Boletín UNAM-DGCS-306
Ciudad Universitaria.

11:00 hrs. 18 de mayo de 2013.


Carlos Martínez Assad



CARLOS MARTÍNEZ ASSAD, ENTRE RAÍCES Y ANÁLISIS SOCIAL

 

• Fue nombrado investigador emérito del IIS de la UNAM

Para entender la realidad, Carlos Martínez Assad (Amatitán, Jalisco, 1946) recorre con soltura del hecho histórico, a la anécdota familiar; de la literatura universal, a los políticos de carne y hueso; de las expresiones locales en la proximidad del Bajío mexicano, a las voces disidentes que toman forma desde el mundo árabe vía Internet.

De esos ámbitos saca hebras y datos, ata cabos, teje explicaciones y las nutre de imágenes, arquitectura y testimonios. Con sus hilos variados y consistentes crea un entramado analítico de la sociedad, a veces de la tradicional de Hidalgo, donde cursó sus primeros años escolares, y otras, de la añorada colectividad de Líbano, país de sus ancestros, revelado de manera más intensa en su mirada profunda, que en su apellido materno.

“Me interesa el análisis de la sociedad”, afirma el recién nombrado emérito del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), quien cursó la licenciatura en Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de esta casa de estudios, y el doctorado en Sociología Política en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Universidad de París.

“El emeritazgo es una distinción con alto significado, pues reconoce una trayectoria que se acerca a los 40 años. Si veo en retrospectiva el trabajo realizado en todo ese tiempo, parece que se habla de otra persona, pues me pregunto a qué hora hice todo esto. La Universidad se ha convertido en el punto central de mi vida en estas cuatro décadas”, dice.

Regional y cosmopolita

Con su metodología rigurosa y original, el científico social ha abordado la explotación de los indígenas en el Valle del Mezquital; la Revolución Mexicana desde un laboratorio llamado Tabasco; la guerra cristera vista desde Guanajuato, donde se gestó; el perfil de Francisco I. Madero.

Además, las migraciones en México y la participación ciudadana en el Distrito Federal, capital a la que ha dedicado estudios del Barrio Universitario, y de los personajes de bronce que atestiguan el paso del tiempo en Paseo de la Reforma, entre otros temas.

Referente obligado de los estudios regionales del país, Martínez Assad ha profundizado en las luchas campesinas, los partidos políticos, la cultura regional y la historia religiosa de varias zonas de nuestro territorio.

Reconoce que, al ser investigador emérito, le salieron las canas que no habían aparecido, y brotaron en su mente los cientos de exámenes de licenciatura y posgrado aplicados a estudiantes de la UNAM, las decenas de tesis dirigidas, así como los libros escritos en colectivo y en solitario.

“Ha sido placentero la mayoría de las veces, lo he disfrutado, en especial porque me gusta incursionar en diferentes temas, campos y metodologías. Me defino como una persona para quien la palabra escrita ha sido clave, pero desde el inicio, me di cuenta del alto poder explicativo de la imagen”. Quizá por ello, además de libros, artículos y novelas, ha luchado porque se acepte la fotografía como documento, y ha realizado documentales para cine y televisión.

Inició su carrera académica como ayudante de profesor en la FCPyS, en 1967. Desde entonces ha dado clases y dirigido tesis, inicialmente como docente en esa entidad, de donde pasó al Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, y luego como investigador del IIS, al que dirigió y está adscrito.

Entre sus distinciones, se cuentan la beca Guggenheim, el Premio Universidad Nacional en Ciencias Sociales 1997, la presea Vito Alessio Robles al Mérito Histórico, el Premio Ciudad Capital Heberto Castillo, y el nivel de investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Vocación a la luz de la literatura

Definido en sus objetivos desde temprana edad, Martínez Assad encontró su vocación en la literatura, al leer La comedia humana, de Balzac; Los miserables, de Víctor Hugo; Guerra y la paz, de Tolstoi, y Crimen y castigo, de Dostoievski.

En esos textos con descripciones profundas del dolor, el amor, la traición y la injusticia, se definió su vida académica. “Junto a este interés sociológico para entender la realidad hubo dos grandes fuerzas que estuvieron presentes en mi formación: la literatura y la historia. Me he inclinado a ambas, pero siempre para explicar el presente”, aclara.

Producción reciente

Su trabajo más reciente es el libro Los cuatro puntos orientales. El regreso de los árabes a la historia. “Una referencia al mundo árabe del siglo XXI, una revisión actual, pero con una densidad histórica que es lo único que nos permite entendernos en el presente. Es un constante ir y venir entre el presente y la historia, por más alejada que esté”, explica.

Experto en Medio Oriente y las religiones que lo componen, el autor explora las recientes revueltas en esa zona, que significan una voz contemporánea de ese mundo, acallado por el imperio otomano hasta 1919.

“La guerra de Irak cambió la visibilidad de los árabes y, a partir de ese evento, existe una eclosión cultural”, argumenta.

Lejos de pensar en la jubilación, y estimulado por su vocación sociológica, prepara otros dos textos más: el segundo volumen de El Barrio Universitario (continuación del texto de 2010, presentado en el centenario de la UNAM), en colaboración con Alicia Ziccardi, directora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, y una obra sobre el general Bernardo Reyes en Nuevo León, orquestador del golpe de Estado a Madero.

“Me gusta describir a los personajes históricos de carne y hueso, narrar su anecdotario y saber cuál es la literatura que los ha acompañado. Por eso, en mis cursos comparo lo que dicen los libros de historia y lo que narran las novelas de ese hecho histórico”, algo que ha reforzado el vínculo con su esposa, Sara Sefchovich (también investigadora del IIS), por el interés en los procesos culturales que comparten”, finalizó.

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Fotos

Carlos Martínez Assad, emérito del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.