• La primera, impulsada por
algunos gobiernos y grandes corporativos, aborda la problemática
ambiental con soluciones de mercado, y la otra, surgida desde
la sociedad, se basa en valores y posiciones éticas, estableció
Víctor Manuel Toledo, del CIEco, UNAM
• En México se erogan, en promedio, 950 mil millones
de pesos anuales para aminorar el impacto de los procesos productivos
de las empresas, según cifras del INEGI
• El 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio
Ambiente
“Amigable” y “verde”,
son los términos con mayor referencia en el glosario ambiental
global. El matiz esmeralda ha invadido oficios, discursos y decisiones
administrativas, en las que son ahora los titulares de las políticas
públicas económicas los corresponsables en la toma de
decisiones sobre la sustentabilidad ambiental.
La Economía Verde, promovida por el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y
que se define como el resultado de mejoras en el bienestar humano
y equidad social, intenta reducir los riesgos ambientales y la escasez
ecológica; no obstante, ésta se debate actualmente en
dos posiciones, señaló Víctor Manuel Toledo del
Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la UNAM, campus
Morelia, en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente,
que se conmemora este 5 de junio.
“La primera se vincula a intentar superar
la crisis ecológica, hoy problema fundamental de la humanidad,
a través de tecnología y reglas económicas de
mercado. Es una postura impulsada por ciertos gobiernos, y sobre todo,
por algunas compañías y grandes corporativos, que utilizan
la idea de la sustentabilidad para hacer negocios”, expuso.
El otro planteamiento, continuó, se
impulsa desde la sociedad civil, las organizaciones sociales y la
academia; aquí, la premisa es que la dificultad ecológica
que vivimos es una crisis de civilización, y eso implica no
sólo cuestiones económicas, tecnológicas y sociales,
sino valores y posiciones políticas y éticas.
“Esta segunda posición descansa
fundamentalmente en la idea de que es el empoderamiento de la sociedad
civil, el cambio en los individuos y en sus hogares, como se resolverá
la crisis ambiental”, reiteró.
Verde…blanco y rojo
Aunque el concepto de Economía Verde
concebido por el PNUMA considera al crecimiento económico como
la panacea para favorecer el desarrollo sostenible hacia la conservación
del planeta y a la erradicación de la pobreza, los costos para
aminorar el impacto ambiental de los procesos productivos de las empresas
son elevados, y tan sólo en México ascendieron, en 2010,
a 941 mil 670 millones de pesos, lo que equivale al 7.9 por ciento
del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con el Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI).
Según el instituto, el gasto en protección
ambiental, en porcentaje como proporción del PIB, fue de 2003
a 2006, de 0.6 por ciento, y alcanzó en 2009, sólo el
1.1 por ciento.
La instrumentación de la Economía
Verde, apuntó Toledo, es totalmente incipiente, con una visión
estrecha, porque aún se considera que la economía es
el motor del cambio ambiental.
“Sólo la conciencia del individuo
que comienza a transformar sus hábitos y valores, e inicia
desde el hogar, puede modificar la manera de utilizar la energía:
de gas a energía solar, a reciclar basura, y a aprovechar los
desechos orgánicos para sembrar en azoteas, jardines: es ahí
donde se debe contemplar la raíz de la solución. De
esa transformación se desencadenan cambios en las instituciones
políticas, económicas y tecnológicas”,
añadió.
Según un estudio presentado en febrero
pasado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat), titulado “Economía Verde Empresarial”,
un total de cuatro mil 623 sociedades participan en los programas
Nacional de Auditoría Ambiental, y de Liderazgo Ambiental para
la Competitividad.
No obstante, el académico del CIEco
afirmó que buena proporción del movimiento ambientalista
y la Economía Verde se encuentra en el campo, liderado por
las cooperativas y otras formas de solidaridad.
“Está el caso de los cafetaleros
en Chiapas, donde existen 120 cooperativas indígenas que exportan
el grano a Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá; también
están en Oaxaca, en la Sierra Norte de Puebla, el centro de
Veracruz, y una parte de Guerrero, donde hoy son parte de un movimiento
social ambiental significativo en México”.
Día Mundial del Medio Ambiente
El Día Mundial del Medio Ambiente
es un acontecimiento anual que se conmemora el 5 de junio. Fue establecido
por la Asamblea General de Naciones Unidas, en su Resolución
2994 del 15 de diciembre de 1972, con la que se dio inicio a la Conferencia
de Estocolmo (Suecia), cuyo tema central fue el medio humano.
Esta jornada es uno de los principales vehículos
que las Naciones Unidas utilizan para fomentar la sensibilización
mundial sobre el medio ambiente, y promover la atención y acción
política al respecto.
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