• Es la tercera
revista científica más importante especializada en
el área que publica trabajo experimental
• Mariana Saucedo García, graduada del Posgrado en
Ciencias Bioquímicas de la UNAM, obtuvo el Premio Weizmann
2011 en Ciencias Naturales por su tesis de doctorado
• Describió nuevas características sobre la
forma en la que los esfingolípidos originan la muerte celular,
lo que permite a las plantas sobrevivir al ataque de diversos patógenos
Por describir en su tesis doctoral nuevos
componentes sobre la forma en la que los esfingolípidos originan
la muerte celular, lo que permite a las plantas sobrevivir al ataque
de diversos patógenos, Mariana Saucedo García, graduada
del Posgrado en Ciencias Bioquímicas de la UNAM, obtuvo el
Premio Weizmann 2011, en el área de Ciencias Naturales;
asimismo, mereció un comentario editorial y un llamado en portada
en New Phytologist, la tercera revista científica
más importante especializada en el área, que publica
trabajo experimental.
En este trabajo de tesis –que además
incluyó un capítulo en el libro Lipids in photosynthesis:
essential and regulatory functions (H. Wada and N. Murata,
eds., Govindjee, Series ed.)– se indaga cómo ciertos
lípidos inducen en las plantas mecanismos de defensa ante enfermedades;
la identificación de estos elementos contribuye a entender
un proceso de programación de muerte en las mismas, que les
concede inmunidad contra patógenos.
La egresada de la licenciatura en Química
de Alimentos de la facultad del área (FQ), definió su
trabajo como de investigación en ciencia básica, que
aportó la identificación de algunas especies de lípidos,
proteínas y genes en los mecanismos de defensa de las plantas,
que “constantemente se encuentran expuestas al ataque de diferentes
patógenos, sin que éstos causen algún tipo de
enfermedad”.
La tesis se enfocó a analizar cómo
cierto tipo de lípidos, los esfingolípidos, “favorecen
la resistencia, al inducir mecanismos de defensa ante enfermedades
causadas por entes nocivos”. Específicamente, explicó,
“trabajamos con Arabidopsis thaliana, una planta silvestre
de origen europeo, que presenta la ventaja de que su genoma ya ha
sido descrito y se dispone de mutantes en genes específicos,
lo que permite dilucidar la función de diversas proteínas”.
El Premio Weizmann, convocado por
la Academia Mexicana de Ciencias, con el patrocinio de la Asociación
Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias, le
será entregado en mayo próximo por su investigación
La muerte celular programada de Arabidopsis inducida por la FB1
requiere de la acumulación de bases de cadena larga y de la
señalización mediada por la MPK6, realizada bajo
la dirección de Marina Gavilanes Ruiz, profesora del Departamento
de Bioquímica de la FQ.
Muerte programada
En este trabajo se logró describir,
por primera ocasión en la literatura científica, que
la proteína cinasa MPK6, el gen de la proteína LCB2a
y una especie molecular particular de esfingolípido, son eslabones
de una vía a través de la cual las células de
las plantas programan su propia muerte de forma regulada.
La importancia radica en que la identificación
de estos nuevos elementos contribuye a entender un proceso de programación
de muerte en las plantas, que les concede inmunidad contra patógenos.
El conocimiento de estos mecanismos moleculares podría, en
un futuro, ayudar a desarrollar cultivos con resistencia a ciertos
patógenos.
En tanto, Gavilanes Ruiz apuntó que
hasta antes de esta investigación no se sabía de qué
manera estos lípidos estaban involucrados en una vía
conducente a la muerte celular, en un esquema de inmunidad en las
plantas, y “Mariana Saucedo aportó evidencias experimentales,
basadas en estrategias refinadas de bioquímica, genética,
biología celular y química analítica, que le
permitieron describir cómo los esfingolípidos orquestan
esa muerte”.
Saucedo, quien actualmente labora para el
Instituto de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma
del Estado de Hidalgo, invirtió cinco años en esta investigación,
en donde participaron por la UNAM: el hoy secretario Académico
de Investigación y Posgrado de la FQ, Felipe Cruz, y las entonces
estudiantes de licenciatura Ariadna González y Guadalupe Lozano,
del Departamento de Bioquímica.
Además, Arturo Guevara y Maricela
Ramos, del Instituto de Biotecnología; Sonia Vázquez,
de la Facultad de Ciencias, y Diego González, del Instituto
de Fisiología Celular. Por el Donald Danforth Plant
Science Center en Estados Unidos, colaboraron Edgar Cahoon, Charles
Dietrich y Jonathan Markham.
La investigación contó con
el financiamiento de la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico de esta casa de estudios, a través del Programa
de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica,
y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, lo que permitió,
entre otras cosas, que Saucedo y Ariadna González pudieran
realizar una estancia en Estados Unidos para determinar las especies
de esfingolípidos.
Para la joven investigadora, el Premio Weizmann
ha sido un gran logro: “Siempre he estado agradecida con la
Universidad y esta facultad, y me da mucho gusto brindarles este reconocimiento
como una parte pequeña de lo mucho que de ellas he recibido”.
Es la tercera ocasión en que personal
adscrito al Departamento de Bioquímica de la FQ recibe el galardón
en ciencias naturales; en los años 1995 y 2000, Martha Patricia
Coello Coutiño y Tzvetanka Dimitrova Dinkova, respectivamente,
fueron receptoras.
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