Por la importancia que los sistemas agroforestales tradicionales
tienen en el país, investigadores y estudiantes de la Escuela
Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Morelia, del Centro
de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco), e investigadores de la
Red de Etnoecología y Patrimonio biocultural del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), iniciarán
un proyecto de investigación enfocado en conocerlos en Puebla,
Tlaxcala, Guerrero y Michoacán.
Hoy día, se estima que bajo diversos contextos ecológicos
y culturales, existen al menos 122 especies de plantas registradas
que se utilizan como alimento, forraje para el ganado y combustibles.
Ana Isabel Moreno-Calles, responsable del proyecto, explicó
que su equipo de colaboradores busca identificar la importancia
de esos sistemas tradicionales, ubicar los grupos culturales que
los manejan y tener un inventario de la diversidad biológica
útil que ofrecen.
A partir de esa información, los investigadores
contarán con una base de datos para que las distintas instancias
de gobierno desarrollen políticas públicas que permitan
el mantenimiento de estas importantes formas de uso de suelo y prácticas
tradicionales.
Moreno-Calles resaltó el caso de los cafetales en
la sierra norte de Puebla. En esa región, las comunidades
locales han construido, alrededor del cultivo del café, una
cooperativa importante que ya cuenta con un sistema bancario local,
un proyecto ecoturístico en la zona; además, el 70
por ciento de la producción se exporta.
Los agroforestales tradicionales son formas de manejo de
los ecosistemas que involucran el mantenimiento de especies silvestres
– principalmente árboles y arbustos – con las
domesticadas de plantas y animales.
Los beneficios, tanto económicos como ecológicos,
han sido documentados. Adicionalmente, los campesinos que realizan
estas prácticas reconocen sus múltiples beneficios:
incrementan la capacidad de retener suelo y humedad, mejoran el
microclima, son fuentes importantes de leña y plantas medicinales;
además, conservan la biodiversidad regional.
Se trata de un proyecto con vigencia hasta 2014. El trabajo
de campo contempla cuatro entidades federativas del país
que representan espacios de alta diversidad cultural y biológica.
Tan sólo en la región de Tehuacán, Puebla,
hay siete grupos originarios; en Guerrero tres, y en Tlaxcala y
Michoacán al menos dos, en cada estado.