• Gloria Vilaclara Fatjó, del Posgrado de Ciencias
del Mar y Limnología de la UNAM, señaló que,
debido a la relativamente poca disponibilidad de agua dulce alrededor
del orbe, el hombre está obligado a optimizar el uso que
hace del líquido
Sólo el 2.5 por ciento de toda el
agua que hay en el mundo es dulce, y de ésta, el ~70 por ciento
está congelada, mientras que el otro 30 por ciento es de origen
subterráneo. “Para agravar el escenario, sólo
el 0.4 puede estar disponible para emplearla en la sustentabilidad
alimentaria, y de ésta, en porcentaje, cerca del 67 se localiza
en lagos de agua dulce, 12 en humedad del suelo, 10 en la atmósfera,
ocho en humedales y menos del dos por ciento corresponde a ríos”.
Tras considerar estas variables, Gloria Vilaclara
señaló en el auditorio Agustín Ayala-Castañares,
del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL),
que vivimos en un planeta sediento y eso obliga a optimizar el uso
hídrico. Además, la coordinadora del posgrado (PCMyL)
de esa entidad subrayó la estrecha relación entre el
líquido y la seguridad alimentaria y refirió algunos
cálculos actuales.
Hay mil millones de seres humanos subnutridos
en todos los países, y México no escapa a esa realidad.
Las necesidades de ese rubro sólo podrían ser cubiertas
para el año 2050, si la producción agrícola aumentara
en proporción al crecimiento poblacional. Pero lo anterior
se ve comprometido por otros problemas, como es el uso progresivo
de espacios para cultivo para generar biocombustibles en lugar de
alimentos, acotó.
Sobreexplotación de especies
En su turno, Felipe Amezcua Martínez,
del ICMyL, campus Mazatlán, indicó que México
aporta el 1.5 por ciento de la producción pesquera mundial,
y pese a contar con una flotilla de tres mil 439 embarcaciones mayores,
no figura entre las 10 potencias en este apartado.
“Incluso somos superados por países
con menores extensiones de mar territorial, como Perú, Chile,
Filipinas y Tailandia”, apuntó.
Una de las razones de este fenómeno
es la sobreexplotación de especies como el camarón,
tiburón y diversas especies de peces, pues esto ocasiona disminuciones
en sus poblaciones y, por ende, en su captura.
Desde su perspectiva, los retos que debe
enfrentar nuestro país son, por un lado, entender cómo
funcionan los ecosistemas marinos; sin embargo, la escasez de científicos
pesqueros, agrava la situación. Por el otro, los planes de
manejo son contados o endebles y la pesca está enfocada a pocas
especies, por lo que es imperativo diversificarla, así como
realizar mayor investigación.
Humedales de Xochimilco
Luis Zambrano González, del Instituto
de Biología, estableció que debido a que el 25 por ciento
de la población del país está en el Valle de
México, la restauración ecológica de los humedales
de Xochimilco ayudaría a enfrentar la problemática actual
del agua.
La situación de Xochimilco es compleja,
indicó el investigador, por la variabilidad de oxígeno
disuelto y amonio en el líquido, entre otros contaminantes.
Las chinampas, recordó, generaban diversidad, de ahí
se obtenían comida y flores sin necesidad de extracción
hídrica; sin embargo, el manejo incorrecto generó distintos
grados de contaminación.
Zambrano González, propone fomentar
participación interdisciplinaria en las tomas de decisiones,
fomentar el diálogo entre académicos y recuperar conocimientos
locales, pues está seguro de que estos ecosistemas proporcionan
un servicio que beneficia a todos los habitantes.
-o0o-