Por las aportaciones y calidad de su trabajo El río
Nazas. Historia de un patrimonio lagunero, Hernán
Salas Quintanal, del Instituto de Investigaciones Antropológicas
de la UNAM, obtuvo el Premio Fray Bernardino de Sahagún,
otorgado por el Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH) al mejor trabajo en antropología social.
“El conflicto en la comarca lagunera (zona formada
por algunos municipios de Coahuila y la ciudad de Torreón,
en esa entidad, y Gómez Palacio y Lerdo, en Durango) se
debe a la sequía y el deterioro ambiental que afecta a
locales y campesinos de los alrededores”, indicó.
En la región, abundó, se observan tres
procesos: una relación socioeconómica diferenciada;
una relación peculiar entre sociedad y naturaleza (la población
usa los recursos naturales con imaginación e ingeniería
para elevar la productividad), y un vínculo único
entre lo rural y lo urbano, porque se mezclan actividades agropecuarias
y ganaderas con minería e industria.
De este modo, se conjuntan distintos modelos productivos
que generan problemas ecológicos y sociales como desigualdad,
desempleo, pobreza, recursos humanos desperdiciados y migración,
entre otros, refirió.
Una de las propuestas es rescatar la vida del río
Nazas, pero no sólo la natural, sino la comunitaria y económica,
así como alcanzar mejores niveles de justicia social, equidad
y bienestar para la población.
“En la región hay ambientalistas, integrantes
de la sociedad civil y académicos que trabajan para fortalecer
una educación ecológica, porque la gente cree que
el río es simplemente un caudal, pero en realidad es algo
muy complejo que nace en la sierra, atraviesa varios poblados
y llega a la comarca”.
“Hemos trabajado con niños para enseñarles
la historia del afluente; se les explica por qué no ven
circular líquido en la superficie, se les hace ver que
hay una correspondencia entre el comportamiento social y uso de
los recursos naturales y que éstos deben permitir que la
población viva mejor. A eso le llamamos cultura del agua
y su uso social”, dijo.
Otra propuesta es constituir redes de investigación
e intervención. De hecho, existen varios conglomerados
en los que participan gobierno, sociedad civil y academia, con
el propósito de salvar el patrimonio natural, social y
cultural que vive en la memoria de los habitantes de la región,
apuntó el coordinador del Seminario Permanente Antropología
y Nuevas Ruralidades.
“Lo social no está separado de la naturaleza,
porque la cultura tiene que ver con cómo la sociedad se
apropia de los recursos naturales y los utiliza para beneficio
propio o para generar problemas de contaminación, sequía
o socioeconómicos”, añadió.
El premio
El galardón, consistente en un diploma y un estímulo
económico, fue entregado en el marco de la ceremonia de
los Premios INAH 2012, en el Castillo de Chapultepec.
“Esta distinción es una de las más
importantes en nuestra disciplina y significa una responsabilidad
no sólo como investigador sino como docente. Al ser reconocido
por su trabajo es necesario devolver este conocimiento a los demás
y, en este caso, hablo tanto de la gente de la región como
de los estudiantes universitarios”.
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