• El evento de
este 20 de mayo tendrá la mejor zona de observación
en China y Japón, al amanecer en ese lado del mundo, dijo
Alberto Flandes, del Instituto de Geofísica
• En el norte de México y sur de Estados Unidos se
verá unos minutos al atardecer, como parcial
• Para mirarlo, recomendó hacer pasar la luz del Sol
a través de un papel perforado y proyectarla sobre una superficie
blanca, para evitar la radiación directa en los ojos
• El Instituto de Astronomía sugirió adquirir
un filtro de soldador nivel 14 o superior, o filtros solares tipo
2+ o h-alfa
El próximo eclipse anular de Sol,
que ocurrirá este 20 de mayo, tendrá la mejor zona de
observación en el sur de China y Japón, donde podrá
captarse al amanecer, estimó Alberto Flandes, investigador
del Instituto de Geofísica (IGF) de la UNAM.
De este lado del planeta, será visible
durante el atardecer en la parte noroeste de México, especialmente
en Mexicali, Tijuana y Ensenada, así como en el suroeste de
Estados Unidos, en el norte de California, Nevada, sur de Utah, norte
de Arizona, Nuevo México y una parte de Texas.
En el momento que amanezca en la parte más
oriental de Asia, va a entrar la sombra de la Luna sobre la Tierra
y se extenderá; según la región en la que estemos
es el tipo de eclipse que veremos.
“El 20 de mayo se va a observar al
amanecer en la parte oriental de China, en Japón y en parte
del Pacífico. En México, a la hora en que se ponga el
Sol, antes de anochecer, podrá verse como parcial en Tijuana,
Mexicali y Ensenada, y muy brevemente en algunas zonas de Baja California
Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Durango. Uno de los mejores lugares
será Mexicali, porque la Luna cubrirá un 78 por ciento
del disco solar”, informó.
El ancho de la sombra lunar proyectada sobre
la Tierra será de unos 250 kilómetros, y la trayectoria
de sombra no será muy ancha. Avanzará a una velocidad
de unos 30 kilómetros por minuto, lo que nos ayuda a estimar
la duración del eclipse, que generalmente es menor a cinco
minutos.
“En Tijuana empezará a las 17:28
hora local; el pronóstico del clima es bueno y probablemente
habrá cielo despejado. A las 18:40 será el máximo
del fenómeno en esa región (se verá la parte
más cubierta del Sol) y terminará a las 19:43 con 37
segundos, hora en la que el Sol se ocultará en el horizonte.
En Ensenada y Mexicali el eclipse será casi simultáneo
con respecto a Tijuana”, añadió.
En la Ciudad de México, con mucha
suerte se verá eL momento en que el disco solar se comience
a eclipsar, a las 19:48. En los 18 minutos restantes, antes de las
20:06 que inicia el anochecer, la llegada de la sombra no podrá
verse porque el Sol estará detrás del horizonte; además,
probablemente se tendrá cielo nublado.
Observación indirecta
Flandes aclaró que es peligroso ver
un eclipse directamente, particularmente si no es total, pues puede
haber daño serio en los ojos. Lo mejor es observarlo de forma
indirecta, con un papel perforado y proyectado sobre el piso u otra
superficie blanca.
Aún con filtros especiales, lo recomendable
es no exceder la observación más de siete segundos,
pues la radiación es muy fuerte. “No sirve verlo a través
de película fotográfica o de un reflejo, porque es muy
agresiva”.
Por su parte, el Instituto de Astronomía
(IA) explicó que un eclipse solar nunca debe verse a simple
vista, porque generaría daño irreversible e incluso
ceguera. Recomendó adquirir un filtro de soldador nivel 14
o superior, o filtros solares tipo 2+ o h-alfa, así como realizar
una proyección para verlo de forma indirecta.
Un aro alrededor del Sol
Los eclipses de Sol se producen si la Luna
cubre el disco solar y proyecta su sombra sobre la Tierra. Durante
este suceso, el satélite natural se encuentra perfectamente
alineado tanto con nuestra estrella brillante, como con la Tierra
y, desde la perspectiva de nuestro planeta, oculta al astro, detalló
el IA.
Aunque el diámetro del disco de la
Luna es 400 veces más pequeño que el del Sol, también
está, en promedio, 400 veces más cerca del planeta que
el Sol. Este juego de distancias y tamaños hace que el disco
lunar sea capaz de ocultar completamente al astro rey. Sin embargo,
la órbita de nuestro satélite es elíptica, por
ello, a veces está más alejada y otras más cerca
de nosotros.
En el momento que la Luna está en
las posiciones más alejadas de la Tierra, la sombra no alcanza
a ocultar completamente al Sol y se produce el fenómeno. Durante
éste, el Sol se asoma sobre los bordes de aquélla como
un brillante anillo resplandeciente.
Existen cuatro tipos de eclipses solares,
que dependen de la posición relativa del Sol, la Tierra y la
Luna. El total ocurre si la Luna cubre totalmente el disco solar;
el anular, si se distingue un aro brillante alrededor; el parcial,
el más común y que oculta solamente una parte, y el
atípico o híbrido, si en una fase el evento es anular
y en otra es total.
Juego de tamaños
“La particularidad es que la distancia
entre la Tierra y el Sol es 400 veces la distancia entre la Tierra
y la Luna, por eso tenemos un juego de tamaños relativos en
donde se pueden dar diversos tipos. Esa coincidencia, casi perfecta
en el caso del total, se debe a la proporción de distancias
y tamaños entre los tres”, explicó el investigador
de Geofísica.
Como la órbita lunar no es un círculo
perfecto, ocurren variaciones y a veces está más cerca
o más lejos, y eso incide en si cubre total o parcialmente
el disco. “Los dos cuerpos tienen que estar alineados respecto
a la Tierra para que se registre ese bloqueo o eclipsamiento”,
aclaró.
“El que podamos predecir uno nos dice
que la Ley de la Gravitación Universal de Newton es correcta,
y también las leyes de Kepler, pues podemos hacer predicción
con esas ecuaciones poderosas”, comentó Flandes.
Para la ciencia, estos fenómenos,
en especial los eclipses anulares, y sobre todo los totales, ayudan
a estudiar al Sol. “Es muy difícil ver la atmósfera
solar a ojo desnudo, porque la parte brillante, la fotósfera,
lo que entendemos como límite del disco solar, es una capa
que no es la más externa.
El astro tiene una atmósfera que se
extiende hasta donde alcanzan los límites del Sistema Solar,
los planetas están embebidos en ella y tiene diferentes etapas,
la más cercana al disco brillante es la corona. Si la Luna
eclipsa esa parte brillante es factible ver la atmósfera porque,
de otra forma, por la brillantez no se puede observar de manera directa,
así que con eclipses se estudian particularidades”, comentó.
Antes, los físicos solares y astrónomos
usaban telescopios a los que les colocaban un disco opaco en uno de
sus extremos, para generar un eclipse artificial que les permitiera
estudiar las capas externas del Sol. Ahora las sondas espaciales que
observan la actividad solar analizan el estado de esta atmósfera
de una forma similar, con telescopios con bloqueadores para la parte
brillante, que permiten hace mediciones continuamente, concluyó.
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