
demandas del sector científico y tecnológico.
Asimismo, el desarrollo de nuevos entornos
educativos virtuales y a distancia, el desafío de incorporarse
al escenario internacional de una mejor manera y la exigencia institucional
de contar con un escenario financiero que genere certidumbre.
En el simposio también se destacó
la necesidad de que las instituciones de educación superior pública
participen, de manera indispensable, en la construcción de las
políticas nacionales, pues el conocimiento sistemático
y exhaustivo que se cultiva en ellas es fundamental para la definición
adecuada de las políticas en los diferentes órdenes de
gobierno.
Se expresó que la construcción
de las políticas públicas en materia de educación
superior demanda de una mayor participación institucional y social.
Sin esta última simplemente no existen aquellas.
Además, se señaló la importancia
de incluir en la construcción de la política sectorial
en materia de educación superior, el saber universitario, a los
especialistas del área y a las aportaciones documentales que
han elaborado instituciones como la UNAM y la ANUIES.
Se refrendó la necesidad de fortalecer
a la universidad pública como medio esencial para promover la
igualdad, la justicia social y la democratización de la sociedad
mexicana; se acordó atender la creciente demanda social hacia
la educación superior, bajo criterios de rigor y de exigencia
académica.
Los participantes hablaron de la centralidad
de la autonomía como un factor que garantiza a las instituciones
universitarias cumplir con la responsabilidad que les ha depositado
la sociedad. Es un atributo que, si bien implica condiciones adecuadas
para el trabajo de esos organismos, genera beneficios para la sociedad.
Por último, se estableció que
las políticas específicas (de atención a la demanda,
fortalecimiento institucional y del sector académico, evaluación,
apoyo al sector estudiantil, impulso a nuevos entornos de aprendizaje
y a medios tecnológicos y de financiamiento, entre otras) requieren
ser ampliamente discutidas con las instituciones universitarias.
Sólo con la participación de
las partes involucradas en la construcción y transmisión
del saber, será posible la universidad pública del futuro,
concluyeron.
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