El Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales
de la Facultad de Química (FQ), ha generado cerca
de 50 protocolos para la micropropagación de diferentes
especies, y 12 más de transformación genética,
tanto por biobalística (directos), como por agrobacterium
(indirectos); además, cuenta con 20 modelos biológicos
caracterizados.
La micropropagación es un procedimiento
genético que busca multiplicar asexualmente, en poco
tiempo y a gran escala, cantidades masivas de plantas. Se
trata de una aplicación de cultivo de tejidos cuyo
propósito es, entre otros, obtener clonaciones vegetales
libres de virus, mantener la identidad genética y
facilitar el manejo e intercambio internacional de material.
“Lo usamos en plantas que no pueden darse
sin multiplicación sexual, en organismos en peligro
de extinción, en propagación embrional, en
individuos con métodos de multiplicación vegetativo
deficiente, o en especies recalcitrantes a los sistemas
originales”, explicó la coordinadora de este
laboratorio, Teresa de Jesús Olivera Flores.
Al participar en el seminario El Cultivo de
Tejidos Vegetales (CTV), una herramienta biotecnológica
para la investigación y la productividad agrícola,
la universitaria explicó que el CTV es un conjunto
de técnicas pertenecientes a la biotecnología
botánica, cuya aplicación está dirigida
a la agricultura, la industria farmacéutica, alimentos
y colorantes.
El éxito en la propagación de una
planta y la multiplicación de células dependerá
de la expresión de la potencialidad celular total;
es decir, que algunas recuperen su condición meristemática.
A esta habilidad, dijo, se le conoce con el nombre de totipotencialidad.
En el auditorio A de la FQ, la especialista en
biotecnología de las plantas precisó que la
teoría de la totipotencialidad celular postula que
toda célula vegetal individual es capaz de regenerar
un organismo entero a partir de un cultivo in vitro,
sin importar el grado de diferenciación alcanzado.
De igual manera, agregó, es modulada por
diferentes factores como el genotipo, tipo de tejido u órgano,
hormonas endógenas, estacionalidad y condición
fisiológica, intrínsecos de la planta donadora.
En el CTV utilizamos reguladores de crecimiento,
con los que manipulamos muy bien el tejido, pero también
hay otros factores externos que sí podemos condicionar,
como la temperatura, la humedad y el medio.
El éxito en la propagación y multiplicación,
tanto de las plantas como de las células, ocurrirá
si se logra expresar la potencialidad, indicó la
coordinadora del Laboratorio, adscrito al Departamento de
Bioquímica de la FQ.
Las aplicaciones se realizan tanto en investigación
básica como aplicada, en producción agraria
a escala de metabolitos secundarios, creación de
plantas utilizadas como biocombustibles, biorremediación,
rescate de especies amenazadas o en vías de extinción,
y en la producción agrícola intensiva, concluyó.
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