Boletín UNAM-DGCS-509bis
Ciudad Universitaria
14:00 hrs. 24 de agosto de 2013.


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COMO HACE CASI MEDIO SIGLO, SE ENCENDIÓ EL PEBETERO DEL ESTADIO OLÍMPICO UNIVERSITARIO


• La ceremonia la encabezó el rector José Narro Robles
• Por primera vez en México, se enciende la “Flama de Maratón” en Ciudad Universitaria
• La encargada de encender el pebetero del Estadio Olímpico Universitario fue la deportista Enriqueta Basilio, en la víspera del XXXI Maratón Internacional de la Ciudad de México

Por primera vez en México, la “Flama de Maratón”, símbolo de la paz mundial, representación de los principios de la competencia limpia y promotora de la participación en el deporte como una forma de vida, se encendió el pebetero del Estadio Olímpico Universitario, en la víspera de la realización del XXXI Maratón Internacional de la Ciudad de México.

Como hace casi medio siglo, la encargada de encenderlo fue la deportista Enriqueta Basilio, atleta participante en los Juegos Olímpicos de 1968 y primera mujer en la historia en prender el fuego olímpico.

En el recorrido de 21 kilómetros que dio inicio en el Centro Histórico de la ciudad, diez relevos universitarios portaron la “Flama de Maratón”. Ellos son Fiona Daniela Irish Rojas, estudiante de actuaría en la Facultad de Ciencias, seleccionada nacional de gimnasia; el boxeador Josué Palos Villatoro, del CCH Sur, presente en la Olimpiada Nacional, y la nadadora Rosa Esther Silva Burgos, de la Facultad de Derecho y asistente a la Paralimpiada Nacional.

De igual modo, los alumnos de la Facultad de Química, Ian Castañeda Jiménez, judoca participante en la Olimpiada Nacional, e Itzel Orta Méndez y Sánchez, tiradora con arco en la Universiada.

También los participantes de atletismo en la Universiada, Brenda Eunice Flores Muñoz, alumna de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala y José Rafael Bañales Chimal, de la FES Cuautitlán.

A ellos se sumaron, en el interior del Estadio, Valeria Aguilar González, de la carrera de odontología en la FES Zaragoza, participante de atletismo en la Olimpiada Nacional; Gustavo Sánchez Martínez, de la Prepa 5, nadador presente en los Juegos Paralímpicos, quien recibió la “Flama del Maratón” de manos del rector José Narro Robles; la maratonista Adriana Fernández, embajadora de la justa de la Ciudad de México, y Angélica Larios Delgado, deportista olímpica (esgrima) en Beijing 2008 y profesora de la Facultad de Psicología.

La Flama se estableció en 2007 e inmediatamente fue adoptada como un símbolo de la Asociación Internacional de Maratones (AIMS) y del movimiento mundial de esa carrera.

Se enciende cada año, en noviembre, previo a la realización del maratón clásico de Atenas, con un ritual especial que se celebra en el municipio de Maratón, Grecia.

En el lugar arqueológico donde se libró la batalla del mismo nombre, se rememora la historia del soldado mensajero Filípides, quien sacrificó su vida corriendo de Maratón a Atenas para llevar a su pueblo el mensaje de la victoria, legendario triunfo que dio origen a la moderna carrera.

La Flama se mantiene encendida todo el año en el Museo de Carrera de Maratón, desde donde viaja escoltada por representantes oficiales a diferentes carreras en el mundo. Algunos de las competencias internacionales que han realizado el recorrido son: Belgrado, Praga, Boston, Shangai, Bombay, Viena, Toronto, Chicago y en Ecuador.

En la ceremonia de encendido del pebetero, Horacio de la Vega Flores, director del Instituto del Deporte del Distrito Federal, expuso que desde que se conceptualizó el Maratón, se pensó que no podía faltar la colaboración con la UNAM y el Comité Olímpico Mexicano. De ese modo, México y Atenas se convierten en las únicas dos ciudades del mundo en haber albergado la llama olímpica y la Flama de Maratón.

Familias en CU

Previo al encendido del pebetero, se realizó la “Carrera de la Familia rumbo al Maratón de la Ciudad de México”, circuito de tres kilómetros por el llamado “casco viejo” de Ciudad Universitaria, con salida y meta en el Estadio.

En el encuentro recreativo, abierto al público en general, asistieron corredores de todas las edades, desde pequeños que apenas comienzan a caminar, hasta personas de la tercera edad.

De manera ordenada, las familias ingresaron al recinto deportivo a las 8 de la mañana por la antigua puerta de maratón. Quince minutos después, con los ánimos en alto, entre gritos y aplausos, comenzó la carrera de los aproximadamente mil 200 participantes. Alrededor de 15 minutos después, llegaron a la meta los primeros participantes.

Sin importar el frío matinal, la humedad provocada por la lluvia de la noche anterior, ni la “desmañanada”, los corredores disfrutaron el trayecto por el campus, Patrimonio Cultural de la Humanidad, cruzaron el marco de llegada, sin desaprovechar la oportunidad de la foto en la meta.

A la ceremonia de encendido asistieron Evangelos Papapostolou, director de carrera del maratón clásico de Atenas; Artemios Kouloumpis, representante del pueblo de Maratón y director de prensa y relaciones públicas de esa Municipalidad; Vasiliki Papapostolou, miembro del Comité del maratón clásico de Atenas; Enrique Balp Díaz Secretario de Servicios a la Comunidad de la UNAM, y Severino Rubio Domínguez, director general de Actividades Deportivas y Recreativas.

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Fotos

Como hace casi medio siglo, Enriqueta Basilio encendió el pebetero del Estadio Olímpico Universitario, en la víspera del XXXI Maratón Internacional de la Ciudad de México.