• Saber qué
es la materia y energía oscuras que ocupan el 96 por ciento
del Cosmos, es una de las preguntas abiertas de la astronomía,
coincidieron Luis Felipe Rodríguez, del CRyA, y Miguel Alcubierre,
del ICN
• Desarrollar la ingeniería cuántica para lograr
aplicaciones a partir de sistemas cuánticos que suceden adentro
de los átomos marcará cambios notables en la física,
la química y el cómputo, destacó Rocío
Jáuregui, del IF
• Modificar la forma de enseñar matemáticas
y física en las escuelas es indispensable para aprender estas
ciencias y formar a nuevas generaciones, afirmó Luis de la
Peña, investigador emérito del IF
Desentrañar qué es la materia
y la energía oscuras, componentes del 96 por ciento del Universo;
continuar con la búsqueda de planetas potencialmente habitables
fuera de nuestro Sistema Solar, y avanzar en la ingeniería
cuántica para lograr aplicaciones tecnológicas a partir
de sistemas que suceden adentro de los átomos, son algunos
de los retos que enfrenta la física en esta centuria.
Así lo señalaron científicos
universitarios de esa especialidad, reunidos en el Coloquio Grandes
retos del siglo XXI, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
En la mesa, dedicada a la física y
coordinada por José Franco López, director General de
Divulgación de la Ciencia de la UNAM y presidente de la Academia
Mexicana de Ciencias, Miguel Alcubierre Moya, investigador del Instituto
de Ciencias Nucleares (ICN), recordó que hace 100 años
se dedujo que vivimos en una galaxia con 300 mil millones de estrellas,
semejante a un disco de 100 mil años luz de diámetro.
Edwin Hubble estudió Andrómeda,
la primera galaxia conocida distinta de la nuestra, la Vía
Láctea, y descubrió que la mayoría de ellas se
alejan, y entre más lejos estén, más rápido
se alejan. “Así descubrió que el Universo está
en expansión”.
En 1905, con sus teorías de la Relatividad
Especial, y General, Albert Einstein revolucionó la idea de
espacio y tiempo, y demostró que éste es relativo. “Con
la General hizo una nueva teoría de la gravedad, manifestación
de la curvatura del espacio”, resumió.
Alcubierre destacó que el Big Bang
o Gran Explosión, que dio origen al Universo, es una teoría
correcta, pero hay dos cosas que los científicos no saben qué
son: la materia oscura, que constituye el 23 por ciento del Universo,
y la energía oscura, que representa el 73 por ciento. “Conocemos
el cuatro por ciento de lo que nos conforma, pero ignoramos el 96
por ciento”.
Planetas extrasolares
Luis Felipe Rodríguez Jorge, investigador
emérito del Centro de Radioastronomía y Astrofísica
(CRyA), señaló que, además de los componentes
oscuros, otro gran reto astronómico del siglo es la búsqueda
de planetas fuera de nuestro Sistema Solar (llamados exoplanetas),
en especial aquellos potencialmente habitables.
En 1995 se encontró por primera vez
un exoplaneta, y hoy se conocen más de 700. “La duda
es si habrá vida en algunos de ellos”.
Los primeros conocidos eran de gran tamaño
y se parecían a Júpiter, que es 11 veces más
grande que la Tierra, y tiene una masa 300 veces mayor. “Con
nuevas técnicas ya se han encontrado algunos pequeños,
pero ahora buscamos si tienen atmósfera o agua líquida.
Estamos en el umbral de descubrir si hay vida en otro”, advirtió.
Ingeniería cuántica
Rocío Jáuregui Renaud, investigadora
del Instituto de Física (IF) resaltó, entre muchos otros
desafíos en esta área, a la metrología, que busca
nuevas mediciones que rompan los límites actuales para crear
nuevas frecuencias, escalas de tiempo y sincronía útil
para las telecomunicaciones.
También a la física estadística,
que aún no entiende fenómenos como la irreversibilidad
y la ergodicidad; la imagenología en tercera dimensión,
que este siglo hará más aportes a la medicina, y la
acústica, que aborda ondas en los océanos, semiconductores
y puntos cuánticos.
Otro tema de frontera es la ingeniería
cuántica, a la que Jáuregui dedica una línea
de investigación. “Su reto es lograr aplicaciones a partir
de sistemas cuánticos que suceden dentro de los átomos.
Su control y aplicación marcará cambios notables en
la física, la química y el cómputo”.
Asimismo, dijo que en México existen
avances teóricos en ingeniería cuántica, pero
falta formar recursos humanos que se queden en el país.
“Los formamos y acaban en Singapur
y otros territorios. Uno de los retos es dar espacio laboral a los
nuevos científicos que formamos. La teoría no es suficiente,
tenemos que hacer experimentos para llegar a algo”, consideró.
Enseñanza e inversión en ciencias
Luis de la Peña Auerbach, investigador
emérito del Instituto de Física, externó que
en México falta un proyecto moderno de nación, que invierta
en ciencia, y en donde ésta se enfoque al ámbito social.
Holanda, con una población similar a la de Puebla y Veracruz,
tiene 19 premios Nobel.
“A los niños se les enseña
de forma desastrosa física y matemáticas en México.
Por eso le tienen miedo y no se interesan en estas ciencias productivas,
creativas y placenteras”, afirmó.
Para finalizar, Franco apuntó la necesidad
de estrechar la relación entre ciencia, sociedad, Estado e
industria. “En todas las áreas estamos muy limitados.
En otros países las industrias promueven el desarrollo del
conocimiento y aquí compramos soluciones tecnológicas,
y así hipotecamos el futuro del país”.
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