Aprender acerca de diversas especies de flores y plantas
mexicanas en visitas guiadas, reciclar materiales para hacer
arte con hojas, sembrar para cosechar una hortaliza propia,
aprender a deshidratar plantas o dibujar flores y aves luego
de recorrer las casi tres hectáreas de exhibición
natural, es parte de lo que el Jardín Botánico
de la UNAM tiene para estas vacaciones de verano.
El espacio, el más grande de América
Latina en su tipo, invita a chicos y grandes a pasar unas “vacaciones
biodivertidas” dentro de Ciudad Universitaria, para disfrutar
y conocer 15 colecciones de plantas, siete de ellas taxonómicas
y ocho temáticas.
El Jardín Botánico, un laboratorio vivo
adscrito al Instituto de Biología de esta casa de estudios,
permanecerá abierto al público del 8 al 19 de
julio, es decir, dos de las tres semanas del periodo vacacional
universitario, informó Teodolinda Balcázar, coordinadora
de Difusión y Educación de esa entidad.
En ese oasis de la Ciudad de México, fundado
en 1959 por los científicos Faustino Miranda y Manuel
Ruiz Orozco, se combina la investigación biológica,
la conservación y la reproducción de especies
endémicas, la enseñanza y el apoyo a programas
educativos.
Cuenta con colecciones únicas de yucas y dasilirios;
dalias; plantas acuáticas, ornamentales, medicinales
y tropicales; agaváceas; crasuláceas; cactáceas;
nopales silvestres y orquídeas.
También tiene un Arboretum, un mapa de las colecciones,
un jardín ecológico, otro del desierto y hasta
uno de la ilegalidad, en el que se recuperan plantas nativas
decomisadas para detener su comercio ilícito.
Actividades
El programa incluye 10 actividades, algunas gratuitas
y otras con costos accesibles, que van de 10 a 30 pesos.
“Arte con hojas”, dirigido al público
infantil, ayuda a conocer la diversidad de las plantas a través
de una obra original que los niños realizarán
con hojas; mientras, “Dale vida a las flores y aves mexicanas”,
se dedica a que los pequeños dibujen y coloreen algunas
especies mexicanas, como las dalias, los girasoles o las nochebuenas,
señaló Carmen Cecilia Hernández, titular
del curso de verano, con dos décadas de experiencia.
“Sembrando vida”, es una actividad donde
el público en general reutiliza materiales para germinar
plantas nativas; combina la hechura de macetas propias con la
reproducción de nuevos integrantes del mundo vegetal.
“Juega con hongos”, es una introducción
al fascinante y casi desconocido mundo de estas especies, a
través de actividades manuales para niños. Mientras,
en “La diversidad vegetal en botellas reutilizables”,
visitantes de todas las edades pueden decorar una botella de
vidrio con plantas naturales previamente tratadas.
“Animalitos verdes”, se trata de elaborar
animales de aserrín con semillas mexicanas. En tanto,
“Ingredientes de la naturaleza”, es una actividad
donde personas de cualquier edad pueden elaborar dulces tradicionales
con el empleo de algunas plantas comestibles mexicanas.
“Las jacarinas”, un nombre inventado por
Balcázar y Hernández, sintetiza la actividad que
utiliza frutos de las jacarandas como materia prima para hacer
catarinas de juguete.
“Refranes y dibujos para la vida”, induce
a modificar frases tradicionales para dar un mensaje ambiental,
y a dibujar para comunicar la importancia de la conservación
mediante imágenes.
Por último, “Conoce las plantas del pasado”,
es una invitación a conocer especies vegetales del tiempo
de los dinosaurios y elaborar fósiles de ellas.
Todas estas actividades se realizarán de lunes
a viernes, de 10:00 a 13:00 horas, y durante todo julio habrá
una visita guiada gratuita a las 11:00 horas por las Colecciones
de Plantas Vivas del Jardín Botánico.
Curso de verano
Además, las biólogas Balcázar
y Hernández organizan el curso de verano de horticultura
infantil “Quilchihucayotl” (concepto náhuatl
que significa “cultivo del huerto”), donde todavía
hay cupo para recibir hasta 25 niños de ocho a 12 años.
Será del 22 de julio al 9 de agosto, de 9:00 a 14:00
horas y tiene un costo de recuperación.
En esta actividad, que combina creatividad, información
y diversión, los pequeños aprenden a sembrar y
cosechar su propia hortaliza, a conocer las características
del suelo, del abono, las semillas, la raíz y el tallo
de las plantas.
También, adquieren conocimientos sobre germinación,
flores, polinización, frutos, enfermedades y plagas,
así como de plantas medicinales y condimenticias, para
culminar con un festival de la cosecha, donde los pequeños
comparten con sus papás la recolección de rábanos
que ellos mismos sembraron en semanas anteriores.
Más información e inscripciones para
el curso de verano en el sitio: http://www.ibiologia.unam.mx/cursos_jardin.htlm,
y para datos de las visitas escribir a visitas@ibiologia.unam.mx
o llamar al Área de Difusión y Educación
del Jardín Botánico, en los teléfonos 56
22 90 47 y 56 22 90 63, de 9:00 a 15:00 y de 16:30 a 18:00 horas.
—o0o—