• Elaborado por los Institutos
de Geofísica y Geografía de la UNAM y por la Universidad
de Ciencias y Artes de Chiapas, aborda la vulnerabilidad del sitio
y su población ante sismos, vulcanismo, inundaciones, deslizamientos,
degradación ambiental, pobreza extrema y entorno adverso de
gobernabilidad
• La autogestión del riesgo en las comunidades y la evaluación
del mismo antes de crear nueva infraestructura, son necesarias para
evitar desastres, dijo David A. Novelo Casanova, investigador del
IGf
La cuenca de Motozintla, en Chiapas, ubicada
en la frontera sur del país, es una región sísmica
con dos volcanes activos (el Tacaná y el Chichonal), laderas
inestables, exposición permanente a inundaciones y derrumbes,
erosión del suelo y otros procesos de degradación ambiental,
pobreza extrema y un entorno adverso para la gobernabilidad.
Por estas razones, fue seleccionada para realizar
un estudio piloto denominado “Construcción de Escenarios
de Riesgos para la Reducción de Desastres: Proyecto Piloto en
la Sierra Madre y Planicie Costera del Estado de Chiapas (ESRED)”.
De éste, uno de sus principales productos es el Atlas de Factores
de Riesgo de la Cuenca de Motozintla, Chiapas.
Se trata de un esfuerzo colectivo de especialistas
de los Institutos de Geofísica (IGf) y Geografía (IGg)
de la UNAM, así como del Centro de Investigación en Gestión
de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y
Artes de Chiapas (UNICACH) y aborda la vulnerabilidad del sitio y su
población ante sismos, vulcanismo, inundaciones, deslizamientos,
degradación ambiental, pobreza extrema y entorno adverso de gobernabilidad.
El proyecto ESRED fue apoyado por el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y dirigido por David
A. Novelo Casanova, investigador del IGf. Las tres entidades participantes
colaboraron en la modalidad de redes temáticas de investigación.
El Atlas, comentó Novelo Casanova, es
uno de los productos de ese trabajo colectivo (en su preparación
fue coordinado por Oralia Oropeza Orozco, del IGg y José Manuel
Figueroa MahEng, asesor independiente) y profundiza en los factores
que generan los riesgos, desde los naturales hasta los sociales.
“Se escogió Motozintla porque
es una región expuesta a diferentes tipos de fenómenos
de variada intensidad. Es un lugar complejo, donde el interés
es analizar la problemática no sólo de esa comunidad,
pues este tipo de estudios puede ser aplicado en cualquier parte del
país”, explicó.
Multidisciplinario e integral
Este análisis multidisciplinario e integral
(realizado en cinco años por seis investigadores y una treintena
de estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado) es innovador;
conjunta, por primera vez para estudios de este tipo, conocimientos
de las ciencias de la Tierra, ambientales y sociales, con profesionistas
provenientes de disciplinas como geografía, ingeniería,
geofísica, matemáticas, cómputo, sociología,
comunicación social y economía.
En cinco secciones y 221 páginas, aborda
las amenazas de origen natural, ambiental y socio-económico que
hacen de esa región chiapaneca una zona de alta vulnerabilidad.
Aunque se trata de un estudio de caso, las
herramientas y metodología desarrolladas podrán ser extrapoladas
a otras zonas del país y del mundo en las que convergen distintos
tipos de amenazas, afirmó.
Una de las innovaciones es que introduce un
análisis integral para medir la vulnerabilidad, que no sólo
tiene que ver con fenómenos físicos, como los sismos y
eventos volcánicos, sino con la pobreza, el desempleo, la falta
de gobernabilidad local y el creciente daño ambiental.
“Existe vulnerabilidad poblacional, pero
también ambiental e incluso institucional, pues hay poca capacidad
para dar respuesta ante una emergencia o desarrollar planes de mitigación
o prevención del riesgo”, destacó el universitario.
Los productos del Atlas permiten informar y
diseñar políticas de reducción del riesgo por fenómenos
naturales de una manera integral, basadas en instrumentos dinámicos.
En el estudio, los especialistas desarrollaron
e implementaron procesos metodológicos para determinar los diferentes
factores que condicionan los escenarios de riesgo, que incluyen elementos
que afectan a territorios y grupos sociales determinados.
El Atlas pretende participar en la búsqueda
de soluciones para las zonas vulnerables, al dotar de información
y capacidad de acción a las comunidades y ofrecer a los tomadores
de decisiones conocimiento científico y herramientas de análisis
para la gestión del riesgo, concluyó.
—o0o—