En la mitología egipcia y griega, Apofis es el dios
de la oscuridad y la destrucción, pero el asteroide que lleva
su nombre, descubierto en 2004 y que tiene 325 metros de diámetro
–-equivalentes a tres estadios de futbol— está
muy lejos de provocar una futura catástrofe en la Tierra,
según estimaciones astronómicas realizadas por el
Observatorio Espacial Herschel, de acuerdo a la Escala de Torino.
Esa clasificación, explicó en entrevista
Mario Andrés de Leo Winkler, estudiante de doctorado del
Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, estima, del cero
a 10, el peligro de impacto que podrían tener en la Tierra
asteroides y cometas vecinos, conocidos como objetos NEO (siglas
en inglés de Near Earth Objects).
El cálculo para otorgar un valor de cero a 10 a
un objeto celeste se basa en su probabilidad de colisión
y en su energía cinética, que se mide en megatones.
Un megatón equivale a un millón de toneladas del explosivo
trinitrotolueno (TNT).
Desde que es observado por su órbita próxima
a la Tierra, Apofis ha variado en la Escala de Torino entre cero
y cuatro, rango que lo mantiene “sin peligro”, pues
el cero significa una posibilidad casi nula de colisionar con la
Tierra, mientras cuatro indica un “encuentro cercano”,
que merece la atención de los astrónomos, detalló
De Leo Winkler.
Las clasificaciones cinco, seis y siete de la escala se
consideran preocupantes. “Recomiendan observar y considerar
una amenaza o peligro, así como establecer un plan de contingencia”,
indicó.
En tanto, las fases ocho, nueve y 10 predicen una colisión
segura, con capacidad de causar destrucción en la Tierra.
“En ellas se estima si el desastre será local, regional
o global”, añadió.
Seguir la trayectoria
Para seguir la trayectoria de un asteroide, se observa
con telescopios (ópticos, infrarrojos y de radio) durante
varios meses, hasta que se vuelve demasiado tenue para detectarse.
“Son objetos de pocos metros de tamaño. Apofis es de
325 metros de diámetro, pierde el brillo con rapidez, se
aleja y no se alcanza a ver”.
Con fracciones de la trayectoria, los astrónomos
calculan su órbita a lo largo del tiempo, con el uso de simulaciones
numéricas, pero se enfrentan al problema de los “tres
cuerpos”.
“Si tres o más cuerpos interaccionan entre
sí gravitacionalmente, no podemos saber con precisión
cuál será la trayectoria de alguno de ellos en el
futuro, pues tenemos demasiadas incógnitas y pocas ecuaciones
para resolverlas. En este caso interaccionan la Luna, la Tierra,
el Sol y Apofis, por eso las soluciones no son exactas y lo que
hacemos son aproximaciones numéricas”, explicó.
Apofis se observó poco tiempo durante los años
2004, 2005, 2011 y 2013, se calculó su trayectoria inicial
para estimar la probabilidad de impactar nuestro planeta. “Como
con otros asteroides muy cercanos, en las primeras estimaciones
sale muy alta la probabilidad de impacto, pero en el momento que
da un paso subsecuente alrededor de la Tierra, se estima de mejor
manera la trayectoria y la posibilidad disminuye, como pasó
con las variantes de cuatro a cero en la Escala de Torino”,
acotó.
Otro asteroide cerca de la Tierra
Además de Apofis, otro asteroide, llamado 2012 DA14,
descubierto en febrero del año pasado, pasará pronto
cerca de la Tierra.
Es de 45 metros de diámetro y su energía
cinética aproximada sería de 2.5 megatones si llegara
a impactar. Pasó a 2.6 millones de kilómetros el 16
de febrero de 2012, que fue el máximo acercamiento. “Cruzará
la órbita terrestre el 15 de febrero próximo a 34
mil kilómetros. Cósmicamente eso es casi darle un
raspón, es 10 veces más cercano que la Luna”,
adelantó.
No será observable a simple vista, pues es una roca
pequeña, de 45 metros, apenas detectable con telescopios
con óptica adaptativa, que contrarrestan los efectos de la
atmósfera.
“Se estima que en el año 2046 tendrá
otro paso a 60 mil kilómetros de la Tierra, y la probabilidad
de impacto en 2110 es de uno sobre siete mil millones, es decir,
está en el cero de la Escala de Torino”, finalizó.
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