• Está compuesto por
más de 20 salas, muchas de ellas, renovadas en los últimos
tres años
El Museo de la Medicina Mexicana de la UNAM,
compuesto por más de 20 salas, abre sus puertas a casi el 100
por ciento de su capacidad. Luego de más de tres décadas
de haber sido creado, y ante la necesidad de modernizarse, este espacio,
a cargo de la Facultad de Medicina (FM), inició una fase de
remodelación.
Durante ese proceso no cerró por completo,
excepto el área que se reacondicionaba, y con la apertura de
tres salas prehispánicas y dos virreinales, que ahora tienen
una nueva museografía, prácticamente estará abierto
en un 80 por ciento, comentó su director, Omar Arroyo Arriaga.
Historia
A principios de 1571 llegaron a territorio
de la Nueva España los primeros inquisidores. Fue hasta 1732
que comenzó la construcción del Palacio de la Santa
Inquisición, en el Centro Histórico de la ciudad, que
concluyó cuatro años más tarde. En 1813, las
cortes de Cádiz clausuraron formalmente este tribunal, pero
su cierre definitivo ocurrió hasta 1820.
Desde entonces, el hoy Palacio de la Escuela
de Medicina tuvo varios usos: sede de la renta de la lotería,
del tribunal de guerra y marina, y del seminario conciliar, así
como de la Cámara del Congreso General, y del gobierno del
Estado de México. En 1854, José Urbano Fonseca compró
el edificio para establecer la Escuela Nacional de Medicina.
Finalmente, el 22 de diciembre de 1980 en
ese espacio fue inaugurado el Museo de la Medicina Mexicana, con el
compromiso de difundir la historia de esa disciplina y responder a
la necesidad de confirmar los valores culturales de la especialidad.
Labor de tiempo atrás
Compuesto por más de una veintena
de salas, muchas de ellas renovadas en los últimos tres años
con apoyo de la administración de la propia FM, el museo cuenta
con un acervo cercano a las 500 piezas, más la Botica, que
tiene más de seis mil objetos en exposición.
Arroyo Arriaga destacó que la remodelación
y renovación empezó de tiempo atrás. Se inició
con la Sala de Desarrollo Humano, una colección impactante
que muestra el proceso semana por semana, para orientar a los jóvenes
sobre la concepción y sus resultados. Se prosiguió con
otras, como la de Ceras, compuesta por piezas de ese material, que
ilustran lesiones dermatológicas, propiedad de la FM, desde
1874.
También, tiene otras como Alimentos,
Dioses, Tzompantli, El Temazcal, Herbolaria, Siglo XVI, Siglo XVII,
Siglo XVIII, Siglo XIX, Laboratorio de Fisiología, Academia
Nacional de Medicina, Radiología, Dr. Carlos Caqui, Dr. Donato
G. Alarcón, Germán y Juan Somolinos, Tomás G.
Perrín, Otorrinolaringología, y Ginecología y
Obstetricia Mexicanas.
Las cinco salas remodeladas
Con la apertura de las tres salas prehispánicas
y dos virreinales que fueron remodeladas recientemente, y que ahora
tienen una nueva museografía, el Museo de la Medicina Mexicana
prácticamente estará abierto en su totalidad, reiteró
Arroyo.
Están distribuidas en aproximadamente
200 metros cuadrados, y poseen alrededor de 40 piezas prehispánicas
(algunas de ellas de gran formato), en su mayoría reproducciones,
con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia,
así como unos 25 ejemplares de material óseo con patologías,
seis ex votos de formato pequeño, y uno más de grandes
dimensiones.
Además, fueron enriquecidas con la
presentación de cinco videos, tres en el área prehispánica
y dos en la virreinal, realizados por TV UNAM en colaboración
con el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina.
La remodelación, el uso de nuevas
tecnologías, y las propias colecciones, tendrán un impacto
importante en el número de visitantes, que cada año
asciende a 370 mil, destacó.
Si bien la mayoría de las obras expuestas
son réplicas y unas cuantas originales, permitirán enriquecer
la colección y ayudarán a que los visitantes, especialmente
jóvenes de escuelas primarias y secundarias, cuenten con información
suficiente para que el tópico sea claro y el recorrido ameno.
