• Por la originalidad y relevancia
de ese trabajo, así como por su vasta trayectoria ligada
a la UNAM desde 1954, recibió el Premio a la Investigación
Científica de la Sociedad Mexicana de Física
Los neutrinos son partículas subatómicas
que no se pueden ver y son difíciles de detectar, pues no tienen
carga eléctrica y casi no tienen masa. Hay tres especies que
difieren entre sí sólo por el valor de las masas.
“Nos atraviesan constantemente, pero
no son afectados por las fuerzas electromagnéticas, no los
podemos manipular fácilmente aunque se produzcan en un reactor
nuclear”, explicó Alfonso Mondragón Ballesteros,
investigador del Instituto de Física (IF) de la UNAM, desde
1954.
Por un trabajo teórico en el que calculó
las masas de los neutrinos, que no son nulas como se pensaba, y por
desarrollar una predicción de sus valores, el universitario
recibió el Premio a la Investigación Científica
2011 de la Sociedad Mexicana de Física (SMF), a la que pertenece
desde su fundación, en 1951.
“Yo era estudiante de segundo o tercer
año en la UNAM y se fundó la Sociedad. Recuerdo que
en Guadalajara se celebró su Primer Congreso de Física,
al que asistimos un grupo de alumnos que nos anotamos como miembros
de número. Así que me siento muy contento y satisfecho
de ser reconocido por mis compañeros”, dijo, en entrevista.
Del experimento a la teoría
Hasta hace 11 años se pensaba que
los neutrinos tenían masas nulas, pues así lo indicaban
los datos experimentales. “Pero se descubrió que no es
así, que tienen volúmenes muy pequeños, y se
hicieron esfuerzos por incluirlos en la teoría”, recordó.
Junto con Jizuke Kubo, de la Universidad
Kamagawa de Japón; su hija Myriam Mondragón y su discípulo
Ezequiel Rodríguez, del Instituto de Física, encabezó
uno de los primeros grupos que publicaron una extensión mínima
basada en la simetría de un triángulo equilátero
llamado Modelo Estándar, la teoría actualmente vigente
de las partículas y las fuerzas elementales.
“Para evitar que el número de
parámetros de la teoría aumentara, incluimos una simetría
que había encontrado previamente al estudiar las masas de los
quarks (uno de los constituyentes fundamentales de la materia).
Así supimos que los datos experimentales eran compatibles con
las propiedades de simetría de un triángulo equilátero.
Es un hallazgo importante porque simplifica la teoría”,
indicó.
En el Modelo Estándar los neutrinos
estaban considerados sin masa. “Se consideraba que no tenían,
pues ésta era muy pequeña comparada con las de otras
partículas. Y no fue sino hasta que las técnicas experimentales
se desarrollaron, que finalmente se descubrieron las oscilaciones
de neutrinos entre estados de “sabor”, fenómeno
interesante que da una indicación muy clara de que tienen masa,
aunque sólo se pueda medir de forma indirecta”, señaló.
Vocación por la física
Interesado desde niño en la física,
descubrió su gran facilidad para las matemáticas y Alfonso
Mondragón afianzó su vocación en su natal Toluca
en la preparatoria del Instituto Científico y Literario Autónomo,
con un profesor que era ingeniero, pero daba clases con temas actuales
como la física nuclear, la estructura de la materia y la mecánica
cuántica.
“Decidí aprender más.
Ya en la Ciudad de México me inscribí en la UNAM como
ingeniero y supe que existía la carrera de Física en
el Palacio de Minería, en la Escuela de Ingenieros. Luego nos
cambiamos a Ciudad Universitaria, y los de Ciencias fuimos los primeros
estudiantes en tomar clases en la nueva sede”, recordó.
Como alumno lo contrataron en el IF, donde
es investigador desde 1957. “Entré a la UNAM y no volví
a salir de ella. Sólo me falta el número de inventario.
Yo soy de aquí”, finalizó.
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