El 80 por ciento de los mexicanos padece problemas bucales,
desde caries hasta mala oclusión. Ante esto, es necesario
formar profesionistas capacitados adecuadamente, aseguró
Rossana Sentíes Castellá, de la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.
Falta educación sobre los hábitos de higiene
y alimentación para mantener en buen estado las piezas dentales.
Es común atender a menores de un año con caries o
jóvenes adultos con patologías graves, explicó
la jefa de la carrera de Cirujano Dentista de la entidad.
Las personas no se preocupan por su salud bucal. Desde
la infancia se descuida este aspecto y sólo se recibe atención
al sentir dolor. Se requieren campañas de prevención
a nivel nacional para evitar que la población padezca estas
patologías, recomendó en ocasión del Día
del Odontólogo, que se conmemora este 9 de febrero.
Las caries son los más comunes en niños,
adolescentes y jóvenes; en adultos y personas de la tercera
edad, la enfermedad periodontal es la que provoca el mayor número
de consultas. Ambos cuadros implican la pérdida de dientes,
por destrucción de las piezas o de los tejidos que las sostienen.
El cuidado debe fomentarse desde la infancia. Es necesario enseñar
a los menores la técnica correcta del cepillado, inculcarles
hábitos de alimentación saludables y limitar el consumo
de caramelos y bebidas azucaradas, subrayó.
Recuperar la sonrisa
El cuidado de cada una de nuestras 32 piezas dentales —incluidos
los terceros molares o “muelas del juicio”—, es
vital. Aún si no se forman o son extraídas, debemos
tener 28 para alimentarnos correctamente. Al faltar una hay mala
oclusión, lo que conlleva, en muchos casos, dolores de cabeza
y cuadros de estrés.
La buena oclusión es la interdigitación correcta
de los dientes superiores con los inferiores. Al cerrar la boca,
todas las caras deben chocar y cada uno debe cumplir su función:
los incisivos, cortar; los caninos, desgarrar; los premolares triturar,
y los molares, moler.
Al solicitar consulta, los pacientes buscan una sonrisa
perfecta y creen que lograrla es labor del dentista; en realidad
éste tiene la misión de recuperar la función
de cada pieza dental. Después de los tratamientos necesarios,
también se logra una mejor estética, lo que repercute
en la autoestima de las personas, resaltó.
Sentíes Castellá mencionó que ante
la necesidad de atención, la formación de los cirujanos
dentistas está orientada a sanar el dolor de sus pacientes,
provocado por la falta de atención. Se deben integrar en
los planes de estudio contenidos que fomenten una cultura de prevención
entre la población, recomendó.
Los estudiantes de la FES adquieren las habilidades para
atender a partir del tercer semestre, en una de las ocho clínicas
odontológicas a cargo de la instancia. Siete están
en el Estado de México: Iztacala, Acatlán, Almaraz,
Aragón, Cuautitlán, Ecatepec y Molinito, y una en
el DF, la de Cuautepec (delegación Gustavo A. Madero). En
2012, atendieron a 27 mil 600 personas y ofrecieron 54 mil 358 tratamientos.
Al concluir el octavo semestre, prestan servicio social por un año
en instalaciones del sector salud o del sistema universitario.
“Tenemos la misión de cuidar la salud bucal
y mejorar la calidad de vida de las personas, con todas las consideraciones
éticas y sin caer en el lucro. El objetivo es formar profesionales
preocupados por brindar la mejor atención a los pacientes,
tengan o no recursos económicos. Es necesario consolidar
el prestigio de la profesión y prestar servicios de calidad,
sin abusar en el cobro. Estos son los valores que guían el
quehacer de nuestros egresados”, refirió.
Al respecto, Martha Díaz Gómez, jefa de la
asignatura y del departamento de Historia de la Facultad de Odontología
(FO) de la UNAM, refirió que quienes no tienen dentadura
completa, no pueden alimentarse correctamente, dejan de consumir
productos que no pueden masticar y los sustituyen por otros más
blandos, ricos en azúcares y carbohidratos; además,
el habla y la apariencia resultan afectadas.
Los padecimientos bucales son un problema de salud pública.
Los avances tecnológicos e innovaciones ayudan en la atención,
aunque “lo ideal sería que no existieran piezas postizas
o implantes, y que no se perdieran los dientes por falta de prevención”,
concluyó.
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