Nuevo guión museográfico
Por su parte, Melinda Cáceres, curadora
de las cinco salas, reconoció que se trata de una nueva museografía
y una propuesta de guión del museo, que después de 32
años de vida, necesitaba actualizarse y hacer uso de diversos
recursos.
En las salas prehispánicas, explicó,
el recorrido tiene un sentido cronológico, pues se muestra
toda la práctica médica que se realizaba en nuestro
territorio en aquella época, dividido en tres periodos: Preclásico,
Clásico y Posclásico, pero con especial énfasis
en la medicina de los antiguos mayas y de los nahuas.
El área del Virreinato comienza con
la llegada de los españoles a tierras americanas, y el impacto
que generaron las epidemias, así como los conocimientos y prácticas
médicas distintas, que de una u otra manera utilizaron algunos
elementos autóctonos existentes. Sobre todo, hubo una mezcla
importante de procedimientos curativos occidentales, que frente a
la imposibilidad o dificultad de encontrar ciertos ingredientes para
la preparación de fármacos, recurrieron a la herbolaria
mexicana.
“La sala concluye antes de la aparición
del movimiento ilustrado, hacia mediados del siglo XVIII, porque a
partir de ese momento cambia la visión de la medicina y de
muchas otras cosas más dentro de la historia del México;
empiezan a llegar las ideas de libertad e independencia”, dijo.
En esta parte, además de mostrar algunos
padecimientos que existieron en la época, se hace referencia
a la importancia de la religión. En el México prehispánico,
por ejemplo, los distintos dioses jugaban un papel clave para la población
y eran específicamente invocados para la curación de
cierta enfermedad; en tanto, en la época virreinal se sustituye
de alguna manera o se da un sincretismo y cobran relevancia los santos
para la curación. Así surgen los ex votos, tipo de manifestación
artística para agradecer un milagro de sanación.
La curadora subrayó que la manera
como se ha tratado de difundir la medicina en estas nuevas salas no
es sólo mediante la acumulación de conocimientos y la
forma de curar enfermedades, sino que es el reflejo de una sociedad
y de una cultura de la que emana. “Es un gran panorama porque
presenta muchos siglos de historia, pero de manera clara, pues toca
puntos específicos e importantes”.
Con esta nueva propuesta, prosiguió,
los visitantes tendrán cédulas para leer y, al mismo
tiempo, podrán observar enfermedades, patologías o deformaciones
representadas con huesos, así como apoyos gráficos,
como la reproducción de ciertas partes de murales mayas, en
los que se plasman afecciones o deformidades, y videos en cada una
de las salas.
Sentido didáctico
Virginia Clasing, coordinadora Ejecutiva
del Palacio de la Escuela de Medicina, consideró que con la
renovación el museo tiene un mayor sentido didáctico
para que “el público entienda lo que nosotros queremos
mostrar, y ofrecer una visión integral de la disciplina en
el país a lo largo de la historia”.
Hay una transformación completa del
guión museográfico, y lo que hace la curadora es desarrollar
esa posibilidad de seleccionar las piezas determinantes para entender
en la época prehispánica, y posteriormente, en el Virreinato,
cómo se representaban las enfermedades, sea en forma de figurillas,
códices, iconografías o en grandes óleos sobre
tela.
Además, recalcó, el guión
científico que se desarrolla tiene la capacidad de adaptarse
al tamaño de estas salas para representar las enfermedades,
y que el visitante pueda captar cómo se veía la afección
desde el punto de vista prehispánico y colonial.
En el recinto, dijo Clasing, se buscó
conjuntar estos conocimientos para que se tenga la posibilidad de
entender que la historia de la medicina va de manera paralela al desarrollo
sociológico y antropológico de México.
En tanto, Arroyo Arriaga destacó que
se continuará con los trabajos, se renovarán las áreas
que aún quedan pendientes y se programarán nuevas áreas
temáticas para ampliar este espacio a otras especialidades,
como cardiología y anatomía.
El Museo de la Medicina Mexicana, que se
localiza frente a la Plaza de Santo Domingo, en el Centro Histórico,
abre sus puertas de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 horas. La entrada
es gratuita.
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