La única perito traductor chino ante los órganos
del Poder Judicial de la Federación (PJF) durante el 2013,
es la académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES)
Acatlán, Laura Olivia Calvo Mondragón, quien desde
hace seis años ha cumplido con las exigencias legales para
desempeñar esa tarea.
Como especialista, certifica que la traducción de
los documentos oficiales sea fiel y exacta. Además, participa
como intérprete durante procesos judiciales, por lo que debe
estar en actualización constante y demostrar cada año
sus habilidades.
Profesora desde hace más de una década en
el Centro de Enseñanza de Idiomas (CEI) de Acatlán,
concluyó la licenciatura en Chino moderno en Beijing, donde
por cuatro años aprendió la técnica para enseñarlo,
lo que significó un gran esfuerzo, pues es una lengua totalmente
distinta al español.
Aprender ese idioma es un reto para cualquier persona,
aunque no imposible, afirmó la catedrática universitaria.
La razón es que la lengua oral es diferente a la escritura,
basada en ideogramas, “una forma como de arte”; mientras
que los términos técnicos empleados en materias específicas
son diferentes, explicó.
Por ello, reveló que desde que ingresó a
dar clases, especialmente desde que obtuvo su certificación
como perito traductor intérprete en 1999, cada año
participa en cursos de actualización, nacionales e internacionales,
eventos culturales, y realiza diversas traducciones e interpretaciones.
El Poder Judicial del Distrito Federal dio la primera certificación
a la académica universitaria, luego de aprobar satisfactoriamente
el examen; a partir de entonces, cada año acreditó
su experiencia en el uso del idioma.
Al PJF acudió a certificarse en el 2000, y ahí
también acreditó la prueba para traducir documentos
oficiales como contratos y convenios, poderes notariales, demandas,
e incluso textos científicos. Ha participado en diversas
diligencias nacionales e internacionales.
Un perito traductor intérprete implica “tener
conocimientos en áreas como derecho, turismo, inmigración;
es un gran reto y responsabilidad, porque uno tiene que incrementar
sus estudios sobre cuestiones técnicas y jurídicas”,
además debe comprobar sus conocimientos en la práctica,
subrayó.
“Cada mes tengo dos o tres traducciones de todo tipo
de asuntos, médicos, técnicos y jurídicos,
pero a nivel de interpretación estoy en dos procesos judiciales
federales, como perito en audiencias y notificaciones”, detalló.
En 2012, la FES Acatlán fue sede para aplicar los
exámenes para peritos e intérpretes del Consejo de
la Judicatura del Distrito Federal, en los que se evalúan
conocimientos sobre el vocabulario técnico en ambos idiomas,
sobre temas jurídicos, laborales y médicos. En su
elaboración participó Laura Calvo.