Las remesas que envían mexicanos tienen
una tendencia a la baja, como demuestra el Proyecto de Investigación
Trinacional México-Estados Unidos-Canadá.
El endurecimiento en la frontera norte es uno de los factores
que han contribuido al fenómeno, que podría
agravarse e impactar la economía, pues este ingreso,
junto con el petrolero, ocupa los principales lugares a
escala nacional.
En este trabajo, inscrito en el Programa Interinstitucional
de Estudios sobre la Región de América del
Norte (PIERAN), participan, por nuestro país, MariCarmen
González Videgaray, de la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Acatlán, y Gregorio Hernández Zamora,
de la FES Aragón y la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM) Cuajimalpa, así como investigadores
de EU y Canadá.
Este esfuerzo continúa, entre otros, con
el proyecto Remesas familiares ¿el fin de las
gallinas de los huevos de oro?, investigación
mancomunada entre González Videgaray y Jesús
Heraclio del Río Martínez, coordinador de
investigación de la Universidad Anáhuac México
Norte, publicado en 2007.
Seis años atrás, la disminución apenas
era perceptible; con los años, mostró un estancamiento,
y con la aplicación de modelos matemáticos
se observa que tiende a la baja. “Hoy, la situación
es alarmante”, comentó la experta.
Ingresos vitales
Este tipo de ingresos son vitales para la economía
del país. “En México, las remesas son
el segundo ingreso, después del petróleo”,
mencionó la investigadora de Matemáticas Aplicadas
y Computación.
Aunado a ello, gente que se va de México
y reside en Estados Unidos comienza a llevarse a sus familias;
intentan reintegrarlos a los sitios donde viven. De esa
forma, no tienen ya en el país un grupo al cual enviar
dinero.
Se debe considerar que las que aún llegan
a territorio nacional, cubren funciones sociales que en
el papel debe cumplir el gobierno. “Lo más
complejo es que muchas de las familias que reciben este
apoyo lo utilizan en la educación de los hijos o
para resolver problemas de tipo social, como arreglar las
calles donde viven; si las remesas se acaban o disminuyen
de modo sensible, será preocupante para el país”.
La especialista señaló que el año
pasado ingresó al proyecto trinacional Veinte Años
Después: Expectativas y Realidades Educativas y Laborales
de Jóvenes Emigrantes, Inmigrantes, y Retornados
en la Región del TLCAN.
Se estudian expectativas, realidades educativas
y laborales de jóvenes que se fueron, quienes viven
lejos de su patria y los que retornaron a nuestro país.
A dos décadas —cumplidas en 2012— del
Tratado de Libre Comercio, analizan qué ha pasado
con quienes se marcharon con expectativas de cambiar de
vida, con los que están allá y los que han
regresado.
“Abarca algunos aspectos cualitativos. La
investigación original fue sólo la parte cuantitativa,
los pronósticos. Ahora se enriquece con elementos
cualitativos, entrevistas y datos personales”, refirió.
Además del endurecimiento de la frontera,
otro factor que incide en el descenso es que los migrantes
que regresaban en época decembrina no lo hacen más
al complicarse su retorno a Estados Unidos.
“Muchos de ellos no vuelven incluso si su
familia está fragmentada, y lo que hacen es llevar
a sus parientes allá y dejan de enviar recursos a
México”, abundó. Una consecuencia del
endurecimiento es que los reportes del año pasado
de migrantes hacia EU fueron prácticamente cero,
casi nadie pudo entrar.
Montos
González Videgaray destacó la fragmentación
de las familias. Muchas veces los niños se quedan
sin ambos padres, que van de migrantes, y quedan al cuidado
de los abuelos.
Sobre los montos de las remesas, su promedio ha
bajado y ronda los 300 dólares mensuales, poco más
de tres mil 500 pesos. “Duele pensar que las familias
se separen, que haya gente que muera al cruzar la frontera
por tan poca cantidad. Allá ganan más que
en México, pero no mucho más. El promedio
de lo que se remite es relativamente bajo”.
El migrante vive en condiciones mínimas,
pues sacrifica mucho y envía lo que puede, sin embargo,
es poco. Para una familia, la cantidad antes referida es
baja. “No obstante, en su país no les ofrecen
la posibilidad de tener ése o un mejor ingreso”.
Es un fenómeno que se ha tornado un problema
general, en México está presente prácticamente
en todos los estados. “Aunque hay entidades mayormente
expulsoras —como Guanajuato, Jalisco y Michoacán—,
se da en todo el país, por la situación económica
generalizada.
“También hay lugares que por las condiciones
se han convertido en expulsores, como Guerrero. Por la caída
de la economía, la delincuencia y porque ha bajado
el turismo, personas que tenían trabajo en este sector
lo han perdido y prefieren irse”.
Por ser un proyecto trinacional, académicos
de México, Canadá y Estados Unidos colaboran
para hacer las entrevistas en sitio. Aquí, básicamente
se hacen con personas que se fueron y regresaron, principalmente
en la zona metropolitana. Participan investigadores de Norteamérica,
pues una de los condiciones fue tener los contactos para
hacerlo trinacional.
Para concluir, González Videgaray estableció
que dentro de la FES, los conocimientos en el área
de matemáticas aplicadas sirven para advertir sobre
problemas sociales, económicos y de salud. “Son
una manera de ofrecer un servicio a la sociedad”.
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